Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Dvar Maljut - El Rebe de Lubavitch en la parshá Shelaj 5751. Anunciar que la Redención, simplemente, ya esta aquí

1. En cada Shabat, se lee la totalidad de la parshá (porción) de la Torá de la semana, fusionando así cada una de las partes diarias de la lectura de la Torá en un solo entero. El día de Shabat incluye dentro de él todos los días de la semana anterior y por lo tanto, la lectura de Shabat es también de naturaleza inclusiva. Aunque cada una de las diferentes lecturas diarias contiene un mensaje individual, su lectura conjunta como una sola parshá les otorga un plus de importancia global. Además, en un sentido más amplio, la lectura de cada día junto a la lectura de Shabat, comparten un punto de conexión con la lectura completa de toda la Torá, ya que toda la Torá es una sola entidad indivisible.
En particular, este concepto es relevante para la parshá Shelaj, donde es evidente cómo
se relacionan todos los diferentes elementos y temas de la lectura de la Torá. La mayoría de las lecturas de la Torá se refieren a la misión de los espías y la reacción del pueblo judío a su regreso. Incluso los pasajes subsiguientes, por ejemplo, el pasaje que habla sobre las libaciones de vino y el pasaje relacionado con la separación de la Jalá se mencionan justo después de que Di-s le dijo a Moshe que los hijos de Israel permanecerían en el desierto durante cuarenta años, para que el pueblo estuviera tranquilo, que al final, entraría a la Tierra de Israel.
De manera similar, el pasaje final de la parshá menciona la mitzvá de tzitzit, una mitzvá de significado abarcador que recuerda a la totalidad de las 613 mitzvot. Además, esto indica la conexión compartida entre un pasaje de la Torá y la Torá en su conjunto.
Sin embargo, es necesario comprender por qué este concepto, de cómo cada pasaje de la Torá está conectado a la Torá en su totalidad, se expresa mediante la parshá Shelaj. ¿Cuál es la conexión entre este concepto y la parshá Shelaj? Del mismo modo, es necesario descubrir la conexión entre la parshá Shelaj y la época del año en que se lee esta parshá, la conclusión del mes de Sivan.
Estos conceptos pueden entenderse a través de un análisis de la historia de los espías y, más particularmente, a través del contraste que existe entre la descripción de los espías enviados por Moshe y la descripción de los espías enviados por Iehoshúa que se menciona en la Haftará. Entre las diferencias entre estas dos narrativas se encuentran: 
a) No hubo una orden Divina directa para que Moshe enviara espías. Más bien, Di-s dejó el asunto a elección de Moshe, tal como Rashi comenta sobre la palabra "LeDaatjá" (tu criterio) en el versículo de apertura de la parshá Shelaj. En cambio, a Iehoshúa se le ordenó explícitamente que enviara espías. Esto es obvio; después de los resultados desastrosos de la misión de los espías enviados por Moshe, seguramente no habría enviado espías a menos que Di-s le ordenara. 
b) Con respecto a los espías enviados por Moshe, la Torá usa las expresiones de "hombres" y "explorar". En contraste, con respecto a los espías enviados por Iehoshúa, "espías" y "descubrir", se utilizan expresiones que reflejan actividades más clandestinas.
c) Moshe envió doce espías y Iehoshúa envió solo dos.
d) Con respecto a los espías enviados por Moshe, la Torá menciona los nombres de los espías y declara específicamente que ellos eran los líderes del pueblo. En contraste, la identidad de los espías enviados por Iehoshúa no se menciona en la narración. 
e) Los espías enviados por Moshé fueron enviados abiertamente; todo el pueblo judío sabía de su misión. Además, no hubo ningún intento de ocultar su misión a los gentiles. Al contrario, en lugar de dividir la Tierra de Israel entre todos ellos, cada uno explorando una parte, viajaron en grupo, de manera que su presencia pudiera ser notada por cualquiera. En contraste, Iehoshúa "envió espías en secreto", ocultando el asunto al pueblo judío y por supuesto a los cananeos. 
f) Los espías enviados por Moshe atravesaron la Tierra de Israel en su totalidad. En contraste, los espías enviados por Iehoshúa recibieron instrucciones de "ver la tierra y Jericó", es decir, desde un principio, su misión tenía un alcance más limitado. Además, en realidad, simplemente fueron a la casa de Rajav, huyeron a las colinas durante tres días y luego regresaron a Iehoshúa. Por lo tanto, no exploraron la tierra en su conjunto y ni siquiera exploraron Jericó en su totalidad.
