Dado que esta noche es Shemini Atzeret, esto tendrá un efecto en todo el año porque en Shemini Atzeret se reúne e interioriza todo el servicio espiritual del mes de Tishrei.
Esto conducirá a un año de luz, un año de bendición, un año de grandeza [Nota: En hebreo, estas y las siguientes bendiciones siguen el orden de los Alef-Bet], un año de felicidad, un año de gloria y grandeza, un año de buenos encuentros, un año de méritos, un año de buena y larga vida, un buen año, con el bien revelado abiertamente, un año de buenas noticias, un año de abundante prosperidad y por lo tanto, un año de gran éxito en el estudio de la Torá (pues este éxito en el sustento permitirá la posibilidad de estudiar con tranquilidad de espíritu), un año de sosiego, un año de maravillas, un año de asistencia Divina, asistencia que se otorga junto con milagros y maravillas, un año de Redención, una Redención individual de cada persona que se logra a través del estudio de la Torá, tal como fue hablado el tema. (Esto también se aplica a las mujeres y niñas que deben estudiar las leyes que están obligadas a observar. Esto es relevante en el presente día, porque son las mujeres y niñas judías, (en los hogares jasídicos, la costumbre es comenzar desde los tres años e incluso antes), quienes inician la observancia de la festividad encendiendo las velas, iluminando la casa con la luz de la festividad incluso antes de que los hombres regresen de la sinagoga.
Será un año de Tzadik (El Justo). (La letra Tzadik equivale numéricamente a noventa y estamos en la mitad del año noventa). Este será un año en el que “el Tzadik de los mundos” será revelado.
Será un año en el que se revelará “El Santo de los mundos” quien es también el Amo de los mundos. Esto conducirá a un año de placer eterno que surge del estudio de la Torá, en particular, tal como la Torá se estudia en las Ieshivá Tomjei Tmimim, la Torá completa.
Esto es particularmente evidente, ya que continuaremos con una melodía jasídica que debe cantarse no sólo con la boca, sino con todo el ser. De manera similar, las mujeres y las niñas deben unirse a este canto, sin necesidad de decir, que de una forma de recato, reflejando cómo “toda la gloria de la hija del Rey es interior”.
Y así mereceremos un año de luz y un año perfecto; esto también se refleja en el hecho, de que este es un año embolismal, que se describe como un año perfecto. Por lo tanto, será “un año que contiene maravillas”, de hecho, “maravillas en todas las cosas”, reflejando las tres bendiciones de los Patriarcas, bakol mikol kol (en todo, de todo, todo), cuya sumatoria es 192, el valor numérico de la palabra "kabetz" que representa a la reunión de las diásporas con la llegada del Mashíaj.
