la Santidad y su opuesto. Desde el pecado del Árbol del conocimiento, no ha existido bien sin mal y mal sin bien. A veces prevalece el bien y a veces el mal. Como Iaakov y Esav, "una nación sera mas fuerte que otra nación" (Bereshit 25:23) y "Cuando una se alza, la otra cae". Nuestro desafío es vencer el mal y fortalecer el bien. El exilio es guerra, con el bien y el mal atacándose mutuamente cada vez que es posible. Pero el mundo está siendo enmendado, el bien se está separando del mal y estos procesos culminarán en redención. El mal será eliminado en dos etapas (Kuntres Torá Jadasha Meiti Tetze): Primero, en los días del Mashiaj, los límites originales entre el bien y el mal establecidos antes del pecado del árbol del conocimiento se volverán nuevamente evidentes y el mal ya no dominará mas al pueblo judío, (Raaia Mehemna). El mal será en esa era constructivo. Porque así como la cáscara protege la fruta pero no debe mezclarse con ella, una vez que la cáscara (klipa) global es separada de la bondad y restaurada a su debido lugar, seremos capaces de utilizar su gran poder (que tiene la forma de la ambición y similares) para elevar la bondad a alturas superiores. La segunda etapa en la remoción del mal ocurrirá después de los días del Mashiaj y en medio de la resurrección que recreará el mundo. El mal concluirá su tarea, solo perdurará la bondad y reinará la verdad Divina. Por lo tanto la resurrección es el objetivo de la Creación, "creando una morada para Dios en los mundos inferiores". Una vez que se logre este objetivo, el pueblo judío concluirá su avoda (servicio, labor extenuante) del galut y finalmente los justos se sentarán con sus coronas sobre sus cabezas, complaciéndose en el esplendor de la Shejina (Presencia Divina) (Talmud, Berajot 17a).
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¿Cuál es el concepto del bien y el mal en el judaísmo?
la Santidad y su opuesto. Desde el pecado del Árbol del conocimiento, no ha existido bien sin mal y mal sin bien. A veces prevalece el bien y a veces el mal. Como Iaakov y Esav, "una nación sera mas fuerte que otra nación" (Bereshit 25:23) y "Cuando una se alza, la otra cae". Nuestro desafío es vencer el mal y fortalecer el bien. El exilio es guerra, con el bien y el mal atacándose mutuamente cada vez que es posible. Pero el mundo está siendo enmendado, el bien se está separando del mal y estos procesos culminarán en redención. El mal será eliminado en dos etapas (Kuntres Torá Jadasha Meiti Tetze): Primero, en los días del Mashiaj, los límites originales entre el bien y el mal establecidos antes del pecado del árbol del conocimiento se volverán nuevamente evidentes y el mal ya no dominará mas al pueblo judío, (Raaia Mehemna). El mal será en esa era constructivo. Porque así como la cáscara protege la fruta pero no debe mezclarse con ella, una vez que la cáscara (klipa) global es separada de la bondad y restaurada a su debido lugar, seremos capaces de utilizar su gran poder (que tiene la forma de la ambición y similares) para elevar la bondad a alturas superiores. La segunda etapa en la remoción del mal ocurrirá después de los días del Mashiaj y en medio de la resurrección que recreará el mundo. El mal concluirá su tarea, solo perdurará la bondad y reinará la verdad Divina. Por lo tanto la resurrección es el objetivo de la Creación, "creando una morada para Dios en los mundos inferiores". Una vez que se logre este objetivo, el pueblo judío concluirá su avoda (servicio, labor extenuante) del galut y finalmente los justos se sentarán con sus coronas sobre sus cabezas, complaciéndose en el esplendor de la Shejina (Presencia Divina) (Talmud, Berajot 17a).