Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
_________________________________________________________

Maalatan shel Israel - Las virtudes del pueblo de Israel - 10 de Tevet 5751 (Primera parte)

1. La Parshá Vaieji[1] comienza con, “Y Iaakov vivió”[2] es la conclusión del Libro de Bereshit, el primer libro de la Torá[3]. Al final de esta parshá, es una costumbre judía[4] declarar, Jazak, Jazak, Venitjazek, ("Sé fuerte, sé fuerte y fortalezcámonos"). Esta declaración fortalece y alienta[5] al pueblo judío en todas sus preocupaciones. Con respecto a la continuación de la vida en curso, Iaakov es superior a los otros dos patriarcas, Abraham e Itzjak. Comentando la expresión del versículo, “Y Iaakov vivió”, el Talmud afirma[6] que “Iaakov, nuestro antepasado, no murió”. Luego de que surge una protesta ante esta declaración: "¿Fue en vano que fue elogiado en un discurso fúnebre, embalsamado y enterrado?", el Talmud responde:

Este concepto se deriva de la explicación profunda de un versículo. Está escrito[7]: “No temas, Mi siervo Iaakov, dice Di-s, No te angusties, oh Israel, pues Te salvaré de lejos y a tu descendencia de la tierra de su cautiverio”. Se establece una igualdad entre Iaakov y sus descendientes.

Por lo tanto, Rashi explica[8] que "Y Iaakov vivió", significa "Iaakov vive para siempre".

Dado que nuestros sabios descubrieron el concepto de que “Iaakov, nuestro antepasado, no murió”, de la igualdad establecida entre Iaakov y sus descendientes[9], se puede entender que existe una interdependencia entre los dos, la continuación de la “vida” de Iaakov depende sobre sus descendientes. Es porque “su descendencia está viva”, que “él está vivo”.

Este concepto de vida continua se menciona con respecto a Iaakov y no con respecto a Abraham e Itzjak, porque, en un sentido completo, el concepto de que "sus descendientes están vivos" se aplica solo a Iaakov. Como lo expresaron los sabios, “la cama de Iaakov está completa”[10]; es decir, todos sus hijos eran justos y su descendencia se convirtió en el pueblo judío. En contraste, de Abraham descendió Ishmael y de Itzjak, descendió Esav[11]. Por lo tanto, el concepto de que él está "vivo" porque "sus descendientes están vivos" es apropiado solo para Iaakov[12].

Esta conexión única con sus descendientes resulta[13] del hecho de que Iaakov personifica el atributo de la verdad, como está escrito[14]: “Tú dotas a Iaakov con la verdad”. La naturaleza de la verdad es que desciende e impregna todos los niveles, desde los picos más altos hasta las profundidades más bajas, con una integridad constante. Por lo tanto, todos los descendientes de Iaakov (incluidos los nacidos en cada generación posterior[15]) están vivos: Revelan la dimensión eterna de la vida de Iaakov en este mundo[16].

Con base en lo anterior, podemos apreciar el aliento, jizuk en hebreo, (y de una manera triple: Jazak, Jazak, Venitjazek), que la conclusión del Libro de Bereshit otorga al pueblo judío[17]. Bereshit describe la vida de los Patriarcas[18], de los cuales nuestros sabios afirman[19], “Los hechos de los Patriarcas son una señal para (y un suministro de fuerzas a) sus descendientes”. Al concluir con la vida de Iaakov que, como se explicó anteriormente, depende de la vida de sus descendientes, el libro Bereshit alude al hecho de que cada uno de los descendientes de Iaakov, es decir, todos y cada uno de los judíos en todas y cada una de las generaciones[20], están vivos. Dondequiera y cuandoquiera que viva, disfruta de la vida verdadera, porque “Tú que te apegas al Eterno[21], tu Di-s, estás vivo”[22]. Esta vida surge de una conexión con Su Torá, “la Torá de la vida”[23], y sus mitzvot, acerca de las cuales se dice: “Y vivirás en ellas”[24].

La premisa anterior parece abierta a un cuestionamiento: Dentro de la historia judía, siempre ha habido, como los hay hoy, algunos miembros del pueblo judío que, al menos en apariencia, no llevan su vida diaria de acuerdo con las directivas de la Torá y sus mitzvot. Si es así, ¿Cómo podemos decir que todos los descendientes de Iaakov están vivos debido a su conexión con la Torá?

La respuesta a esta pregunta se alude en la exposición del concepto del Talmud: “Iaakov, nuestro antepasado, no murió”. En respuesta a la pregunta, “¿No fue llorado, embalsamado y sepultado?” el Talmud responde: “Este concepto se deriva de la exégesis de un versículo. Está escrito: "No temas, Mí siervo Iaakov...", se establece una ecuación entre Iaakov y sus descendientes”. Dado que “el concepto se deriva de la exégesis de un versículo” del Tanaj, evidentemente es cierto. Aunque los acontecimientos de este mundo puedan dar la impresión de lo contrario, “sólo parece que murió: Está vivo”.

Lo mismo se aplica a sus descendientes. Dado que el Tanaj declara explícitamente que están vivos[25], esto es, sin dudas, cierto. Un énfasis en su fracaso en comportarse de acuerdo con la Torá y sus mitzvot representa solo una apreciación superficial de su ser porque, en verdad, “están vivos”. Además, decir que hay falta de vida en cualquiera de los descendientes de Iaakov resta valor a la vida de Iaakov mismo, porque su "vida" depende de la de ellos, por así decirlo.

La apreciación de cómo tales individuos están, en verdad, “vivos” depende de la declaración de nuestros sabios[26]: “Aunque un judío peca, sigue siendo judío”[27], y de la sentencia de Maimónides que[28]:

“Una persona cuyo ietzer hará, lo obliga a oponerse a la realización de una Mitzvá o cometer un pecado... [todavía] quiere ser parte del pueblo judío y desea cumplir con todas las mitzvot y separarse del pecado. Es solo su ietzer hará lo que lo obliga [a hacer lo contrario]".

Para un judío, violar una de las directivas de la Torá es solo un fenómeno superficial: Fue en contra de su verdadera voluntad cuando se vio obligado a actuar como lo hizo. ¿Qué es lo que realmente desea? “Ser parte del pueblo judío y ... cumplir todas las mitzvot...”. Por lo tanto, independientemente de su conducta real, él es judío y comparte una conexión con toda la Torá.

Este concepto también se refleja en el versículo[29]: “La Torá que Moisés nos ordenó es una herencia para la congregación de Iaakov”. La ley prescribe que una herencia se transfiere a un heredero independientemente de su posición personal o conducta. De manera similar, debido a que un judío es descendiente de Iaakov[30], la Torá se convierte en suya.

Hay una alusión a este concepto en el versículo final de nuestra sección de la Torá:[31] “Y lo colocaron (a Iosef) en un ataúd en Egipto”. Durante el exilio de los judíos en Egipto, el ataúd de Iosef permaneció allí. Cuando los judíos salieron de Egipto, la Torá relata[32]: “Y Moshé se llevó los huesos de Iosef con él porque Iosef había hecho jurar a los israelitas diciendo: Di-s seguramente te recordará; debes [entonces] llevarte mis huesos de aquí contigo”.

En hebreo la palabra "huesos" es Atzamot y se relaciona con la palabra hebrea Etzem, que significa "esencia"[33]. Iosef también se usa como el nombre del pueblo judío en su conjunto (como en el versículo[34]: “Pastor del rebaño de Iosef ”). En este contexto, la colocación de Iosef en “un ataúd en Egipto” puede explicarse de forma positiva. Incluso cuando los judíos están en Egipto, es decir, incluso cuando hay fuerzas que causan dificultades a los judíos[35] (incluidas las dificultades causadas por el propio ietzer hará), la esencia de los judíos (los huesos de Iosef) están intactos, protegidos en un ataúd, es decir, cerrado por todos lados de cualquier influencia indeseable.

Además, el ataúd de Iosef también está conectado con el arca del pacto que contenía las tablas de los Diez Mandamientos y un rollo de la Torá. (En hebreo, la palabra Aron se usa tanto para “arca” como para “ataúd”). Nuestros sabios relatan[36], que durante todo el tiempo que los judíos estuvieron en el desierto, “estos dos aronot (el ataúd de Iosef y el arca del pacto) ...viajaban uno al lado del otro”.

