Esto lo inunda con una sensación inicial de placer y lo anima a repetir la actividad que provocó ese placer.
Pero como ya hemos mencionado, algo va mal con el consumo de drogas. Las drogas provocan cambios en los delicados circuitos neurológicos y el sistema sufre una insuficiencia que se manifiesta en el terrible y conocido síndrome de abstinencia.
En nuestras fuentes sagradas de la Torá, las fuerzas de la impureza que aspiran a destruir la estructura interior de Santidad se llaman "Sam" (igual que la palabra droga en hebreo). Y no es casual. Fuerzas espirituales internas de cierto tipo, nos alientan a regresar a actividades que a la larga, corrompen sin distinción, a las delicadas estructuras del alma judía y la hacen inmune e insensible a la Santidad. Esta oscuridad, le impide al alma, nutrirse de "materias" adecuadas para su salud y pertinente desarrollo, y va deteriorando paulatinamente a la persona hacia un abismo de degeneración moral, que es la muerte espiritual.
Se trata de deleites fugaces y de placeres traicioneros, a los que las transgresiones y los deseos mundanos les otorgan sensaciones positivas temporales, y terminan siendo una deuda que se eleva a un gran precio y luego se cobra con intereses multiplicados.
Sin embargo, incluso las peores adicciones pueden eliminarse. La ayuda médica innovadora hoy permite salir del ciclo de la muerte. Y también espiritualmente, hoy se está extendiendo una enorme ayuda celestial para recibir a los retornantes. Lo sentimos cuando somos asistidos con una gran cantidad de apoyo y estímulo, aprendizajes, y lugares de estudio especiales y lo principal es que todo esto, es el resultado del emprendimiento del Rebe Lubavitch ER"M, de difundir el judaísmo. Todo esto facilita la lucha, para no ceder a las tentaciones del mal instinto, a sus promesas, amenazas e intimidaciones.
E incluso si el período de transición es difícil y todo vuelve a la muerte, hay que hacer todo esfuerzo posible para superarlo. Proveernos únicamente de "material" puro y saludable: La droga de la vida que es la Torá. Aprender a disfrutar de una Mitzvá, del estudio de la Torá, de la compañía de personas de mente pura y temerosas de Di-s, y a aborrecer y desapegarse de otros placeres.
Debemos estar limpios, para ser tocados por la absoluta limpieza interior que nos espera: La Redención verdadera y completa.
