Esa noche, el rabino Naftali se le apareció al Baal Shem Tov en un sueño.
"Rabí Israel, se ha decretado en el Cielo que no estás destinado a morar en Eretz Israel. Si eres terco e intentas continuar tu viaje, morirás aquí como lo hice yo. Regresa a casa".
El Baal Shem Tov aceptó el decreto y se embarcó
en una nave rumbo a casa. Su barco fue capturado por piratas, pero esa es otra historia. Finalmente lo liberaron en el puerto de Kilya en el mar Negro, desde donde continuó su viaje a Medzibush.
Tres meses después, el día 15 del mes judío de Tamuz, durante la Tercera Comida en el Shabat de la parshá Pinjas, inmediatamente después de lavarse las manos y comer un bocado de jalá, el Baal Shem Tov dijo con un suspiro: "La luz del Oeste se ha extinguido".
Esa noche, en la comida tradicional de Melave Malka de los sábados por la noche, los jasidim se animaron y preguntaron: "Rebe, ¿qué quisiste decir cuando dijiste que "la luz occidental se había extinguido?".
El Baal Shem Tov respondió: "El Or HaJaim ha muerto. Era conocido en los reinos celestiales como "la Luz Occidental".
"¿Cómo sabe eso el Rebe?" preguntó con audacia un jasid.
El Baal Shem Tov respondió: "Hay una kavaná (intención) particular para el recitado de la bendición para lavarse las manos que siempre quise saber. Sin embargo, esta kavaná se me ocultó ya que solo una persona en cada generación puede saberlo, que es el líder de la generación". Y el Or HaJaim me había precedido. Esta tarde, mientras me lavaba las manos para la tercera comida de Shabat, de repente me di cuenta de una nueva kavaná. Inmediatamente entendí que el Or HaJaim había pasado de este mundo y ahora me convierto en el guardián de esta kavaná".
En otra ocasión, el Baal Shem Tov le contó a sus jasidim sobre otro incidente relacionado con este portentoso evento. En el Shabat que el gran Or HaJaim partió del mundo, su amigo en Tiberíades, Rabí Jaim Abulafia, el gran cabalista, misteriosamente se desmayó y permaneció inconsciente durante media hora. Cuando finalmente revivió, anunció a sus alumnos: "Hoy el Or HaJaim dejó este mundo. Lo acompañé hasta las puertas de Gan Eden".
"Lo que Rabí Abulafia no sabía", dijo el Baal Shem Tov a sus jasidim, "es que el alma sagrada del Or HaJaim permaneció en el Gan Eden solo durante el Shabat. Al día siguiente descendió una vez más a este mundo. "Las almas de los tzadikim", explicó, "reciben una mayor satisfacción al estar en este mundo físico donde el alma puede servir al Todopoderoso en el plano físico más bajo, a través de la realización de mitzvot y buenas acciones que brindan un beneficio mucho mayor para este mundo, y es mucho más placentero para el alma que estar en Gan Eden. Cuando Mashíaj llegue, y la Divinidad sea vista y sentida por el hombre más común, anhelaremos los días previos cuando pudimos servir al Todopoderoso en el más bajo nivel de lo físico ".
La muerte del Or HaJaim ocurrió solo dos días antes del Bar Mitzva de Reb Leib Sarahs. Sin embargo, no fue sino hasta varios años más tarde que los jasidim entendieron que era el alma de Or HaJaim que este gran jasid y místico recibió en el momento de su Bar Mitzva, cuando les fue explicado por el Rebe Dov Ber "El Maguid de Mezritch", el sucesor del Baal Shem Tov como el líder del movimiento jasídico.
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