Abraham y Sara. La verdad de la existencia

Pregúntale a los sabios de muchas culturas y ellos te dirán que todo es temporal, todo tiene un final, todo concluye al fin, todo termina, todo pasará, no hay nada en este mundo a aferrarse, a trascender. Pregunta a un sabio de la Torá y él te dirá que no es cierto. Las vanidades del tiempo, los fracasos de la vida, todos ellos pasan como las nubes en un día ventoso, pero la vida de verdad es para siempre. Este es el significado de los trece principios de nuestra fe, la creencia de que aquellos que vivieron una vida de verdad, vivirán otra vez en una forma real y corpórea. Se trata de un rechazo a la
temporalidad, una confirmación de que hay cosas en el mundo que realmente importan, que tienen un significado sin fin y un propósito absoluto. Cada vez que un acto Divino se realiza, todos los participantes se elevan más allá del tiempo. Salvar una vida es ser como Noé salvando al mundo entero. Alimentar a viajeros cansados por un viaje o por la vida, es como atender a los ángeles que vienen a visitar a Abraham y Sara. Y Abraham y Sara los hospedan y le dan calidez contigo. De hecho, todos los que fueron verdad en sus vidas están aquí con nosotros hoy. El mundo terrenal inhibe a nuestros ojos espirituales e imposibilita el reinicio del contacto entre unos y otros. Sólo cuando la falsedad del mundo será arrancada, todos se elevarán al lugar de la verdad, entonces todos nos veremos unos a otros, juntos de nuevo.

(De las enseñanzas del Rebe de Lubavitch - Hitvaduiot)

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