
seleccionó el Creador que la maravillosa liberación de Egipto y la tremenda revelación del Monte de Sinaí en Matan Torá fueran a través de un ser humano, Moisés, que mereció ser el emisario Divino para estos sucesos. Así continuó la historia en el transcurso de las generaciones a través de Tzadikim (Justos) seleccionados por la supervición Divina para cada generación. Lo vemos también el concepto en el texto del principio de fe: "Yo creo con fe completa en la llegada del Mashiaj....esperaré a él cada día.....". Aún más, en los textos no solamente el hecho de que el Mashiaj es un ser humano es destacado sino también sus virtudes personales y características, son primordiales conceptualmente. Vemos esto claramente no solo en la Torá y los profetas sino en todos los textos judíos, hasta encontramos en Igueret Teimán de Maimónides referencias al Mashiaj como una personalidad superior a todo hombre (continuará)