Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Dvar Maljut Extra - Palabras del Rebe de Lubavitch el 28 de Iar, 5751 (1991), Convención de mujeres de Jabad

Como preparación para la conmemoración de la entrega de la Torá, es costumbre celebrar cada año esta Convención de mujeres judías.
En nuestro caso, luego del Shabat en el que se bendijo el mes de Sivan y en particular, que en la plegaria de la noche de este día, comienza la víspera de Rosh Jodesh Sivan, siendo mañana Rosh Jodesh Sivan y luego los tres días de limitación que nos llevarán hasta el "tiempo de la entrega de nuestra Torá" mismo.
La Torá fue entregada a todo el pueblo judío. Además, como es obvio del versículo“La Torá que Moshé nos ordenó es la herencia de la congregación de Iaakov”, la Torá se entrega como herencia a cada miembro del pueblo judío, es decir, a todos los descendientes de los Patriarcas, Abraham , Itzjak y Iaakov y de las Matriarcas, Sara, Rivka, Rajel, Lea, Bila y Zilpa. De aquí salieron todas las generaciones ​​del pueblo judío, incluida la generación de la Redención, en esta, se innovará el concepto de la entrega de la Torá por medio "de una Torá nueva que emergerá de Mí". Entonces al llegar el momento "de la Entrega de nuestra Torá" de cada año (en el primer día de Shavuot, en el que leemos y escuchamos los diez mandamientos), vuelve y se repite la cuestión de la Entrega de la Torá a todos los hijos de Israel de esta generación y a todos los hijos de Israel de todas las generaciones, por cuanto que cada generación incluye a la anterior y a la siguiente (uniéndolas), desde que los hijos de Israel se transformaron en un pueblo, cuando "Tú nos elegiste de entre todas las naciones" y hasta la generación de la Redención cuando "una Torá nueva emergerá de Mí".  
Es nuestro servicio en la era del exilio lo que prepara para esta revelación. Vemos un paralelo en los preparativos de los judíos para la entrega de la Torá. Nuestros sabios explican que antes de la Redención, a los judíos se les había informado que se les daría la Torá como se le prometió a Moisés: “Cuando saques al pueblo de Egipto, servirás a Di-s en esta montaña”. Cuando salieron de Egipto, anhelaban recibir la Torá y con ansiosa expectativa, contaban los días hasta la entrega de la Torá.
De manera similar, cada año, este patrón se repite. En Pesaj, Di-s elige a los judíos como Su nación. Luego, contamos el Omer, y en la festividad de Shavuot, revivimos la experiencia de la entrega de la Torá.
Hay un concepto interesante con respecto a la cuenta del Omer: generalmente, uno cuenta cuando existe la posibilidad de un aumento o una disminución y se necesita saber el número exacto de días. Sin embargo, con respecto a la Cuenta del Omer, el número de días es fijo y no hay posibilidad de cambio.
En contraste, aparentemente puede haber cambios en cuanto al contenido de estos días, es decir, nuestra conducta puede ser deseable o lo contrario, pero no es eso lo que se está contando.
Sin embargo, en verdad tampoco existe una posibilidad real de cambio en cuanto a nuestra conducta. La entrega de la Torá representó la expresión completa de la elección de Di-s a Israel como Su nación. En ese momento, se expresó Su verdadero deseo y anhelo a los judíos. Esta elección asegura que un judío llenará sus días y semanas con Divinidad, comportándose en su vida diaria como Di-s desea. Esta es una realidad clara y cierta.
