Tras el acuerdo de paz de 1992, Mozambique empezó una etapa de paz, luego de tres décadas de luchas internas. La tarea fue entonces recoger y destruir las miles de armas y municiones dispersas por todo su territorio. Esa acción fundamental -que luego imitaron decenas de naciones- la llevaron adelante organizaciones no gubernamentales (ONG). Realizaron los ahora populares "canjes de armas" por herramientas de trabajo, máquinas de coser o techos para sus viviendas. De ese modo, se logró quitar las armas de circulación yde sus escondites.Un informe difundido en España da cuenta de esta historia. Ha sido dado a conocer en ocasión de una muestra que se desarrolla en el denominado "Cubo de las buenas ideas" del Forum Barcelona y que contiene esculturas realizadas por artistas de Mozambique con armas de fuego destruidas.La primera fase del proyecto se centró en sensibilizar a la población sobre el desarme y las consecuencias de la proliferación de armas, a través de la emisión de mensajes radiofónicos y de la organización de sesiones informativas a escala local.Una segunda etapa se dedicó a facilitar el canje de armas y su destrucción. La última fase del proyecto ha consistido en la creación de esculturas diseñadas por artistas locales, que han utilizado partes de las armas destruidas para sus obras.El Forum dijo, al respecto que "estas nuevas muestras de arte hablan de la paz y de la vida: pájaros, animales en general, instrumentos musicales, figuras humanas y hasta mesas y sillas son algunas de las formas que han adoptado aquellas viejas armas. Con esta idea, se proclama su inutilidad y su conversión en una idea positiva".
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