La llegada del Mashiaj en la Hagadá de Pesaj. Nadie quedará excluído de la redención

En la Redención Final no quedará ningún judío en el exilio diaspórico. Así fue dicho (Devarim 30:2): "Y hará retornar Di-s...", concepto que Rashi explica en el sentido de que "Toma a cada uno individualmente de la mano, tal cual... seréis recogidos uno a uno, Casa de Israel". Y dado que la Redención resulta por la teshuvá (retorno a su identidad), se deduce que tal como la Redención es "cada uno... uno a uno", lo mismo es en cuanto a la teshuvá (retorno): cada uno individualmente hará teshuvá. Así escribió el Alter Rebe (Tania, cap. 39) que cada judío "sin duda hará teshuvá finalmente... pues
ninguno se perderá". Esto es a modo de lo que encontramos explícitamente en el versículo (Isaías 27:13):
"Y será en aquel día que se hará sonar el Gran Shofar, y vendrán los perdidos en la Tierra de Asiria y los expatriados en la Tierra de Egipto para prosternarse a Di-s en el santo monte, en Jerusalén" - también quienes se sumergieron en su exilio hasta convertirse en "perdidos" y "expatriados" despertarán en teshuvá. Así decimos en la Hagadá de Pesaj, en respuesta al hijo malvado: "si hubiera estado allí no hubiera sido redimido" - sólo "allí (en Egipto) no hubiera sido redimido", pero en la Redención Futura también él será redimido. La razón de ello es que la salida de Egipto fue anterior a la Entrega de la Torá, pero en Sinaí Di-s dijo: "Yo soy el Señor, tu Di-s", en singular, con lo que el Nombre de Di-s se convirtió en la fuerza y vitalidad de cada uno. Por lo tanto, todo judío, incluso el malvado, tiene asegurado que por esta fuerza eventualmente será redimido.

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