Hay una interconexión entre los dos. El arca del pacto protegía la esencia del pueblo judío. Esto se alude en el hecho de que los Diez Mandamientos estaban “grabados en las tablas”[37].  Esto implica que los mandamientos son parte integral de las tablas mismas en una medida, en que es imposible separarlos[38]. De forma similar, la conexión entre los judíos y la Torá está grabada en su propio ser y se fusionan en una sola entidad.

Independientemente de la aparente conexión de un judío con la Torá (es decir, incluso cuando su relación con el arca del pacto está oculta[39]), es imposible hacer una separación entre un judío y la Torá. Siguen siendo una entidad. Como dice el Zohar[40]: “Israel, la Torá y El Santo, Bendito Sea Él, son uno”.

Esto nos enseña una lección sobre el aliento que se debe dar a los judíos mientras están en el exilio, incluido este exilio actual. En efecto, por la duración y la dificultad de este exilio, tal aliento es particularmente necesario. Por lo tanto, la Torá nos enseña que “Iaakov está vivo”, porque “sus descendientes están vivos”. Esto enfatiza la verdadera identidad de cada judío, es decir, cómo está “vivo”, ya que está conectado con la “Torá de la vida”. Independientemente de su conducta actual, tiene el potencial, al volverse al camino de la Teshuvá (retorno a Di-s) y, posteriormente, a través de la observancia de la Torá y sus Mitzvot, para revelar su verdadero yo. La conciencia de este potencial fortalece y anima a expresar esta “vida” esencial de manera abierta y revelada en su conducta diaria.

2. Lo anterior también revela la falla implícita en el enfoque que critica duramente a aquellos judíos que en la actualidad no observan la Torá y sus Mitzvot y los amenaza con una ominosa retribución Divina. Tal enfoque no alienta a nadie a aumentar la práctica judía o a una mayor observancia de la Torá y sus Mitzvot. Todo lo contrario: Debilitará el sentimiento de mucha gente por el judaísmo y los alejará de la Teshuvá. La experiencia ha demostrado claramente que (en especial, en la generación actual), la única forma de acercar a un judío a Di-s es sugerirle, de una manera agradable y amorosa, que mejore su conducta[41]. Así, nuestros sabios afirman[42]: “Que Moshé los reprenda, porque él los ama”[43].

Esto es particularmente relevante en la generación actual, ya que aquellos que no observan la Torá y sus Mitzvot son considerados Tinokot SheNishbú, (lit. "bebes secuestrados"), individuos que fueron privados de un entorno infantil propicio para la observancia de la Torá. Como Maimónides escribe[44]:

Cada uno de los hijos de aquellos individuos errantes y sus nietos que fueron descarriados por sus padres y nacieron entre los caraítas (quienes renegaban de la Santidad de la Torá) y criados con sus creencias[45], son considerados como un Tinok SheNishbá, un bebe capturado y criado por ellos[46]. Tal persona no está ansiosa por defender los caminos de las Mitzvot. Se le considera como alguien retenido por fuerzas que escapan de su control. Esto se aplica incluso si después escucha que es judío y se encuentra con judíos y su fe. Él todavía es considerado como alguien retenido por fuerzas fuera de su control, porque fue criado en sus caminos errantes...Por lo tanto, es adecuado tratar de motivarlos al arrepentimiento y acercarlos con palabras de paz hasta que regresen al poderoso pilar de la Torá.

Hay razones adicionales por las que no debemos reprender a nuestros hermanos judíos amenazándolos con la retribución Divina y calamidades. (De hecho, tales posibilidades ni siquiera deberían mencionarse, de acuerdo con la directriz de nuestros sabios, "No pronuncies palabras que empoderen a las fuerzas del mal"[47]). Además de las repercusiones negativas que trae tal enfoque, tales declaraciones son directamente opuestas a la verdad, lo opuesto directo al respeto por Di-s, y lo opuesto directo al respeto por el pueblo judío. Esto requiere una explicación:

Maimónides escribe[48]:

La cuenta de pecados y méritos no se calcula sobre la base del mero número de méritos y pecados, sino también considera su magnitud. Algunos méritos particulares pueden pesar más que muchos pecados. La ponderación de los pecados y los méritos se lleva a cabo de acuerdo con la sabiduría del Di-s Omnisciente (Que todo Lo sabe). Sólo Él, sabe medir los méritos frente a los pecados.

En particular, esto es relevante en la generación actual, ya que aquellos que no observan la Torá y sus Mitzvot son Tinokot SheNishbu. Por lo tanto, se considera que su observancia se ve impedida por fuerzas fuera de su control. Nuestros sabios afirman[49] que Di-s, el Misericordioso absuelve a tal persona de responsabilidad.

Por el contrario, debemos reconocer que estos mismos Tinokot SheNishbu cumplen muchas Mitzvot (porque, como señalan nuestros Sabios[50], todo judío tiene numerosas Mitzvot en su haber). ¡Cuán entrañablemente estos actos deben ser apreciados por Di-s![51]

Además, en las últimas décadas hemos sido testigos de un nuevo despertar por parte de muchos de estos individuos para volver a la Torá y sus Mitzvot. Decenas de miles de judíos se han vuelto completamente observantes, y este movimiento continúa creciendo y aumentando.

En consideración de todo lo anterior, ¿Quién se atrevería a pensar (con mera sabiduría humana) y transmitir de las deficiencias de la generación? ¿Quién, además, se atrevería a pronunciar el pensamiento de que debido a que hay algunos individuos que hoy en día, no observan la Torá y sus Mitzvot, esta generación es merecedora de la retribución más extrema y horrible, Di-s libre? Esto es directamente opuesto a la decisión dictada por la Omnisciencia de Di-s en Su Torá, que establece que estos individuos son Tinokot SheNishbu y son perdonados por Su Misericordia.

Es una blasfemia describir a Di-s como alguien que cuenta los pecados, esperando (Di-s libre) hasta que se colme la medida, para ejecutar la retribución por todos estos pecados, y luego comenzando una nueva cuenta y esperando (Di-s) hasta que la medida se llene nuevamente. Esto lo representa como un rey cruel que quiere castigar a su pueblo.

La verdad es todo lo contrario. Di-s es “el Padre Todo Misericordioso”. La Torá y nuestros sabios abundan en referencias a Su naturaleza misericordiosa, comenzando con los Trece Atributos de la Misericordia[52] que comienzan, “Di-s, Di-s[53], Di-s benévolo[54], compasivo y misericordioso, lento para la ira y abundante en bondad... perdonando la iniquidad, la transgresión y el pecado".

Nuestros sabios relatan[55] que, en lugar de contar los pecados, Di-s está involucrado en actividades que traen alegría y felicidad a la humanidad. Dicen: ¿Qué hace Él desde la Creación del mundo? Él arregla matrimonios. (Esto, a su vez, conduce a una mayor felicidad, el nacimiento de hijos[56] e hijas). De manera similar, estas bodas se relacionan con el placer de la Redención final[57] ya que el vínculo que se establecerá entre Di-s y el pueblo judío en ese momento, también es descrito por la metáfora del matrimonio[58]. La conexión entre los dos se alude en las bendiciones de la boda, “Que pronto se oiga en las ciudades de Iehuda y en los atrios de Jerusalem, la voz de regocijo y la voz de alegría, la voz de un novio y la voz de una novia"[59].

Además, incluso si después de esperar pacientemente el arrepentimiento, Di-s siente que es necesario castigar a Su pueblo[60], el castigo no se otorga por venganza, sino por el bien del hombre, para limpiarlo y purificarlo del pecado[61]; citando al Alter Rebe[62]: "Como un padre misericordioso, sabio y justo que castiga a su hijo...o como un rey grande y temible que ama tanto a su hijo que lo limpia personalmente de su inmundicia".

Además, a pesar de que el castigo es por el bien del hombre y es una expresión del gran amor de Di-s por él, dado que el castigo trae incomodidad al hombre, Di-s también siente incomodidad, por así decirlo, cuando lo administra[63]. Así nuestros sabios describen[64]: "Cuando una persona sufre, la Presencia Divina... dice: Me duele la cabeza, me duele el brazo[65]". Asimismo, hay un versículo en el que Di-s promete: "Estaré con ellos en su aflicción"[66]; “Cada vez que [el pueblo judío] sufre dificultad, Él también sufre”[67].

Las declaraciones que amenazan con una calamitosa retribución Divina son directamente opuestas al respeto por el pueblo judío.