Las diferencias entre la naturaleza de las misiones de los espías enviadas por Moshe y las enviadas por Iehoshúa giran en torno a las diferencias en el propósito de dichas misiones. En otras palabras: En general, hay dos razones para enviar espías: a) prepararse para la reconquista de la Tierra de Israel, descubrir sus caminos y fortificaciones para que sea más fácil planear un ataque. b) Investigar la naturaleza de la tierra, informar al pueblo de sus cualidades positivas para que estén ansiosos por establecerse en ella.
Moshe envió a los espías principalmente para el segundo propósito. Confiaba en que la reconquista de la Tierra de Israel se llevaría a cabo de una manera milagrosa. Sin embargo, deseaba que exploraran la tierra para contarle al pueblo sus cualidades positivas. En contraste, en la época de Iehoshúa, esto ya no era necesario, ya que los espías enviados por Moshe ya habían logrado este objetivo. Sin embargo, era necesario prepararse para la conquista de la tierra, ya que en el tiempo de Iehoshúa, la conquista requeriría una guerra real, y para este propósito, envió espías a Jericó.
Ampliemos esta idea: El pueblo judío le pidió a Moshe que enviara espías para "explorar la tierra", es decir, para investigar cómo se debe conquistar la tierra. Moshe, sin embargo, no consideró que ese propósito fuera significativo, ya que le dijo al pueblo: "Di-s, vuestro Di-s, irá antes que ustedes. Él guerreará por ti". Tampoco había necesidad de explorar los caminos, porque la columna de nubes guiaba al pueblo judío durante el día y la columna de fuego los guiaba por la noche.
¿Por qué envió a los espías? "Para explorar la tierra...para que vean qué tipo de tierra es...si es buena ... si es fuerte...". Y, por lo tanto, les dijo que trajeran algunos de los frutos de la tierra, para que todos los judíos puedan ver una prueba real de las cualidades positivas de la tierra.
En contraste, Iehoshúa no envió espías para este propósito, ya que esta intención ya había sido lograda por los espías enviados por Moshe. En este caso, los espías fueron enviados con el propósito de prepararse para la reconquista de la tierra. Iehoshúa se dio cuenta de que la reconquista que él lideraría no estaría acompañada por los milagros que habrían caracterizado la conquista de la tierra por parte de Moshe. Por lo tanto, sintió la necesidad de que los espías investigaran la naturaleza de las defensas de la tierra que se proponía reconquistar.
Sobre la base de estos principios generales, podemos explicar las otras diferencias particulares entre la misión de los espías enviados por Moshe y los enviados por Iehoshúa. Como se mencionó, no hubo una orden Divina para enviar espías, ya que, desde la perspectiva de Di-s, no había necesidad de tal misión. La tierra sería reconquistada de una manera milagrosa y Él ya le había asegurado al pueblo que era una tierra buena y próspera.
Sin embargo, el pueblo judío sintió la necesidad de enviar espías, y Moshe estuvo de acuerdo ya que, como Rashi afirma en la parshá Devarim, esperaba que una vez que aceptara de todo corazón el pedido de ellos, sintieran que no les estaba ocultando nada, y por lo tanto, retirarían la solicitud.
Cuando esto no sucedió, Moshe presentó la solicitud a Di-s, preguntando si se debería enviar espías para explorar la tierra, es decir, no para buscar la forma más fácil de conquista, sino para traer un informe que anime al pueblo al deseo de reconquistarla como se explica más arriba. Di-s respondió que esto quedaba yo, a elección de Moshe. Di-s no se opuso a tal misión, ni tampoco vio una necesidad real de hacerlo. Moshe, sin embargo, como el pastor del pueblo judío, vio la necesidad de animar a la gente y, por lo tanto, consintió en enviar a los espías.
Por esta razón, envió doce espías, uno por cada tribu, eligiendo como espía al líder de esa tribu. Su intención era que los espías exploraran toda la Tierra de Israel y que vieran que había una porción apropiada para cada tribu. Por lo tanto, envió a un líder de la tribu, un individuo que conocía las necesidades de su tribu, y podía decirles a su regreso que había una parte de la Tierra de Israel apropiada para ellos.
