La documentación de todas las formas de vida en la Tierra está lejos de ser completa. ¿Quién sabe cuántas sorpresas de este tipo nos esperan todavía? Un grupo de investigadores australianos completó recientemente un estudio de cuatro años en cuevas subterráneas ¡y encontró más de 850 nuevas especies de invertebrados previamente desconocidos para la ciencia! Y es generalmente aceptado entre los científicos que sólo una pequeña fracción de las profundidades del océano ha sido explorada alguna vez, lo que significa que una gran cantidad de criaturas marinas eluden nuestro descubrimiento.
La diversidad de la vida en la Tierra no deja de sorprender a los investigadores en biología, zoología y fisiología. Las criaturas cubren una amplia gama de tamaños, formas, funciones y carácter. Sin embargo, a pesar de las diferencias obvias entre las bacterias microscópicas y la orca, el musgo y el cedro, el virus y el ser humano, todos somos creados a partir de los mismos componentes básicos y llevamos a cabo procesos de vida muy similares. Todos pertenecemos a la misma categoría de seres vivos.
Nuestros sabios describen con vivos colores el momento de la Redención, cuando toda la vida animal y vegetal e incluso la materia inanimada se unirán en una experiencia compartida: Una revelación de la Divinidad que abarcará toda la Creación y no dejará lugar a dudas sobre nuestros orígenes compartidos. "Y toda carne verá que la boca de Di-s ha hablado". Y no es sólo la carne la que hablará, incluso "una piedra en la pared gritará, y una astilla del árbol responderá", ya que toda la Creación alzará su voz para unirse a un coro atronador, expresando nuestro reconocimiento de Di-s.
Las sorpresas que nos esperan vendrán no sólo de las criaturas que aún están por descubrir, sino incluso de aquellas que creíamos conocer demasiado bien. Por ejemplo, quedará muy claro que cada judío, sin excepción, tiene una "parte real de Di-s en lo Alto". Incluso la persona más simple e ignorante se mostrará como un ser humano lleno de innumerables cualidades, buenas obras y pensamientos refinados.
Si tan sólo abriéramos los ojos, comenzaríamos a ver que este mundo oculto está justo delante de nosotros. Sólo necesitamos dejar de pensar que sabemos tanto y abrir nuestra mente a las grandes maravillas inexploradas de la existencia.