Los judíos son hijos de Di-s, por así decirlo, como está escrito[68]: “Ustedes son hijos del Eterno, su Di-s”; está escrito, además que[69] “Israel es mi hijo primogénito”. En consecuencia, Di-s los ama, como está escrito[70]: "Te amo, declara Di-s"; y, como está escrito en otra parte, “Israel es un joven y yo lo amo”[71]. De hecho, como enseñó el Baal Shem Tov[72]: “Di-s ama a cada judío más de lo que los padres aman a un hijo único que les ha nacido en su vejez”.

En consecuencia, Di-s no puede, por así decirlo, soportar escuchar ninguna conversación desfavorable sobre Sus hijos. Además, tales palabras Lo lastiman, como lo implica el versículo[73]: “El que te golpea es como quien hiere a [Di-s] en el ojo”. De hecho, incluso los profetas, “a través de los cuales habló el espíritu de Di-s, y Sus palabras estaban en la lengua de ellos”[74], fueron reprendidos y castigados por hablar con dureza contra los judíos. En este contexto, nuestros sabios enseñan[75]: “Di-s no aprueba a quien calumnia a Israel”. Como ejemplo, citan a Ieshaiahu, el más grande de los profetas[76]. Cuando le dijo a Di-s: “Estoy habitando entre un pueblo de labios inmundos”[77], Di-s respondió: “Ieshaiahu, tienes derecho a hablar de ti mismo y decir que tienes labios impuros. ¿Cómo puedes hacer tales declaraciones sobre Mi pueblo?[78]”. ¿Qué está escrito después de esto? “Uno de los ángeles voló hacia mí con un carbón encendido en la mano”[79]. En este versículo la palabra hebrea para carbón es "ritzpa", que en el Midrash se explica como "rotz pe, retzotz pe", que significa: “Destruida sea la boca [de aquel que calumnia a Mis hijos]”[80]. Mensajes similares fueron dados a otros profetas de Israel.

Comentando esta enseñanza, Maimónides escribe:[81]

Si los pilares del mundo [es decir, los profetas] fueron castigados de esta manera por hacer algunas declaraciones leves sobre el pueblo judío, cuánto más [se aplica esto] cuando un indigno de entre los indignos del mundo deja que su lengua hable libremente contra el pueblo judío llamándolos transgresores y malvados.

De manera similar, Maimónides escribe[82]:

No es apropiado que una persona hable a la gente, hasta que haya repasado varias veces lo que pretende decir... Cuánto más, cuando una persona escribe, debe repasar mil veces su trabajo para ver si es correcto. Este hombre, sin embargo, escribió estos graves asuntos en un documento... y los hizo circular por todas las ciudades y estados. Al hacerlo, oscureció los corazones de la gente, enviando oscuridad.

3. Hay una dimensión adicional en la gravedad de amenazar al pueblo judío con una sanción Divina. Nuestros sabios enseñan[83]: “No pronuncies palabras que faculten a las fuerzas del mal”. Para ilustrar este principio, nuestros sabios citan los siguientes dos versículos y explican su conexión[84]: “Deberíamos haber sido como Sodoma” y “Escuchen la palabra de Di-s, capitanes de Sodoma”. Ieshaiahu comparó[85] a los judíos con el pueblo de Sodoma y, ante esa sugerencia, el atributo Divino del juicio respondió que la comparación estaba en su lugar, que eran aptos para ser juzgados como Sodoma[86].

De esto, también podemos inferir una lección positiva sobre cuán importante es hablar favorablemente de nuestros hermanos judíos. De hecho, nuestros sabios enseñan[87] que los atributos benévolos de Di-s pueden despertarse más fácilmente que aquellos asociados con la sanción.

Si una mera comparación desfavorable despierta el atributo Divino del juicio y faculta al fiscal celestial a acusar a los judíos, aunque Di-s seguramente no escuchará al fiscal y, de hecho, lo reprenderá[88], cuánto más harán las declaraciones positivas, las palabras que enfatizan las virtudes del pueblo judío tienen un efecto poderoso. Di-s quiere que destaquemos las virtudes de nuestro pueblo y, cuando lo hagamos, Él sin duda escuchará nuestras palabras y los ayudará[89].

Encontramos en Guideón que “en sus días[90], el pueblo judío estaba con aflicción y El Santo, Bendito Sea Él, buscaba a una persona que encontrara mérito en ellos...por cuanto que se halló mérito en Guideón a causa de que encontró mérito en ellos[91], enseguida, se le reveló un ángel de Di-s, como está dicho[92]: “Y se le apareció a él un ángel de Di-s y le dijo, ve con este poder, el poder del mérito que hallaste en los hijos de Israel”[93]. “Dijo El Santo, Bendito Sea Él, está en ti, el poder, para encontrar defensa a los hijos de Israel[94], por tu mérito, ellos serán redimidos”[95].

Encontrar mérito con respecto al acercamiento y a la aceleración de la Redención [es lo siguiente]: Por cuanto, que ya en el tiempo del Talmud “se vencieron todos los plazos”[96] y con mucha más razón [que ya se han superado todas las fechas], luego del alargamiento y de la dureza del exilio en el transcurso de más de mil novecientos años y todavía no ha llegado... y en relación a la Teshuvá (esto sólo depende de la Teshuvá), ya hicieron Teshuvá [arrepentimiento/retorno, un requisito previo a la Redención]. De hecho, no hay ningún judío que no haya tenido un pensamiento de Teshuvá, (no sólo una vez sino) varias veces en el transcurso de su vida. Este pensamiento de Teshuvá puede transformar “en un instante”[97] a una persona completamente malvada en un individuo totalmente justo, de acuerdo a la sentencia del Talmud[98] sobre quien desposa a una mujer “con la condición de que soy un individuo (totalmente[99]) justo, incluso siendo previamente una persona completamente malvada, la mujer es consagrada en matrimonio, pues quizás tuvo un pensamiento de Teshuvá”. Por lo tanto, con certeza absoluta y seguridad total, que nuestro justo Mashíaj debe llegar de inmediato, enseguida, realmente. Y ahora, este ejercicio de encontrar méritos en sí mismo, debería ser suficiente para lograr la Redención. Además, sumado a encontrar méritos, la inminencia de la llegada del Mashíaj es también una resolución definida por muchos rabinos y autoridades de la halajá [ley de la Torá] en el pueblo de Israel. Y dado que “la Torá no está en los cielos"[100], esta resolución emitida por los tribunales terrenales “obliga”, por así decirlo, y también otorga un privilegio especial al tribunal celestial, ¡y así se establecerá!

4.En nuestros días, luego de que Di-s desahogara su ira en el Beit HaMikdash y después de “nuestras acciones y servicios espirituales en todo el transcurso de tiempo del exilio”, tras todos los decretos de opresión y persecución -Di-s nos cuide y proteja- que el pueblo judío ha soportado en este último, extenso y duro exilio y particularmente, la Shoá de la última generación, de la que ha quedado solo un remanente sobreviviente, "un leño salvado del fuego"[101], por lo tanto, sin ninguna duda, el proceso de refinación y purificación se ha completado totalmente, “suficiente y de sobra”. En consecuencia, (el actual) “sitio del rey de Babilonia” ha adquirido una connotación exclusivamente positiva, visible y manifiesta, incluso a los ojos físicos. En palabras de nuestros sabios: “El Santo, Bendito Sea Él, le dice a Israel: “Hijos míos no teman, todo lo que hice, no lo hice sino por ustedes… ¡llegó el tiempo de vuestra Redención”!

La profecía de Zejaria (se lee en la Haftará de Shabat Janucá) relata:

Y Di-s le dijo al Satán (el nombre que representa a las fuerzas del mal): “Di-s te recriminará Satán; Di-s, Quien eligió a Jerusalem, te reprenderá, porque he aquí, este hombre (Iehoshúa ben Iehotzedek) es un leño salvado del fuego”.

Di-s mismo reprende al Satán que actúa como adversario contra el pueblo judío. ¿Por qué? Porque Di-s “elige a Jerusalem”. En hebreo Jerusalem es Ierushalaim, que es una combinación de dos palabras hebreas, irat ("temor") y shalem ("completo")[102]. Por lo tanto, Jerusalem indica un estado en el que una persona se encuentra en completo temor reverencial por Di-s.[103] Este la cualidad la posee cada judío, que es elegido por Di-s.