Y fue con esta intención que los espías viajaron juntos como un grupo a lo largo de la Tierra de Israel. Dado que la tierra en ese momento, aún no se había dividido en territorios para cada tribu, era imposible enviar a cada uno de los espías a explorar la porción que se le daría a su tribu. Más bien, era necesario que todos vieran toda la tierra y apreciaran cómo la tierra en su conjunto era adecuada para su tribu.
Esto también explica por qué su misión no era secreta. No hace falta decir que se dio a conocer a los hijos de Israel, ya que su único objetivo era alentarlos a desear entrar en la Tierra de Israel. Además, la misión no estaba oculta a los cananeos. Como no estaba dirigido a objetivos militares, los espías no tenían motivos para ocultar su identidad y mezclarse entre la gente local para descubrir si temían o no a los judíos. Del mismo modo, confiaban en que, al igual que la reconquista de la Tierra de Israel, se llevaría a cabo de una manera milagrosa, también su misión la podrían llevar a cabo de una manera milagrosa sin tener que preocuparse por el peligro de ser capturados.
El envío de espías de Iehoshúa, en contraste, tenía un claro objetivo militar, descubrir la forma más práctica de conquistar Jericó. Por esta razón, envió a los espías en secreto, enviando dos y no doce (porque así podrían esconderse más fácilmente). No hace falta decir que la misión no se dio a conocer a los cananeos, ya que incluso al pueblo judío, no se le dio a conocer.
Tampoco fue necesario enviar a los líderes del pueblo. Dado que la intención no era convencer al pueblo de las cualidades favorables de la tierra, no había ningún propósito en elegir líderes. (De hecho, hacerlo haría que la misión fuera de conocimiento público). Más bien, era preferible enviar individuos con conocimiento militar.
Esto también explica por qué los espías regresaron a Iehoshúa sin hacer una investigación exhaustiva de Jericó. Después de que Rajav les dijo que "el temor por ustedes ha caído sobre nosotros. Todos los habitantes de la tierra se han derretido de terror por ti ... no hay valor en ningún hombre", no necesitaron hacer más exploraciones. Sabían que la tierra podía ser conquistada.
La explicación anterior también aclara otro punto problemático relacionado con la misión de los espías enviados por Moshe. Dado que los espías eran los líderes del pueblo judío e individuos especiales seleccionados por el mismo Moshe. ¿Cómo es posible que su misión haya llevado a resultados tan desastrosos? 
Sin embargo, en base a lo anterior, se puede explicar que la misión de los espías cumplió su propósito. Regresaron y le dijeron al pueblo que Eretz Israel era una tierra de leche y miel y trajeron muestras de la frutos bendecidos que producía. Así, los judíos conocieron con una experiencia real, las cualidades positivas que poseía la tierra, y luego, aunque desafortunadamente muchos años después, este conocimiento les permitió ingresar a Eretz Israel con alegría y júbilo.
Además, incluso inmediatamente, en un sentido espiritual, hubo una dimensión positiva en su viaje exploratorio, porque el hecho de que un grupo de judíos de un alto nivel espiritual viajaron a través de la Tierra de Israel, constituyó la primera etapa de la reconquista definitiva de la Tierra de Israel. Por lo tanto, su misión fue parte del servicio de elevar los aspectos más bajos de nuestro mundo material.
La misión de los espías enviados por Moshe también nos enseña otra lección. Se envió un espía desde cada tribu, porque cada tribu tiene un enfoque específico en el servicio a Di-s. Por ejemplo, el servicio de la tribu de Isajar se centra en el estudio de la Torá y el de Zevulun, en la actividad comercial, cuyos beneficios se utilizan para la mitzvá de Tzedaká. Del mismo modo, cada una de las otras tribus tenía un enfoque particular para ello. De manera acorde, la Tierra de Israel se divide en doce zonas territoriales, una para cada una de las tribus, ya que el refinamiento de cada una de esas porciones de tierra está intrínsecamente relacionado con el servicio espiritual de esa tribu en particular. 
Por consiguiente, parecería más apropiado que cada uno de los líderes haya investigado la porción de la Tierra de Israel correspondiente a su tribu en particular y, sin embargo, encontramos que sucedió lo contrario. Los doce espías atravesaron toda la tierra juntos. Esto enfatiza cómo el servicio individual de cada judío está conectado con el servicio de todo el pueblo como una sola entidad, ya que, como expresión de la mitzvá de Ahavat Israel (Amor al prójimo), un judío ayuda a otro a llevar a cabo su servicio. Además, a través de los esfuerzos colectivos de todo el pueblo judío (representado por sus líderes), el refinamiento del mundo se lleva a cabo de una manera más completa y elevada.
