Nuestros cuerpos sólo han sido entregados al exilio para ser gobernados por las naciones del mundo, pero no nuestras almas .... Debemos declarar de manera abierta para que todos oigan, que con respecto a todo lo relacionado con nuestra fe, la Torá del pueblo de Israel, sus mandamientos y costumbres: que nadie puede imponer sus puntos de vista sobre nosotros y ninguna fuerza tiene el derecho de someternos". Nosotros también vivimos en un mundo que exige, aunque sea en apariencia, por medios menos coercitivos, someter a nuestros derechos espirituales para reemplazarlos por mayores necesidades socio-económicas. Hoy el materialismo, la influencia del medio social confunden la conciencia sobre el objetivo de nuestras vidas de hacer este mundo una morada para Di-s con la llegada del Mashiaj. La proclamación del Rebe Rashab, posee hoy el mismo mensaje de siempre: El cuerpo puede estar en el exilio, pero el alma es en esencia totalmente libre para lograr liberar también al cuerpo.
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