Si esta virtud innata no es suficiente, al reprender al Satán, Di-s enfatiza: “Este hombre es un leño salvado del fuego”. Como explican nuestros sabios: “Es decir, sólo ha sobrevivido un pequeño remanente de Israel...¡¿y te atrevéis a señalar sus faltas para que Yo los destruya?!”[104].

En nuestros días, poco después de la Shoá, ¿Quién puede atreverse a señalar con un dedo acusador a los restos del pueblo judío, “un leño salvado del fuego”, y decirles que su conducta provocará una segunda Shoá, Di-s libre? Que tales calamidades nunca se repitan.

Tales declaraciones son más severas cuando, además de señalar con el dedo acusador a nuestra generación, se profana el honor de los mártires que perecieron al Kidush Hashem (Santificando el Nombre de Di-s), al justificar la Shoá como si fuera un castigo por sus pecados.

El cielo no permita que una persona pronuncie tales palabras. A veces ocurren eventos indeseables, no como castigo por los pecados, sino debido a un decreto Divino insondable, un decreto que trasciende cualquier explicación. Así relatan nuestros sabios[105] que cuando Moshe protestó por la cruel muerte sufrida por Rabí Akiva, Di-s respondió: “Cállate. Esto es lo que surgió en Mi pensamiento".

Debemos explicar: En general, cuando nos enfrentamos a eventos indeseables, debemos darnos cuenta de que “El Santo, Bendito sea Él, no juzga sin razón”[106], es decir, estos eventos resultan de faltas en nuestra conducta. Sin embargo, también hay excepciones a esta regla. El ejemplo clásico es el pacto de Di-s con Abraham en el que le informó que sus descendientes serían esclavizados y oprimidos durante cuatrocientos años[107]. Lejos de ser el resultado de los pecados de nuestro pueblo, este exilio fue predestinado por decretos Divinos insondables[108].

Lo mismo se aplica a la Shoá. La crueldad extrema a la que fueron sometidos los seis millones de mártires no tiene paralelo. Nadie, ni siquiera el mismo Satán, podría encontrar pecados que justificaran tal sufrimiento. No puede haber explicación dentro de la Torá para tal Shoá. Todo lo que podemos hacer es darnos cuenta de que esto escapa a la razón humana e ingresa en el misterio de lo Divino, “Esto es lo que surgió en Mi pensamiento”; “Es un decreto Mío”[109].

Di-s no deseaba, como expresión de Su voluntad interior, que sucediera tal sufrimiento. Por el contrario, como se mencionó anteriormente, cuando los judíos sufren, Él sufre con ellos. Más bien, este fue un caso en el que “te he abandonado por un breve momento”[110]. De ninguna manera, puede esto justificarse como un castigo por los pecados[111].

Por el contrario, todos los que perecieron en la Shoá son Kedoshim (mártires sagrados) y, de hecho, es una práctica común referirse a ellos de esta manera[112]. El hecho de que fueran asesinados por ser judíos hace que su muerte se considere un Kidush Hashem, Santificación del Nombre de Di-s[113].

Di-s, con total seguridad, vengará su sangre, como decimos en la oración que comienza con Av HaRajamim (Padre Misericordioso) que decimos en la mañana de Shabat:

"Recuerde con misericordia...las santas comunidades que dieron su vida por la Santificación del Nombre Divino....como está escrito en la Torá de Moshe[114]: “Él vengará la sangre de Sus siervos” ...y en las Sagradas Escrituras está dicho[115]: “Sea conocida entre las naciones, ante nuestros propios ojos, la retribución de la sangre derramada de Tus siervos".

Por lo tanto, Di-s declara que estos mártires son Sus siervos[116]. (Esta definición es significativa, ya que un siervo no tiene una existencia independiente de la existencia de su amo y se considera una extensión de él[117]). Además, Di-s promete aquí, que Él vengará su sangre, porque su muerte fue en contra de Su voluntad, por así decirlo.

El mismo hecho de que murieran en Kidush Hashem, Santificando el Nombre de Di-s, independientemente de cualquier otra virtud que tuvieran, (y de hecho eran virtuosos, porque, en general, fue el más refinado y el más justo de nuestro pueblo, los que murieron en la Shoá), los elevó, a tal nivel[118] que “ninguna criatura puede permanecer en Su presencia”[119].

Está absolutamente fuera de discusión usar a la Shoá como ejemplo para personas que fueron castigadas por sus pecados, y particularmente impensable usar su memoria como una vara para amenazar a la generación actual, heredera del legado de Santidad que ellos dejaron.

Seguramente, esas palabras no tendrán efecto alguno, y en cambio seremos testigos del cumplimiento del resto de la profecía de Zejaria: “He quitado de ti tu transgresión y te he vestido con ropas finas[120]…Y el ángel que habló conmigo volvió me despertó...y respondí: Veo un candelabro enteramente de oro”[121]. La Menorá es el símbolo de todo el pueblo judío[122]. De igual manera, veremos cómo cada miembro de nuestro pueblo brilla con “la vela de la mitzvá y la luz de la Torá”[123].

* * *

5. Se puede establecer una conexión entre lo anterior y entre el ayuno del 10 de Tevet. Esa fecha conmemora el sitio de Jerusalem por parte de Nabucodonosor. Marca el primero de los cuatro días de ayuno relacionados con la destrucción del Beit HaMikdash y, por lo tanto, es más severo en algún aspecto que el resto de los ayunos, incluso que Tisha BeAv. Esto se refleja en la resolución[124] de que, si el 10 de Tevet cayera en Shabat, el ayuno no se pospondría, porque está escrito[125]: “En ese mismo día...”[126].

El versículo dice: “El rey de Babilonia puso a Jerusalem bajo sitio”. Significativamente, el verbo que usa para comunicar este concepto, "samaj", generalmente se emplea en un contexto positivo y significa "apoyo". En nuestras plegarias, por ejemplo, usamos la expresión Somej Noflim, "Él sostiene a los caídos". Es difícil comprender la razón por la cual, el profeta usa un término con una connotación positiva para un evento tan indeseable, el comienzo de la secuencia de destrucción y exilio[127].

Esta dificultad se puede resolver de la siguiente manera: Di-s inicia la comunicación con el profeta Iejezkel con la siguiente instrucción: “Hijo de hombre, escribe para ti, el nombre de este día”; lo que implica que la descripción del profeta (en contraste con la forma en que se relata la narración en el libro Melajim y en el libro de Irmiahu) no solo relata los eventos históricos que ocurrieron, sino que comunica el significado interior de la destrucción y el exilio.

Aunque estos eran sucesos aparentemente negativos, tenían la intención, no de castigar a las personas como un acto de venganza, sino de elevarlos a un nivel más alto de servicio. Al usar el término "samaj" en relación con Jerusalem (que, como se mencionó anteriormente, puede explicarse como una referencia al pueblo judío, que posee la cualidad de estar completo en su temor reverencial a Di-s), el profeta dio a entender que la intención Divina del sitio y asedio, era elevar a la ciudad y a su gente a un nivel más alto del que habían alcanzado anteriormente.

¿Por qué Nabucodonosor, el rey de Babilonia, pudo sitiar a Jerusalem? Solo porque, en última instancia, había una intención positiva en la secuencia, que finalmente beneficiaría al pueblo judío. Las naciones gentiles son sólo “un hacha en manos del leñador”[128]. No hay manera de que “el rey de Babilonia” pueda acercarse a Jerusalem, la ciudad de Di-s, ni tener influencia sobre los judíos, los hijos de Di-s, a menos que la intención profunda sea positiva.

En aquella época, sin embargo, esta intención positiva se manifestó en un sitio, destrucción y destierro, porque existía la necesidad de expiar los pecados. En nuestra época, en cambio, después de que Di-s ya haya descargado Su ira en el Beit HaMikdash y, particularmente, después de nuestro servicio a Él durante todo el exilio[129], y especialmente, después del mérito por el sufrimiento y la opresión a la que ha sido sometido nuestro pueblo a lo largo de generaciones, incluido el legado del martirio de la Shoá, ya no hay necesidad de tales medidas. Por el contrario, las actividades del rey de Babilonia conducirán al sentido más literal de "samaj", bien positivo y revelado para los judíos. Citando al Midrash[130]: Di-s les dirá a los judíos: “Hijos Míos, no teman, todo lo que hice[131], lo he hecho por vosotros. No temas; ha llegado la hora de vuestra Redención".