2. En base a lo anterior, podemos entender la conexión entre la parshá Shelaj y el mes de Sivan, el mes asociado con la entrega de la Torá. Como se mencionó, la parshá Shelaj siempre se lee cerca de la conclusión del mes de Sivan y además, los espías comenzaron su viaje el 29 de Sivan.
La conexión entre la parshá Shelaj y el mes de Sivan gira en torno al concepto explicado anteriormente, de que el viaje de los espías fue una fase en la elevación y refinamiento del mundo. El refinamiento del mundo se logra a través del poder de la Torá. Por lo tanto, la conclusión del mes de la entrega de la Torá representa la expansión de la Torá hacia el mundo en general y el refinamiento que resulta de esta actividad.
La Torá está conectada con el pueblo judío, como se refleja en el hecho de que el nombre Israel se forma de las iniciales de las palabras hebreas "Iesh Shishim Ribo Otiot LaTorá", que significa "Hay 600,000 letras en la Torá". Cada alma judía tiene su letra en la Torá, que sirve como su fuente de energía y vitalidad.
Hay dos leyes concernientes a un rollo de la Torá que tienen paralelos significativos en nuestro servicio a Di-s: a) Cada letra de un rollo de la Torá debe estar rodeada de pergamino, cada letra debe ser independiente. b) Por otro lado, las 600.000 letras son una existencia única, y la validez de un rollo de la Torá depende de todas letras que contiene, (no debe faltar ni sobrar ninguna). 
De esto, podemos inferir que cada judío tiene un servicio espiritual que es único y específico para su alma particular, separado del servicio de los otros judíos. Y, también, que el servicio espiritual de un judío está incompleto hasta que se fusione con todo el pueblo judío. De manera similar, el pueblo judío debe cumplir dos niveles de refinamiento: Uno que es responsabilidad de cada individuo en particular, y otro que debe cumplir el pueblo en general.
Expliquemos esto: Los conceptos de división y unidad son intrínsecos a la Torá y sus mitzvot. La Torá es una, porque es la sabiduría de Di-s y "Él y su sabiduría son uno". En contraste, hay 613 mitzvot. Dado que las mitzvot son las directivas de Di-s para la conducta del hombre en el mundo, así como el mundo en general tiene 613 dimensiones, también, hay 613 mitzvot diferentes.
Más particularmente, el contraste entre unidad y división se refleja en la diferencia entre Pnimiut HaTorá (dimensión interior de la Torá) y Niglé (las enseñanzas reveladas de la Torá). Niglé se preocupa por el refinamiento del mundo, definiendo qué es kosher y qué no, qué es puro y qué es impuro. En consecuencia, al igual que el mundo, se caracteriza por la división, que incluye la división inicial en sesenta tratados diferentes. En contraste, Pnimiut HaTorá se ocupa de Di-s: "Conoce al Di-s de tu padre". Por lo tanto, al igual que Di-s es uno, esta disciplina de la Torá se caracteriza por la unidad.
Lo anterior también se refleja en el pueblo judío. Desde la perspectiva del alma, todos los judíos están unidos. ¿Qué los divide? Sus cuerpos, en los que sus almas están encerradas para llevar a cabo el servicio de refinación del mundo en general. Más particularmente, los poderes conscientes del alma (intelecto y emoción) se caracterizan por la división, y es la esencia del alma, cuya revelación es a través del esfuerzo del bitul (auto-anulación), la que refleja la unidad.
El viaje de los espías nos enseña que nuestros esfuerzos por refinar el mundo no se relacionan solo con los niveles espirituales de los judíos y de la Torá que se caracterizan por la división, sino que también se relacionan con los niveles trascendentales que reflejan la unidad fundamental de Di-s.
En particular, se puede explicar que estos dos enfoques al servicio del refinamiento, un enfoque que se centra en divisiones particulares y un enfoque que se caracteriza por la unidad, reflejan la diferencia entre la misión de los espías enviados por Moshe y los enviados por Iehoshúa. Moshe envió doce espías, uno para cada uno de los servicios que caracterizan al pueblo judío, y les encargó la exploración de toda la tierra, es decir, todos sus diferentes detalles. 