Esto se aplica a todos los hombres, mujeres y niños judíos. De hecho, en este sentido, a las mujeres se les da prominencia por sobre los hombres porque antes de entregar la Torá, Di-s se acercó primero a las mujeres. Aunque los Diez Mandamientos estaban dirigidos a cada miembro del pueblo judío, antes de la entrega de la Torá, Di-s dio prioridad a las mujeres. Esto se debe a que las mujeres son Akeret HaBait, un término que puede explicar como Ikro Shel Bait, “la esencia y pilar del hogar”. Son las mujeres quienes tienen la naturaleza emocional especial necesaria para moldear las personalidades de los miembros de su hogar, en particular, los niños pequeños. Una mujer enseña con todo su corazón, con vida y energía, y también con dulzura y sensibilidad que hacen más receptivos a sus oyentes. Y así, es a través de las mujeres judías que la Torá ha sido comunicada a todo el pueblo judío a lo largo de las generaciones, incluida la nuestra, la generación de la Redención.
Y fue por esta razón que Di-s le dijo a Moshé que primero se acercara a las mujeres y les dijera, de una manera agradable y alegre, que Di-s está preparado para otorgar la Torá (Su sabiduría y Su voluntad) al pueblo judío, al pueblo en su conjunto y a cada persona individualmente.
Este es el papel y la misión que se le ha encomendado a la mujer judía, educar a sus hijos. Es una obligación Sagrada que corresponde a cada mujer, hacer lo que pueda en el campo de la educación. (Esto también incluye aumentar la propia educación, ya que hacerlo inevitablemente permitirá que uno eduque a otros de manera más efectiva).
En particular, esto debe expresarse en enseñar a las hijas a encender velas antes de Shabat y antes de las festividades, y al hacerlo, aumentar la luz de sus hogares.
Hay una conexión entre los conceptos anteriores y la Cuenta del Omer porque la Cuenta del Omer es una preparación para la entrega de la Torá. Las siete semanas de la Cuenta del Omer tienen un efecto en todo el año, convirtiéndolo en un año de Torá y Mitzvot y, por lo tanto, en un año de éxito en el área material. Esto se refleja en la parshá Bejukotai, donde Di-s promete que "si transitas en Mis estatutos", Él nos otorgará una gran cantidad de bendiciones materiales, incluida la bendición de "Y los llevaré a erguidos a ustedes", es decir, nuestro sometimiento a la las naciones gentiles será anulado y podremos proceder con orgullo a la Redención.
Aquí, también hay una conexión con las mujeres judías porque Rabí Itzjak Luria, el Arizal, relata que "así como por el mérito de las mujeres justas, nuestros antepasados ​​fueron redimidos de Egipto, de la misma forma, la venida de la Redención final depende de las mujeres judías".
Se habló muchas veces que nuestra generación es la última del exilio y la primera de la Redención verdadera y completa por medio de nuestro justo Mashíaj. Por lo tanto estando entre los días del "tiempo de nuestra liberación" y el "tiempo de la Entrega de nuestra Torá", debe haber una acción adicional especial en las actividades de las mujeres de Israel de nuestra generación como preparación a "nuestra liberación" y "nuestra Entrega de la Torá" en su máxima perfección, con la Redención verdadera y completa a través de nuestro justo Mashíaj, ya que entonces se producirá la innovación verdadera de la Entrega de la Torá, "una Torá nueva emergerá de Mí", a todos los hijos de Israel de todas las generaciones.
Esto se logrará cumpliendo la Mitzvá de encender velas en las vísperas de los Shabatot y festividades, actividad que ilumina el hogar y en particular, la habitación en la que se sirve la comida festiva. Esa comida seguramente consiste solo en aquellos alimentos y bebidas que son kosher, es decir, aptos para asimilarse al sistema de un judío y convertirse en parte de su carne y sangre.
Esto seguramente acelerará la llegada del Mashíaj. Y que su venida tenga lugar inmediatamente después de la conclusión de estas palabras. Luego procederemos, detrás de los Patriarcas y las Matriarcas y todos los tzadikim (justos) con los que comenzará la resurrección de los muertos que seguirá con la de todo Israel y el Rebe anterior, líder de nuestra generación, que estará al frente y a la cabecera de la comitiva, junto con nuestro justo Mashíaj hacia Eretz Israel, a Jerusalem al Beit HaMikdash y al Kodesh HaKodashim donde se encuentra el Arca Sagrada y allí las Tablas de las ley, las primeras y las últimay el Sefer Torá.