En nuestra generación (particularmente, en el presente año, año en que "Les mostraré maravillas"[132]), el énfasis principal en el 10 de Tevet (como en otros ayunos) debe dirigirse hacia la Teshuvá[133], fortaleciendo y alentando a todos y a cada uno de los judíos, enfatizando que Di-s lo ama tal como es. Este amor le da a cada individuo el potencial, independientemente de su nivel actual de observancia, para alcanzar el pleno cumplimiento de la Torá y sus Mitzvot. Del mismo modo, debemos reforzar la fe de nuestro pueblo en la inminencia de la llegada del Mashíaj, y enfatizar cómo podemos acelerar su venida a través de nuestro servicio a Di-s. Citando al Rebe anterior, “Si es inmediata la Teshuvá; inmediatamente, procederemos a la Redención”[134]. “Israel, regresa al Eterno, tu Di-s. Prepárate tú y tu familia para recibir al Mashiaj, que vendrá en un futuro muy cercano”[135].

Este énfasis en los conceptos anteriores se refleja en las diferentes prácticas relacionadas con la observancia de un ayuno comunitario: La lectura de la Torá, la Haftará y los párrafos adicionales a nuestras plegarias, en particular, con el primero de esos ayunos, el Diez de Tevet.

En un día de ayuno, leemos (tanto en las plegarias de la mañana como de la tarde), el pasaje de la Torá que incluye los Trece Atributos de la Misericordia[136]. En este contexto, nuestros sabios relatan[137]:

El Santo, Bendito Sea Él, se envolvió [en un talit] como un jazán y le mostró a Moshe, el orden de la plegaria[138]. Le dijo: “Cada vez que los judíos pequen, que sigan esta práctica y los perdonaré”.

Hay un pacto establecido con respecto a estos Trece Atributos, que [si los judíos los pronuncian en la oración en sus días de ayuno] no quedarán sin respuesta. Esto está [implícito en] el versículo [que se lee en la última parte de este pasaje de la Torá]: “He aquí, estoy estableciendo un pacto…”[139].

De manera similar, la conclusión de este pasaje, “Haré maravillas[140] delante de todo tu pueblo que nunca antes se han hecho... y todo el pueblo verá...”, se relaciona con el presente año, un año en el que “Les mostraré maravillas".

La Haftará comienza[141]: “Busca a Di-s mientras pueda ser encontrado, llámalo mientras esté cerca”, enfatizando que Di-s está “cerca” de cada judío. La conciencia de Su cercanía con cada individuo alienta a “al malvado a abandonar su senda... y vuelva a Di-s, que tendrá compasión de él y a nuestro Di-s, porque Él será amplio en perdonar”[142].

La Haftará continúa[143]: “Porque Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni Mis caminos, vuestros caminos”. Cualquiera que abogue por criticar duramente a una persona indigna y amenazarlo con la retribución Divina debe darse cuenta de que “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos”; Di-s tiene Sus escalas para evaluar méritos y pecados, escalas que trascienden el alcance de la sabiduría humana. De manera similar, esa persona debe reconocer que “Mis caminos no son vuestros caminos”, porque los caminos de Di-s, nuestro “Padre Todo-Misericordioso”, son los caminos de la paz, la amistad y la alegría[144].

La Haftará también enseña cómo Di-s alienta al pueblo judío a realizar Mitzvot, informándoles de la inminencia de la Redención: “Cuida la justicia y practica la rectitud, porque pronto llegará Mi liberación y Mi justicia a ti será revelada”[145]. Aquí Di-s le dice a Su pueblo que la Redención está cerca, para que se preparen para ella[146].

La conclusión de la Haftará se enfoca directamente en la Redención, describiendo cómo Di-s promete llevar a los judíos “a Mi montaña sagrada y hacer que se regocijen en Mi casa de oración; sus ofrendas y sus sacrificios serán favorablemente aceptados sobre Mi altar”[147]. No solo "las plegarias de nuestros labios compensarán la ofrenda de toros”[148], sino que podremos traer los sacrificios mismos en el Beit HaMikdash.

El versículo final[149] describe a Di-s como Aquel “Quien reúne a los dispersos de Israel”, y transmite Su garantía: “Aún reuniré a otros, además de los que ya están reunidos”; es decir, Di-s reunirá a los “dispersos de Israel”[150], no solo al pueblo como un todo, sino a cada individuo, como está escrito:[151] “Serán recogidos uno por uno, hijos de Israel”.

La inminencia de la Redención Futura también se refleja en las oraciones especiales de las plegarias de Selijot instituidas para un día de ayuno (además de la adición de la bendición Anenu en el Shemoné Esré[152]). En el día Diez de Tevet, estas plegarias comienzan con los siguientes versículos:

"Porque con Di-s hay bondad, y con Él, abundante liberación[153]. Di-s, redime a Israel de todas sus aflicciones[154]. Y Él redimirá a Israel de todas sus iniquidades"[155].

Recitamos los versículos en este orden, que difiere del orden en que se encuentran en el Libro de Tehilim, donde el primer y el tercer versículo son consecutivos[156], para enfatizar que primero, Di-s redimirá a los judíos de sus dificultades, incluida la aflicción más severa de todas, el exilio. Sólo después, Él[157] los redimirá de sus pecados. Esto implica que Di-s redimirá a Israel incluso antes de que se arrepientan[158]; “Los pecados no detendrán a la Redención, porque Él redimirá a Israel del pecado”[159].

Este concepto se refleja en el versículo: "Mi E-l kamoja"[160], “¿Quién es un Di-s como Tú, que perdona la iniquidad y perdona la transgresión del remanente de Su heredad? Él no mantiene Su ira para siempre, porque Él desea [practicar] la bondad”. Los sabios explican que “el remanente de Su heredad” se refiere a “aquellos que quedan después de Jevlei Mashíaj (los dolores de parto que preceden a la llegada del Mashíaj)”[161]. Para esa generación, para usar la frase empleada anteriormente, para “el leño salvado del fuego”, Di-s “pasará por alto la iniquidad sin dar retribución por ella, avanzando sin tomar aviso alguno”[162].

“El remanente de Su heredad", los que queden en el tiempo de la llegada del Redentor...no serán dignos de ser redimidos por su conducta indigna. Sin embargo, Él no tomará en cuenta sus obras porque "Él desea practicar la bondad…Su bondad vencerá a sus pecados cuando llegue el tiempo de la Redención”[163].

Lo arriba mencionado es, por supuesto, totalmente apropiado ahora, cuando “todos los plazos señalados para la llegada del Mashíaj han vencido” y, como se explicó anteriormente, nuestro pueblo ya ha retornado a Di-s en Teshuvá. Así, con certeza, Di-s cumplirá de inmediato las peticiones del pueblo judío, y “redimirá a Israel de todas sus aflicciones”[164].

Las virtudes del pueblo judío y la inminencia de la Redención también se enfatizan en las bendiciones del Shemoné Esré (que son realzadas[165] por la influencia de un día de ayuno, “un momento grato para Di-s”[166]). Comenzamos el Shemoné Esré “uniendo[167] la Redención a plegaria”. Inmediatamente después[168] decimos: "Di-s, abre mis labios, y mi boca recitará Tus alabanzas”[169]. Es Di-s, y no la persona misma, Quien abre su boca, y son las palabras de Di-s las que la persona está recitando[170].

Después de esto, bendecimos a "nuestro Di-s, el Di-s de nuestros padres, el Di-s de Abraham...Itzjak...y…Iaakov". Dado que estos son “los padres” del pueblo judío, Di-s “traerá un Redentor a sus descendientes”.

Además, varias de las bendiciones del Shemoné Esré hablan de la redención; por ejemplo: “Bendito seas Tú Di-s, el Redentor de Israel”, "Quien reconstruye Jerusalem”, "Quien hace florecer el poder de la salvación”, "Quien restaura Su Divina Presencia a Tzion”. Si hubiera alguna duda de que Él cumpla estas bendiciones, estaría prohibido recitarlas pues no podemos pronunciar el nombre de Di-s en vano[171].

En conclusión: Que la discusión sobre la Redención y las plegarias de nuestro pueblo por la Redención apresuren su llegada, para que realmente podamos “unir la Redención a la plegaria" con la llegada de la inminente Redención. Y que esto suceda ya.