En contraste, la misión de los espías enviados por Iehoshúa se caracterizó por la unidad. Por lo tanto, envió espías solo a Jericó, "el candado de la Tierra de Israel", es decir, una ciudad que en esencia incluye a todo el país y, por lo tanto, se relaciona con el enfoque de la unidad.
De manera similar, estos espías fueron enviados en respuesta a la orden de Di-s, es decir, como una expresión de la cualidad de bitul que revela la esencia del alma, la cualidad presente en todos los judíos sin distinción. La dimensión de la unidad asociada con esta misión también se refleja en cada uno de los términos utilizados por el versículo: "Dos hombres para espiar en secreto".
"Dos", en contraste con "doce", refleja las dos actividades fundamentales, hacer el bien y apartarse del mal, que abarcan la totalidad de nuestro servicio espiritual. La palabra "hombres", a diferencia de la palabra "líderes", indican un énfasis, no en la grandeza de las cualidades que posee el individuo, sino en las cualidades esenciales comunes a todos los hombres.
"Para espiar en secreto" revela un enfoque de humildad en el servicio a Di-s, característico de la cualidad de bitul. Uno no busca engrandecimiento personal ni publicidad.
3. Los conceptos anteriores reciben mayor énfasis en relación a la explicación de nuestros sabios sobre que los dos espías enviados por Iehoshúa fueron Caleb y Pinjas. Por qué Iehoshúa envió a Caleb es comprensible. Él fue el único de los espías (aparte del propio Iehoshúa) enviado por Moshe que cumplió su misión con éxito. ¿Por qué, sin embargo, fue elegido Pinjas? Como se mencionó anteriormente, Iehoshúa envió a estos espías a prepararse para la reconquista de Eretz Israel y los Levi (tribu de Pinjas) no tomarían parte en esta guerra de reconquista.
Esta pregunta puede resolverse dentro del contexto de la declaración de nuestros sabios sobre que en la Era de la Redención, la Tierra de Israel se dividirá en trece territorios, un territorio que se reservará para cada una de las tribus, incluida la tribu de Levi.
En la era actual, la tribu de Levi no recibió una porción en la Tierra de Israel o una porción en el botín de la guerra, porque, como escribe Maimónides sobre los Leviím: "Fueron separados para servir a Di-s, y para instruir a otros en Sus caminos rectos y juicios justos...Por lo tanto, fueron separados de las cuestiones del mundo y no participan de la guerra como hacen los otros judíos, ni reciben una herencia...sino, son la legión de Di-s, y Él, bendito sea Él, los favorece a ellos".
Esto se aplica en la era actual, cuando la naturaleza material del mundo impide que una persona esté totalmente dedicada a Di-s y simultáneamente involucrada en asuntos mundanos. En la Era de la Redención, sin embargo, cuando la existencia sea refinada y "el mundo se llenará con el conocimiento de Di-s como las aguas cubren la superficie del mar", no habrá necesidad de que los Leviím se aparten de la participación mundana. Y por lo tanto, ellos también recibirán una porción de la Tierra de Israel.
Se puede explicar que la división de la Tierra de Israel en trece territorios está asociada con la unidad trascendente que permeará al mundo en la Era de la Redención pues la palabra hebrea que representa a la unicidad Divina es Ejad אחד ("uno") que tiene un valor numérico de trece. Esto también se reflejará en el hecho de que Di-s mismo será el que divide la tierra en la Era de la Redención.
En la actualidad, el refinamiento de la existencia se relaciona con los niveles de Divinidad que reflejan la división dentro de todo el mundo. En la Era de la Redención, en contraste, mereceremos la revelación de los niveles de Divinidad que trascienden las divisiones del mundo y reflejan su unidad.
Esta unidad universal también se relaciona con la tribu de Levi, ya que esa tribu posee una cualidad global relacionada con todo el pueblo judío, tal como Maimónides escribe: "No solo la tribu de Levi, sino todos y cada uno de los hombres que están motivados por la generosidad de su espíritu a presentarse ante Di-s y servirle ... son santificados con la máxima Santidad. Di-s será su suerte y herencia para siempre ... como para los Cohanim y Leviím".
Como anticipo y en preparación para la reconquista de la Tierra de Israel en la Era de la Redención, y para enfatizar la cualidad de la unidad, Iehoshúa envió a Pinjas como uno de sus dos espías.
