Sobre Rabí Israel Meir de Radin “el Jafetz Jaim” cuentan que en toda ocasión solía entrenar y prepararse a sí mismo para las diversas tareas sagradas del futuro Beit HaMikdash, pues Él era cohen y estaba seguro que tendría el privilegio de servir en el Gran Templo de Jerusalem, enseguida con la llegada del Mashiaj. La exigencia no era solo propia, sino le pedía también a otros cohanim estudiar sistemáticamente todas las leyes sagradas, diciéndoles que el Mashiaj ya viene y reconstruye el Beit HaMikdash y los cohanim deberían estar preparados de inmediato. En sus cartas enfatizaba
que si los grandes sabios lo escucharan y compondrían libros sobre las tareas sagradas y el Gran Templo, se aceleraría en gran forma la llegada de la Gueulá. Quienes manejaban las carretas en sus viajes contaban, que el Jafetz Jaim nunca les daba permiso para detenerla para ascender o descender de esta, sino que saltaba sobre o desde ella cuando lo deseaba; pues la razón era que los cohanim fueron bendecidos con agilidad, entonces él debía entrenarse en velocidad para el servicio sagrado del Beit HaMikdash. (Emunat Israel)
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