oscuro... Esta es una vida sin muerte, pues la muerte es sólo una condición del cuerpo... Esta es la recompensa frente a la que no hay recompensa superior, y el bien frente al que no hay bien mayor...". ¿Donde y cómo figura la Resurrección en todo esto? Maimónides explica en su "Carta sobre Tejiat HaMetim", la reunión de los cuerpos y almas de todos los que han vivido a lo largo de las generaciones de nuestro mundo actual es una parte importante de la Era Mesiánica, cuando toda la creación natural, incluyendo sus elementos físicos, logrará su máxima perfección. Pero esto sólo será su máximo, no lo máximo. Los difuntos serán revividos a una vida perfecta, tan perfecta como puede serlo una realidad finitamente física. Pero esta vida también estará sujeta a la naturaleza disolvente de toda materia física. También esta vida tocará a su fin, para ser seguida por la perfección espiritual del Mundo Venidero. Najmánides disiente. La concreción máxima de la creación de Di-s no es un mundo espiritual de almas, sino un mundo en el que espíritu y materia expresan juntos la perfección de su Creador, una perfección que es tanto todo-trascendente como abarcadora. Según Najmánides, la Resurrección de los Difuntos llevará a la vida física eterna, e introducirá en el Mundo Venidero un mundo poblado por almas investidas dentro de cuerpos físicos. Las enseñanzas de la Cabalá y el jasidismo concuerdan con la definición de perfección de Najmánides. Citando la ley de que "cuanto más alto algo es, tanto más bajo puede descender", la enseñanza jasídica explica que la máxima expresión de la verdad Divina es que no hay aspecto de la realidad en la que no pueda encontrarse. Considerar lo físico demasiado finito y un lugar en extremo inferior para que en él se concrete la perfección de Di-s, es lo mismo que decir que El puede extenderse tan lejos y no más.Pero la esencia de Di-s trasciende todas las etiquetas y definiciones. Categorizar a Di-s de "espiritual" no es para nada menos definición que atribuirle propiedades físicas, Di-s libre. El no es una cosa ni la otra (habiéndolas creado a ambas) y ambas Le sirven por igual.En nuestra realidad del presente, la naturaleza material de nuestro mundo es ciertamente causa de un ocultamiento mayor de Divinidad que la espiritualidad del alma; pero, en el Mundo Venidero, la naturaleza misma demostrará ser la más poderosa declaración de la todo-saturante verdad de Di-s. La intensidad de una lámpara es medida por el punto más distante al que llega su luz. La marca genuina del genio es la capacidad para explicar la idea más profunda a la mente más simple. Del mismo modo, un mundo físico que transmite la verdad Divina es el indicador más poderoso de la perfección infinita de Di-s. De hecho, éste es el propósito de la totalidad de la creación de Di-s: que el hombre, llevando una existencia física, supere las imperfecciones de lo material y traiga a luz su verdadera función y naturaleza: expresar la bondad y perfección de su Creador.
