Un judío puede argumentar que no ve, ni siente, que a través de su tarea pueda traer la Gueulá (Redención). Le dicen a él: ¿Esto a que se parece? A unos sabios que van sentados en una carreta y se dedican a estudiar en profundidad una idea, a pesar que quien maneja la carreta piensa sobre su sustento económico y por eso conduce los caballos y los caballos piensan sobre su alimento y por eso corren, de todas formas, de ninguna manera el pensamiento de los caballos y del conductor cambian en absoluto la idea a la que se dedican los sabios que van en la carreta...
Por ello a pesar que no ve, ni siente que su tarea produzca un efecto y traiga la Redención, esto no disminuye ni altera en nada la verdad de la cuestión y su conocimiento por medio del alma Divina, la parte de Di-s de su interior.
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot 5742)
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