Tu puedes transmitir el mensaje que se comunicó aquí a todas las demás mujeres judías dondequiera que se encuentren en el presente exilio, ya sea en lugares donde la observancia judía es común o en lugares donde hay pocas sinagogas y casas de estudio. Allí, la gente está esperando que vengan otros judíos y construyan tales edificios, o que vengan y saquen a los judíos de estos lugares como lo hará el Mashíaj.
La llegada del Mashíaj será acelerada por nuestras contribuciones a la tzedaká y por hacer de la tzedaká una parte fundamental de nuestro ser. En este contexto, vale la pena mencionar la importancia de tener una Pushke (alcancía) de Tzedaká colocada en la cocina y que una mujer coloque tzedaká antes de comenzar a cocinar. No hace falta decir que esto es además de dar una porción y de hecho una buena porción de la comida que ella prepara, a los pobres.
La decisión de hacer esto conducirá a la riqueza, en un sentido figurado, porque las personas más ricas son aquellas que tienen la voluntad de ayudar a los demás, y también, en un sentido físico simple, una abundancia de riqueza material.
Aquí vemos una conexión con las parshiot, Behar ("En la montaña") y Bejukotai (que se relaciona con la palabra Jok, "grabado"). Di-s otorgará a los judíos una montaña de bendiciones materiales para que el deseo de dar tzedaká quede grabado en sus corazones. En pocas palabras, cuando una niña judía entre en la casa de sus vecinos y vea que les falta algo de lo bueno que posee su propia familia, vendrá con una demanda a su madre para que los ayude. Y así educa una madre a sus hijas, para que se preparen a cumplir la función de "Akeret HaBait", el pilar del hogar, en sus propios hogares, al llegar el momento que merezcan un buen Shiduj.
El papel importante que juegan las mujeres judías es particularmente evidente en estos días previos a la celebración de la festividad de Shavuot. Este año, esa festividad está precedida por Shabat, por lo que tenemos una continuidad de tres días de Santidad. Y esta secuencia de Santidad se introduce en el hogar a través de las velas encendidas por las mujeres y niñas judías.
Esta secuencia de tres días constituye una Jazaká, consolidación que produce en todos y cada uno de los hijos de Israel un fortalecimiento en el concepto de la Entrega de la Torá, que se enfatiza más en el hecho de que "la Torá es triple para un pueblo triple", Torá triple pues se divide en Torá, Neviím y Ketuvim, un pueblo triple pues hay Cohanim, Leviím e Israelim, que se relacionan con los tres días seguidos de Santidad donde las mujeres enciendes tres días consecutivos las velas sagradas.
"Tu pueblo, son todos tzadikim", cada judío, hombres, mujeres y niños está en la categoría de "tzadik" y estando contiguos a la víspera de Rosh Jodesh que constituye un "Iom Kipur pequeño", El Santo, Bendito Sea Él, expía todas las cosas negativas y por ende todos los judíos se transforman en "tzadikim" y "el Mashíaj pondrá a los tzadikim a hacer Teshuvá", esto incluye que los devuelve a la Tierra de Israel.
Esto, a su vez, conducirá a la Redención final cuando merezcamos la construcción del Tercer Beit HaMikdash. Que el mérito de las mujeres justas de nuestra generación acelere el advenimiento de esta Era. Y que esto sea en un futuro inmediato.

(Después de dar tzedaká para ser distribuida a las mujeres presentes, el Rebe Shlita dijo: Que tengan Shabat Shalom, Jag Sameaj. Y que reciban la Torá con alegría y sentimiento interior).

(El Rebe - Sefer HaSijot (Hitvaduiot) 5751-28 de Iar)

Leitlabshut HaNeshamá BaGuf Sara bat Moshe Z"L

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