[1] El diez de Tevet como es costumbre en un día de ayuno, el Rebe Shlita pronunció un discurso de “Divrei Kibushin”, palabras destinadas a despertar pensamientos de Teshuvá. Dado que las charlas del siguiente Shabat, es decir, Parshat Vaieji, se relaciona con muchos de los mismos temas, las charlas de estas dos ocasiones se han combinado aquí y se publican juntos como una sola unidad.

[2] Tener en cuenta que Rambam, en Seder Tefilot kol HaShaná, impreso al final de Sefer Ahavá, se refiere a la Parshá con el nombre Vaieji Iaakov, “Y Iaakov vivió”. Este nombre también se encuentra en otras fuentes.

[3] El mismo nombre Bereshit, que significa “en el principio”, enfatiza el concepto de “primero”.

[4] Véase Shulján Aruj, Oraj Jaim en la conclusión del Capítulo 139. Véase también Likutei Sijot, vol. 25, pág. 474.

[5] La triple repetición, Jazak, Jazak, Venitjazek, en sí misma crea una jazaká, una secuencia triple de refuerzo. (Ver Baba Metzia 106b.)

[6] Taanit 5B

[7] Irmiahu 30:10

[8] Rashi en el lugar citado en Taanit

[9] La interdependencia entre Iaakov y sus descendientes se enfatiza aún más por el hecho de que nuestros sabios derivaron el concepto de que Iaakov no murió de la igualación establecida entre él y sus descendientes, y no del versículo (Bereshit 49:33), "Y expiró y fue reunido con su pueblo”. Rashi (en su explicación en este versículo y de manera similar, Tosafot en su comentario a Taanit) señala que, en contraste con los versículos que describen el fallecimiento de los otros patriarcas, este versículo no dice: "Y Iaakov murió". Esta omisión nos enseña que “Iaakov, nuestro Patriarca, no murió”. El hecho de que el Talmud, por el contrario, no derive el concepto de esta manera, sino que lo derive de la igualación que existe entre Iaakov y sus descendientes, implica que la vida continua de Iaakov depende de la de sus descendientes.

[10] Rashi en Bereshit 47:31

[11] Ver Pesajim 56A

[12] Comparar con la explicación del Maharsho en Taanit en la misma cita

[13] Véase también Likutei Sijot, vol. 26, pág. 8.

[14] Mija 7:20. Ver la nota de Torat Levi Itzjak en Taanit en la misma cita, que establece que las palabras hebreas “verdad a Iaakov” (אמת ליעקב) comparten las mismas letras que las palabras hebreas, “Iaakov, nuestro antepasado, no murió” (יעקב לא מת).

[15] Esto se aplica a todos y cada uno de los judíos en todas y cada una de las generaciones. Si algún judío carece de esta cualidad, no es cierto.

[16] La importancia de la declaración del Talmud es su aplicación dentro de este mundo material. Enseñar que, en los mundos espirituales, Iaakov todavía está vivo es innecesario; eso se entiende por sí solo. Véase también el comentario del Maharsho a Taanit, en la misma cita.

[17] Es el primer libro de la Torá y, por lo tanto, su conclusión representa el primer y principal estímulo dado a los judíos.

[18] Por lo tanto, el tratado de Avodá Zará 25a describe a Bereshit como "'El Libro de los Justos', el libro de Abraham, Itzjak y Iaakov que eran justos".

[19] Véase Midrash Tanjuma, Lej Lejá 9.

[20] Iaakov comparte una conexión con todos y cada uno de los judíos porque, como se explica en Igueret HaKodesh, Carta 7, el alma de Iaakov incorpora las almas de todos y cada uno de los miembros del pueblo judío.

[21] Sobre el versículo “Y Iaakov vivió...”, el Zohar (I, 216a) comenta: “Tu nación es toda justa... ¿Cuál es la razón de esto? — Porque te aferras al cuerpo del Rey; como está escrito, Tú que te aferras al Eterno… estás vivo”.

[22] Devarim 4:4

[23] Ver Avot De Rabi Natán, Capítulo 34.

[24] Vaikrá 18:5

[25] Aunque el hecho de que Iaakov esté vivo se deriva “de la exégesis de un versículo”, el hecho de que sus descendientes estén vivos se declara explícitamente en ese versículo.

[26] Sanhedrin 44A

[27] Significativamente, la palabra usada por nuestros sabios para denominar al judío es Israel. Hay dos nombres para el pueblo judío, Israel, el nombre más elevado, que se le dio porque “Iaakov Avinu luchó con ángeles y hombres y prevaleció” (Bereshit 32:29), y Iaakov.

Iaakov se refiere a un nivel inferior, como es obvio por el hecho de que se le dio porque "Su mano estaba agarrada al talón de Esav" (Bereshit 25:26). Sin embargo, el hecho de que el nombre Iaakov (יעקב) se pueda dividir en dos componentes, iud y ekev (י-עקב) indica que incluso en el nivel de ekev, “el talón”, hay una revelación de la iud, la primera letra del Nombre de Di-s.

El uso que hacen nuestros sabios del nombre Israel también es significativo porque las letras hebreas de este nombre sirven como un acrónimo de la frase que significa: “Hay 600.000 letras en la Torá”. Cada judío tiene su lugar en la Torá, su “letra de la Torá”.

[28] Mishné Torá, Hiljot Guirushin 2:20.

[29] Devarim 33:4

[30] La conexión de Iaakov con la Torá también se enfatiza en el versículo (Tehilim 78:5): “Estableció estatutos en Iaakov y colocó la Torá en Israel”.

[31] Bereshit 50:26. Véase también Likutei Sijot, vol. 25, pág. 476 y siguientes, y vol. 26, pág. 85 y siguientes.

[32] Shemot 13:19. Ver Bereshit 50:25, que también menciona este juramento.

[33] De hecho, los huesos pueden verse como la esencia de la estructura del cuerpo.

[34] Tehilim 80:2. Ver el comentario de Rashi.

[35] Véase Bereshit Raba 16:5, que establece que se puede hacer referencia a todos los exilios con el nombre de "Egipto" (Mitzraim en hebreo) porque causan sufrimiento (metzarim en hebreo) a los judíos.

[36] Sota 13A

[37] Shemot 32:12

[38] Ver Likutei Torá, Parshat Bejukotai y Parshat Jukat, donde este concepto se explica en detalle, contrastando las letras grabadas en piedra con las letras escritas con tinta sobre pergamino.

[39] Una alusión a este estado se puede encontrar en el ocultamiento del arca. (Ver Mishné Torá, Hiljot Beit HaBejirá 4:1).

[40] 3. 73A

[41] La necesidad de reprender a los colegas de una manera agradable se refleja en la forma en que se trata el tema en la halajá. Véase Mishné Torá, Hiljot Deot 6:7 y siguientes.; Shulján Aruj HaRav, Oraj Jaim 156:7 en adelante.; Joshen Mishpat, Hiljot Onaá, sec. 30

[42] Devarim Rabá 1:4.

[43] Ver también la explicación en Kedushat Levi, Parshat Bereshit, de la declaración de nuestros sabios (Bereshit Raba 2:5) de que Di-s “quiere las obras de los justos y no desea las obras de los malvados”. Rabi Levi Itzjak de Berditchev explica allí que las palabras “las obras de los malvados” se refieren al servicio a Di-s involucrado en mostrar odio e ira hacia aquellos que transgreden la voluntad de Di-s.

Di-s "no desea" tal servicio y en cambio "'desea las obras de los justos' que motivan al mundo entero a servir al Creador de una manera agradable... y no con ira". Este es el camino de Di-s que es bueno y desea que la gente se acerque a Él a través del bien”.

Véanse también los comentarios en Parshat Jukat de ese texto, que explican que hay una persona que reprende al pueblo judío de manera positiva, es decir, informa al pueblo de su gran potencial espiritual. En cambio, hay otros que reprenden duramente a sus colegas y los avergüenzan. El primero eleva mucho el alma de los judíos y es apto para ser un líder judío.

[44] Mishné Torá, Hiljot Mamrim 3:3.

[45] En los manuscritos yemenitas y en una impresión temprana del Mishné Torá, el texto dice: “Nacieron en la herejía y se criaron con ella”.

[46] Las versiones anteriores dicen: "Como un niño capturado por los gentiles y criado por los gentiles de acuerdo con sus caminos, que es considerado como retenido fuera de su control".

[47] Berajot 19A. Tenga en cuenta las referencias a esta directiva más adelante en el texto.

