 En los libros de Cábala y Jasidismo aparecen largas explicaciones sobre la "chispa Divina" que existe en cada uno de los integrantes de la creación. Una chispa de santidad del Creador. Dicha chispa no necesariamente está revelada en el cuerpo de las creaciones, puede estar guardada en su interior, el cuerpo es una cáscara o cobertura que oculta en gran medida la revelación de luz de la chispa Divina. Cuanto mayor es la materialidad del ser, menor es la percepción de su presencia. La medida de revelación y ocultamiento muestran el nivel de
En los libros de Cábala y Jasidismo aparecen largas explicaciones sobre la "chispa Divina" que existe en cada uno de los integrantes de la creación. Una chispa de santidad del Creador. Dicha chispa no necesariamente está revelada en el cuerpo de las creaciones, puede estar guardada en su interior, el cuerpo es una cáscara o cobertura que oculta en gran medida la revelación de luz de la chispa Divina. Cuanto mayor es la materialidad del ser, menor es la percepción de su presencia. La medida de revelación y ocultamiento muestran el nivel desantidad de cada creación o criatura en particular y produce como consecuencia directa el prevalecimiento del bien en la criatura o su inclinación hacia la senda negativa. En cuanto a las criaturas no físicas como los ángeles, la luz Divina ilumina abiertamente y produce una influencia evidente e impactante. En cambio en nuestro mundo el cuerpo constituye una barrera que veda e inhabilita la sensación de la energía Divina interior. Por ello no se siente, ni se reconoce una revelación de Divinidad y el mundo se inclina a contradecir y a oponerse a la idea de santidad hasta llegar al extremo de que exista la posibilidad de una negación completa del Creador!!. En gran medida este hecho genera la chance técnica de un incremento de las fuerzas del mal como explica el Sefer HaTania en el capítulo 6.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
