alegría futura. Como Sará se maravilló, "Di-s me ha dado risa y todo el que oiga reirá (Itzjak) conmigo" (Bereshit 21). Porque el verdadero regocijo solo irrumpirá en el tiempo de la redención. Este regocijo futuro será revelado mediante nuestro actual servicio a Di-s en el galut. Porque la risa brota de la novedad de lo inesperado. La enseñanza jasídica ofrece una parábola: Un rey puede contar con abundancia de súbditos divertidos, pero solo se ríe de un loro, que puede decir muy poco. Porque cuando un pájaro habla, se trata de algo inusual, en tanto que no es ninguna novedad que un ser humano hable. De modo semejante, la gueulá evoca un singular júbilo porque viene después del galut, después que el pueblo judío libra batalla contra la oscuridad espiritual en un mundo donde la verdad y la Divinidad están ocultas. Una vez que iluminemos ese mundo, existirá una alegría infinita. La risa caracterizó a Itzjak porque el cavaba pozos en el desierto y se regocijaba al descubrir agua. Así también, la gueulá llega después que los judíos cavan en el galut y descubren la verdad Divina. La risa y la alegría se manifiestan en la danza. Rabenu Bejaié señala que así como un círculo no tiene fin, la alegría de danzar en círculo es infinita. Así la palabra sejok (risa) equivale en su valor numérico a las palabras or en sof (luz infinita), o sea 414.
Preparémonos para el gran regocijo de la redención ahora, en la víspera de la Gueulá, mediante la celebración del gran júbilo que nos aguarda.
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