[48] Mishné Torá, Hiljot Teshuvá 3:2

[49] Baba Kama 28B

[50] Ver la conclusión de Jaguigá

[51] Ver Torá Or, Miketz 31C, que menciona la recompensa otorgada a Nabucodonosor por dar tres pasos en deferencia al honor de Di-s y declara: “No hay judío que no haya mostrado tanto respeto a Di-s. Por lo tanto, es digno de todos los beneficios que ofrece este mundo”. Véase también Igueret HaShmad de Maimónides, Capítulo 3.

[52] Shemot 34:6-7

[53] La repetición del nombre “Di-s”, “Di-s” indica que la relación de un judío con Di-s permanece igual después del pecado que antes (Rosh HaShaná 17B, y Rashi en el versículo anterior).

[54] Como se refleja en la presente traducción, este Nombre de Di-s también se relaciona con el atributo de la Misericordia (Mejilta, Beshalaj 15:2 y Rashi en el versículo anterior).

[55] Bereshit Raba 68:4

[56] Esto también se relaciona con la celebración de la circuncisión. Ver Shabat 130A.

[57] De manera similar, la alegría de tener hijos también está relacionada con la Redención futura, pues nuestros sabios afirman (Ievamot 62A) que el Mashiaj no vendrá hasta que todas las almas en los reinos espirituales hayan descendido a este mundo.

[58] Shemot Raba, al final del capítulo 15

[59] El texto de la bendición se basa en Irmiahu 33:10-11.

[60] Ver el Talmud Ierushalmi, Taanit 2:1

[61] Ver el Kuzari, Discurso 2, Capítulo 44; Ikarim, discurso 4, capítulo 38; Likutei Torá, Koraj 53D y Matot 86B; Likutei Sijot, vol. 22, pág. 71 en adelante3.

[62] Igueret HaKodesh, carta 22

[63] Ver Irmiahu 10:19, Petijta deEijá Raba 24.

[64] Jaguigá 15B

[65] “El Santo, Bendito Sea Él, siente dolor por la sangre de los impíos que se derrama” (ibid.).

[66] Tehilim 91:15 y véase Taanit 16A.

[67] Ieshaiahu 63:9. Véase Taanit, misma cita. Mejilta en la conclusión de la Parshá Beshalaj y los comentarios, particularmente Metzudat David sobre Ieshaiahu.

De forma notable, Rashi ofrece un comentario excepcionalmente positivo, explicando que el versículo puede explicarse en el sentido de que Di-s evitará que el sufrimiento caiga sobre los judíos debido a Su amor por ellos.

[68] Devarim 14:1

[69] Shemot 4:22

[70] Malají 1:2

[71] Oshea 11:1

[72] Apéndice de Keter Shem Tov, Sección 133.

[73] Zejaria 2:12

[74] La frase está tomada de Shmuel Bet 23:2.

[75] Shir HaShirim Rabá 1:6. Véase también Zohar Jadash 58:23.

[76] Véase Ialkut Shimoni, Ieshaiahu, sec. 385. Ver también Jaguigá 13B que describe a Ieshaiahu como “el habitante de una metrópoli”. Comparado con él, el profeta Iejezkel podría ser considerado “un aldeano”.

[77] Ieshaiahu 6:5

[78] Shir HaShirim Rabá misma cita

[79] Ieshaiahu 6:6

[80] Shir HaShirim Rabá misma cita

[81] Igueret HaShmad capítulo 2

[82] Igueret HaShmad capítulo 1

[83] Berajot 19A, Ketuvot 8B. Véase también su cita del Rama, Iore Dea 376:B; y ver Shulján Aruj HaRav, Joshen Mishpat, Hiljot Shmirat HaNefesh, Sección 12.

[84] Ieshaiahu 1:9-10.

[85] Se puede explicar que Ieshaiahu hizo esta declaración con la intención de recibir esta respuesta y, por lo tanto, brindarnos una lección eternamente relevante de cuán cuidadoso se debe ser cuando se habla de los judíos.

[86] Véase el comentario de Maharsho a Ketuvot, misma cita

[87] Sota 11A

[88] Véase Zejaria 3:2. Note la explicación de este pasaje en la sección cuatro de esta sijá.

[89] Incluso cuando la retribución Divina ya ha sido decretada contra los judíos, puede ser anulada por las palabras de un hombre justo que exalta las virtudes de los judíos (Shabat 63A).

[90] Midrash Tanjuma, Shoftim 4.

[91] Guideón enfatizó las virtudes de los judíos con la declaración (Shoftim 6:13): “Si Di-s está con nosotros, ¿por qué nos ha sucedido todo esto? ¿Dónde están todos los milagros que nos han contado nuestros padres? Rashi explica sus palabras de la siguiente manera: “Si nuestros padres fueron justos, haz milagros para nosotros en su mérito. Si fueron malos, haznos milagros, aunque no los merezcamos, como tú lo hiciste con ellos”.

[92] El texto del Midrash Tanjuma relata que estas declaraciones fueron hechas por un ángel. Sin embargo, la explicación simple del versículo indica que esta declaración fue hecha por Di-s mismo. Esto también se refleja en el comentario de Rashi sobre el versículo y en el pasaje de Ialkut Shimoni citado más adelante

[93] Shoftim 6:14

[94] Midrash Tanjuma misma cita

[95] Ialkut Shimoni, Shoftim, sección 62

[96] Sanhedrin 97B

[97] Zohar I, 129A.

[98] Kidushin 49B; Mishné Torá, Hiljot Ishut 8:5, Tur y Shulján Aruj, Even HaEzer 38:31.

[99] Esta adición se hace en la cita de Or Zarúa de este pasaje.

[100] Devarim 30:12. Véase Baba Metzia 59B.

[101] Zejaria 3:2

[102] Tosafot, Taanit 16A (basado en Bereshit Raba 56:10).

[103] Likutei Torá, Reé 29D

[104] Ver la interpretación de Mahari Kra en el versículo anterior.

[105] Menajot 29B

[106] Berajot 5B

[107] Ver Bereshit 15:13

[108] Ver Shemot Raba 5:22 que describe cómo Moshe Rabenu cuestionó el motivo del exilio egipcio. Él le dice a Di-s cómo puede entender la razón del Diluvio y, de manera similar, la razón de ser de otros castigos en las generaciones posteriores. Para el exilio egipcio, sin embargo, no pudo encontrar explicación.

[109] Esta expresión se cita en una plegaria del servicio de Iom Kipur que describe la muerte de los diez mártires.

[110] Ieshaiahu 54:7

[111] En Shaar HaTeshuvá, el Miteler Rebe explica una declaración del Arizal que establece que las catástrofes que les sucedieron a los judíos en generaciones anteriores ocurrieron para permitir que aquellos que perecieron expiaran los pecados de encarnaciones anteriores. Los mártires que murieron en Kidush Hashem habían vivido en la era del Primer Beit HaMikdash y habían cometido pecados graves por los que tenían que purificarse. En aquellas épocas, la única forma en que podían purificarse era entregando sus vidas en expresión de su fe pura.

Sin embargo, con la revelación de las enseñanzas de la Cábala por parte del Arizal, se abrió un camino diferente de servicio y ya no se pidió la muerte. Por lo tanto, el Miteler Rebe afirma, que tales catástrofes nunca se repetirán. Esto sirve como apoyo adicional para la afirmación de que la Shoá no vino como castigo por los pecados, sino como un decreto Divino insondable.

[112] Ver Ialkut Shimoni sobre Tehilim, Sección 701: “‘A Ti, Di-s, elevaré mi alma’: Esto se refiere a la generación [mártir] del Shmad que fue arrebatada con Kidush Hashem”.

[113] Ver Jatam Sofer, Iore Dea, Responsa 333, y Even HaEzer, Responsa 132

[114] Devarim 32:43

[115] Tehilim 79:10

[116] Véase Sanhedrin 47A, que explica el Tehilim 79:1-2: “Gentiles han entrado en Tu heredad... Han dado los cadáveres de Tus siervos como comida a las aves del cielo. ¿Quiénes son 'Tus siervos? Los que han sido responsables en juicio con anterioridad. Una vez asesinados, se les llama Tus sirvientes”. Ver también la declaración final de Rama, Iore Dea 376:4, e Igueret HaShmad.

