Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Erev Iom Kipur, el día anterior al Día del Perdón. ¿De qué habla un Rebe?

En el mundo jasídico, la víspera de Iom Kipur está compuesta por dos tiempos diferentes: En la primer mitad del día hay un ambiente de alegría y festividad, mientras que desde la segunda mitad en adelante se convierte en un ambiente de seriedad caracterizado por la meditación y el compromiso espiritual. El Rebe Rashab (quinto Rebe de Jabad) acostumbraba a conversar en la comida matutina de la víspera de Iom Kipur sobre diferentes temas determinados de jasidismo y servicio a Hashem. Generalmente la conversación estaba dedicada al tema:
¿Como será el servicio de la víspera de Iom Kipur cuando llegue el Mashíaj?. Cierta vez dijo: "Cuando llegue el Mashíaj, alumbrará en este mundo material una revelación de luz Divina, como alumbra ahora en el mundo de Atzilut (el mundo espiritual mas elevado). Entonces verán la Palabra Divina que da vida a este espacio, así también como la Palabra Divina que da vida al tiempo. En la víspera de Iom Kipur alumbrará el "noveno día del mes", como fue dicho por boca del Santo Bendito Sea (Likutei Sijot volumen 1, página 264). 
Cierta vez, en la víspera de Iom Kipur luego de las plegarias matutinas, ingresó un jasid a la oficina del Rebe Rashab, dirigiéndose con alegría y amplio conocimiento: "¡Jag Sameaj!". El Rebe que estaba sentado con respeto e inmerso en el libro que tenía frente a él le contestó: "si, ahora es Iom Tov, siento Iom Tov un momento de alegría. Pero es víspera de Iom Kipur y debemos despertarnos en retorno a Hashem de lo profundo de nuestro corazón... Contestó el jasid, quien era demasiado simple: "Rebe, nosotros somos soldados, Hashem dijo que la víspera de Iom Kipur es un día festivo y nos ordenó a estar alegres; y después de medio día debemos orar las plegarias de Minjá, decir "por el pecado cometido" y volver a Di-s con todo el corazón. Rebe, deme leikaj" (torta de miel, que se acostumbra repartir en víspera de Iom Kipur). El Rebe estaba muy complacido por la simple respuesta de este jasid. Le dio leikaj y dijo: "yo te doy leikaj, y Hashem te dará un año dulce" (Libro de Sijot 5700, página 10). Cierta vez, en la víspera de Iom Kipur, pidió el Rebe Rashab disculpas a su madre, la Rabanit Rivka, por no haber obrado de acuerdo a su opinión en un tema familiar determinado. Le contestó la Rabanit: te contaré una historia. "Un campesino se preparó una vez para viajar a la ciudad para Iom Kipur. Él ya estaba listo, pero su familia se retrasó. Les dijo, yo comienzo a viajar, iré lentamente, y cuando llegue a un árbol determinado los esperaré. Salió el padre, y cuando llegó al árbol, se sentó a descansar bajo su sombra, con gran cansancio se quedó dormido bajo el árbol. Sus hijos comenzaron su viaje, y se olvidaron por completo de su padre. Pasaron frente al árbol y continuaron su camino, sin sumarlo a ellos. Antes del anochecer se despertó el padre. Comprendió que sus hijos se olvidaron de él y no tendría tiempo suficiente para llegar a la ciudad antes de la puesta del sol. Para regresar - ya era tarde. Elevó sus ojos al cielo y dijo: "¡Dueño del mundo! Mis hijos se olvidaron de mi, pero yo los perdono. ¡Perdona Tu también a tus hijos quienes se olvidaron de Ti!". Y concluyó la Rabanit: "ojalá que el Santo Bendito nos perdone a todos, como yo te perdono a ti". 
Uno de los alumnos del Baal Shem Tov viajó cierta vez a su maestro en vísperas de Iom Kipur. Ya que no tuvo la posibilidad de comprar comida para sus caballos y no comieron el día anterior, estuvo obligado a detenerse en el bosque para dejarlos pastar. Mientras tanto se recostó para descansar un poco y se quedó dormido. Cuando se despertó, vio que ya salieron las estrellas. Sin alternativa se quedó Iom Kipur en el bosque, mientras que su corazón estaba quebrantado, y oró con gran devoción. Con la salida de Iom Kipur viajó a la ciudad. El Baal Shem Tov lo recibió con excelente semblante y gran alegría, y le dijo: "sabe, que tus plegarias elevaron todas las plegarias de las "personas simples que trabajan y oran en los bosques" (Keter Shem Tov Siman 317). Con la culminación de las plegarias de Iom Kipur anunció cierta vez Rabí Levi Itzjak de Berdichev: "es sabido que cuando hay dudas si decir una bendición o no la decimos, y desde que el Santo Bendito estableció claramente en su Santa Torá bendecir con Su Nombre y Su Reinado "Rey que disculpa y perdona los pecados" - no puede haber ninguna duda ni sombra de duda que fueron perdonados"... (Igueret Kodesh del Rebe de Lubavitch volumen 14, pagina 34).

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