Desde la antigüedad casi nada se movió hasta que, de repente, en un período de tiempo increíblemente corto, todo cambió. No avanzó o aceleró, sino mucho más que eso. En menos de un siglo, las bicicletas planeadoras de los hermanos Wright se convirtieron en aviones a reacción y naves espaciales, y en menos de cincuenta años, las calculadoras aritméticas se convirtieron en supercomputadoras. Antes de eso, no había nada técnico que siquiera mencionara estaciones espaciales o teléfonos inalámbricos, rayos láser o nanopartículas. Todo llegó de repente y cambió las condiciones de nuestras vidas hasta hacerlas irreconocibles.
Es razonable suponer que si alguien hubiera abandonado su pobre pueblo antes de la Revolución Industrial, se hubiera acostado durante ciento cincuenta años y ahora se hubiera despertado, hubiera mirado el mundo moderno y hubiera logrado comprender (más o menos) lo que ocurrió mientras dormía, entonces estaría seguro de que habrían pasado al menos cien mil millones de años desde que se quedó dormido. Él simplemente adivinaría cuánto tiempo tomaría para que todo esto sucediera, basándose en el ritmo de progreso que recordaba de su época, y llegaría a una conclusión aparentemente obvia.
(Similar al comprensible error del aldeano, los científicos que intentan estimar la edad del universo basándose en el ritmo actual en el que ocurren los eventos cósmicos y físicos también están equivocados. Suponen que el ritmo actual de eventos (por ejemplo, la velocidad de la luz) también existía en el momento de la creación, sin tener en cuenta fuerzas y fenómenos que no ocurren en absoluto hoy en día y que, en cualquier caso, son completamente desconocidos para la ciencia).
La verdad es que el ascenso meteórico es sólo una pequeña muestra de lo que está por venir. Muy pronto, en cualquier momento realmente, el universo está a punto de experimentar un salto mucho más drástico hacia adelante. Un cambio de lugar esencial y repentino, que nos dejará a todos en un estado de ensueño frente a una cualidad completamente nueva que llegará de repente aquí:
Una cualidad de conciencia refinada y clara que lo abarcará todo e inundará a toda la humanidad como un mar. Será una experiencia compartida de Divinidad omni-abarcante, uniendo a todo el universo en un solo ser orgánico y espiritual.
Esto, entre otras cosas, es lo que queremos decir cuando decimos: Gueulá Amitit VeHaShelemá - Redención verdadera y completa.
