Cuando los hijos de Israel estuvieron a punto de iniciar el Éxodo de Egipto, los egipcios comenzaron a cambiar su actitud hacia sus antiguos esclavos. La Torá atestigua que los hijos de Israel se ganaron la aceptación de los egipcios y que inclusive estos llegaron al extremo de dar a los hijos de Israel sus mas finos atuendos y joyas para el Éxodo, esforzándose por proporcionar aún más de lo que los hijos de Israel solicitaban. La Era Mesiánica es esa transformación. Mientras que otras ideologías, filosofías o religiones se enfocan en apocalipsis, cataclismos,armagedon, hegemonía, dominación, guerra y destrucción como los caminos hacia la gloria, la Torá, -conocimiento Divino- habla de transformación; que el mundo mismo y las naciones logren revelar su verdadero potencial y usen sus energías solamente para la bondad. La Torá no desea convertir al todo el mundo al Judaísmo, quiere transformar a todo el mundo hacia la bondad. Parte de esta transformación se manifiesta cuando las naciones del mundo reconocen la importancia y el valor de la misión judía y ayudan al pueblo judío a cumplirla. Y como la proliferación de bondad por todo el mundo beneficia a toda la humanidad, tiene sentido que toda la humanidad se vea involucrada en divulgar las enseñanzas que promueven este enfoque, como fue el caso en los días del Rey Salomón. Por lo tanto, igual que en el Antiguo Egipto, cuando los egipcios vinieron en ayuda de los hijos de Israel, de la misma manera en la Era Mesiánica las naciones del mundo se animarán y asistirán al pueblo judío en sus esfuerzos espirituales.Y ya podemos ver esto ocurrir hoy en día. Muchas naciones del mundo que se consideraban históricamente entre las peores opresoras del pueblo judío, ahora apoyan directa o indirectamente, el renacimiento de la vida judía alrededor del mundo.
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