[117] Vea Kidushin 23B y el comentario del Rashbo

[118] Tenga en cuenta el Maguid Mesharim, que relata que Rabí Iosef Karo fue considerado digno de morir en Kidush Hashem y luego, posteriormente, se le quitó ese privilegio. (Ver Likutei Sijot, Vol. 21, p. 176). Si hubiera merecido tal muerte, no habría podido completar el Shulján Aruj ni sus otras obras sagradas.

Tenga en cuenta también el libro Ionat Elem, que establece que todos los justos deben someterse a la purificación en los reinos espirituales sumergiéndose en el Río de las Llamas, excepto aquellos que murieron en Kidush Hashem.

[119] Pesajim 50A hace tal declaración con respecto a Papus y Lulianus, dos hombres ordinarios, cuya muerte en Kidush Hashem los elevó a tal cima espiritual.

[120] Zejaria 3:4-5

[121] Ibidem. 4:1-3.

[122] Ver Likutei Torá al comienzo de la Parshá Behalotja.

[123] Mishlei 6:23

[124] Abudarham, Hiljot Taanit, citado en Beit Iosef, Oraj Jaim 550.

[125] Iejezkel 24:2

[126] Ver la explicación de este concepto en Likutei Sijot, vol. 25, pág. 267.

[127] La pregunta se ve reforzada por el hecho de que las otras fuentes que mencionan este asedio (Melajim Bet 25:1, Irmiahu 52:4), no usan este término. Maimónides, sin embargo, cuando describe la razón de este día de ayuno, también usa el término samaj, aunque sus declaraciones no son una cita directa de Iejezkel.

[128] Ver Derej Mitzvoteja, Mitzvat Mila, Capítulo 3.

[129] Ver Tania, capítulo 37

[130] Ialkut Shimoni II:499, explicando a Ieshaiahu 60:1. Allí el Midrash describe una crisis en el Golfo Pérsico que afecta al mundo entero.

[131] Esto incluye las actividades del “rey de Babilonia”, quien también es solo “un hacha en las manos del leñador”.

[132] Mija 7:15. Vea las referencias que explican que este año, no solo Di-s realizará milagros para el pueblo judío, sino que estas maravillas se revelarán abiertamente.

[133] Vea el Mishné Torá, Hiljot Taanit 5: 1.

[134] Tenga en cuenta el libro Igrot Kodesh del Rebe anterior, vol. 5, pág. 361 en adelante.

[135] HaIom Iom 15 de Tevet

[136] Estos Trece Atributos de la Misericordia también se recitan en las plegarias de Tajanun de los servicios de la mañana y de la tarde. Los efectos de su recitado son aún mayores en un día de ayuno cuando incluso las oraciones de un individuo son equivalentes a las de una comunidad durante todo el año. En un día de ayuno, como se desprende de la Haftará, Di-s está "cerca" de cada judío como lo está durante los Diez Días de Teshuvá. (Ver Rosh HaShaná 18A)

[137] Rosh HaShaná 17B

[138] Esto se refleja en la costumbre según la cual cada miembro de la congregación recita en voz alta los Trece Atributos de la Misericordia antes que el lector de la Torá.

[139] Shemot 34:10

[140] El término “maravillas” se refiere a eventos que no pueden ser comprendidos por el intelecto. A través de los Trece Atributos de la Misericordia se establece un pacto entre Di-s y los judíos que permitirá despertar el amor entre ellos en todo momento. Los pecados del pueblo no interferirán.

[141] Ieshaiahu 55:6

[142] Ibidem 55:7

[143] Ibidem 55:8

[144] Esto se refleja en otro versículo de la Haftará (ibidem 55:12): “Saldréis con alegría, y seréis conducidos en paz”.

[145] Ibidem 56:1

[146] Además, la Haftará afirma (ibidem 56:2): “Feliz el hombre que hace esto... que guarda el Shabat al no profanarlo”. Esto enseña que la forma de motivar a una persona a “apartarse del mal” es enfatizar la alegría que trae tal conducta.

[147] Ibidem 56:7

[148] Oshea 14:3

[149] Ieshaiahu 56:8. Ver la explicación de este versículo en la Sijá de Tzom Guedalia, 5751.

[150] Aquí este término tiene una connotación tanto espiritual como geográfica. Los “dispersos de Israel” pueden referirse a aquellos alienados de una forma de vida judía.

[151] Ibidem 27:12

[152] En esta oración le pedimos a Di-s: "No te vuelvas ante nuestra maldad... Acércate a nuestra salvación... Respóndenos antes de que te llamemos".

[153] Tehilim 130;7

[154] Ibidem 25:22

[155] Ibidem. 130:8. También es una costumbre de Lubavitch recitar estos dos últimos versículos en este orden en las oraciones de Tajanun cada día. Significativamente, aunque algunos textos del Sidur del Arizal no incluyen el versículo final, el Alter Rebe sí lo incluyó en su texto del Sidur (Shaar HaKolel).

[156] Se puede explicar que el primer versículo, "Porque con el Eterno... hay abundante liberación", también implica que Di-s redimirá a los judíos del exilio (como una expresión de Su "abundante liberación"). Por lo tanto, el mismo capítulo de Tehilim también refleja (aunque no de manera tan abierta) este patrón: Primero, la Redención del exilio, y luego, la Redención del pecado.

[157] El versículo usa el pronombre “Él”, la tercera persona, en lugar de mencionar explícitamente el Nombre de Di-s. Esta elección gramática implica que este patrón, redimiendo a los judíos del exilio antes de redimirlos del pecado, tiene su fuente en un nivel de Divinidad que trasciende la percepción del hombre. No podemos asociar este patrón con ningún Nombre Divino, simplemente con el Ser trascendente de Di-s, por así decirlo.

[158] Ver también la conclusión de Ejá Raba. Israel le dijo a Di-s: "La iniciativa debe ser Tuya, como está escrito: Regrésanos a Ti, Eterno". Di-s respondió: "La iniciativa debe ser tuya, como está escrito: Regresa a mí, y Yo me volveré a vosotros'” (Zejaria 1:3).

Véase también Midrash Tehilim, Capítulo 85, que cita este intercambio y concluye: “Regresemos, pues, los dos juntos, como está escrito: Haz que regresemos, Di-s de nuestra salvación’”.

[159] Metzudat David Tehilim, misma cita

[160] Mija 7:18. Tenga en cuenta el Zohar III, 131B (y el Sidur del Alter Rebe) que explica que este versículo es paralelo a los Trece Atributos de la Misericordia.

[161] Metzudat David sobre el último versículo.

[162] Ibidem

[163] Radak sobre el último versículo

[164] Después de la Redención Futura, la Teshuvá del pueblo judío estará completa. En este contexto podemos apreciar una percepción adicional del versículo: “Él redimirá a Israel de todos sus pecados”. El uso de la palabra “redimir” implica que, así como un objeto que es redimido puede luego ser usado por su dueño, cuando nuestros pecados sean “redimidos” su naturaleza será transformada y serán como méritos, como se explica en Ioma 86B. De hecho, como se explica en Derej Mitzvoteja 186A, estos pecados “redimidos” poseerán una dimensión que reemplazará a los méritos ordinarios.

[165] Ver Zevajim 91A, que explica que, así como la llegada de Shabat hace que se ofrezcan los sacrificios de Musaf, también aporta una dimensión adicional a las ofrendas diarias.

[166] Ieshaiahu 58:5; ver la conclusión del Capítulo 2 de Igueret HaTeshuvá.

[167] En hebreo el concepto de “juntarse, aproximarse” tiene la misma raíz de samaj y se relaciona con el concepto de apoyo mencionado anteriormente.

[168] Berajot 4B

[169] Tehilim 51:17. Berajot, en la misma cita, enseña que una vez que los sabios instituyeron el recitado de este versículo, se lo comenzó a considerar como una extensión del Shemoné Esré.

[170] Ver Likutei Torá, Shir HaShirim 41A. Significativamente, hoy no hay obligación de sumergirse para alcanzar la pureza ritual antes de la plegaria. Por lo tanto, incluso cuando un judío no es puro, posee una virtud innata que es tan grande que Di-s “abrirá sus labios”.

[171] Ver Tania, Igueret HaTeshuvá, capítulo 11

Colabora con la difusión de Mashíaj y dona a través de PayPal a la cuenta centroleoded@gmail.com

Dona a Centro Leoded - Viene Mashíaj

Dona a través de Paypal al usuario vienemashiaj@gmail.com o haciendo click en el botón Donar