4. Los conceptos anteriores también comparten una conexión con el pasaje final de la parshá Shelaj, que trata sobre la mitzvá de tzitzit. Tzitzit es una mitzvá que incluye a todas demás las mitzvot, como se refleja en la enseñanza de nuestros sabios sobre que es "equivalente a todos las mitzvot" y sobre el versículo: "y lo verán y recordarán todos las mitzvot de Di-s". En un primer análisis, esto tiene su dificultad de comprensión: Como se mencionó anteriormente, las mitzvot son el medio que Di-s nos ha otorgado para relacionarnos con los elementos particulares de este mundo y, por lo tanto, las mitzvot se caracterizan por sus diferencias. Si es así, ¿cómo puede haber una mitzvá qué por naturaleza incluya a todas las demás?
La respuesta es, que esto de hecho, es la naturaleza de todas las mitzvot. La dimensión interior de todos las mitzvot es que son los mandamientos de la Torá y, por lo tanto, todas transmiten y comunican la Unicidad Divina, es decir, que Di-s es todo. Entre todas las mitzvot, esto se revela abiertamente en la mitzvá que se describe con la palabra hebrea tzitzit, cuyo valor numérico es 600, que junto a su forma física de ocho hilos y cinco nudos, reflejan una conexión con las 613 mitzvot.
La mitzvá de los tzitzit permite que esta unidad se refleje en la observancia de todas las mitzvot, causando que incluso las mitzvot que reflejan la división y diferencia que prevalecen en todo el mundo se caractericen por un espíritu de unidad. Se alude a esto en la expresión mencionada en el pasaje referente a tzitzit, "para que recuerden y cumplan con todas mis mitzvot" , es decir, esta mitzvá hace que la persona se dé cuenta de que todas las mitzvot, son mitzvot de Di-s, unidas con Él. Así la mitzvá de tzitzit comparte una conexión con la misión de los espías cuyo viaje se caracterizó por la unidad como se explicó anteriormente.
La lectura de este pasaje nos debe inspirar a mayores acciones en la esfera de la mitzvá de Ahavat Israel, ante todo, a pensar cómo satisfacer las necesidades materiales y espirituales de nuestros hermanos judíos. Esto también debe expresarse mediante actividades que enfaticen la unidad entre los individuos que pertenecen a las dos categorías fundamentales que caracterizan el servicio espiritual del pueblo judío: Isajar, quienes se dedican al estudio de la Torá, y Zevulun, los involucrados en los asuntos mundanos. Con respecto a Isajar, Maimónides escribe que es una mitzvá para un sabio de la Torá "enseñar a todos los estudiantes", es decir, extender sus enseñanzas a la mayor cantidad de estudiantes posible. De manera similar, con respecto a Zevulun, también es posible cumplir la mitzvá de Tzedaká (caridad) en nombre de otra persona y también las personas que fueron bendecidas enormemente por Di-s pueden hacer donaciones en nombre de cada miembro del pueblo judío.
En el contexto de las actividades que enfatizan la unidad del pueblo judío, también es digno de mencionar la campaña para estudiar el libro Mishné Torá de Maimónides Esta campaña une a muchos judíos de todo el mundo en el estudio de un solo texto. De manera similar, en este sentido, es importante mencionar la difusión y expansión de las enseñanzas del Jasidismo hacia todos los extremos del planeta. Estas enseñanzas unen las dimensión interior de cada judío con la dimensión interior de la Torá y, por lo tanto, con la Dimensión Interior de Di-s. Y es la difusión de estas enseñanzas lo que acelerará la llegada de la era en la que "la tierra se llenará con el conocimiento de Di-s como las aguas cubren la superficie del mar".
5. La Haftará concluye con el versículo: "Di-s entregó toda la tierra en nuestras manos y todos los habitantes de la tierra se han derretido (de miedo) por nosotros". Este versículo debe servirnos como una enseñanza en este momento. No debemos devolver a los gentiles ni una pulgada de estos territorios de la Tierra de Israel que Di-s nos ha dado. Y esta decisión de mantener la posesión total de la Tierra de Israel nos llevará a la era en que se aumentará el tamaño de Israel e incluirá las tierras de otras tres naciones. Luego se dividirá en trece territorios, y la tribu de Levi también recibirá una parte como se mencionó anteriormente. Y nos dirigiremos al Beit HaMikdash y haremos una ofrenda en agradecimiento por nuestra Redención del exilio. Que esto sea en el futuro inmediato.

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