Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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El Rebe de Lubavitch en la parshá Shemini 5751 - ¿Sobre quién recae la responsabilidad de traer a nuestro justo Mashíaj?

1. En este Shabat hemos leído la parshá Shemini por octava vez tal como se enfatizó esta cuestión en las últimas semanas. En esto hay una virtud, como dice el conocido refrán: "Shemini Shemoné Shemená", "Cuando se lee ocho veces la parshá Shemini, será un año abundante" tanto en temas espirituales como materiales.
Esto realza la naturaleza especial de este año, que es un año en el que “les mostraré maravillas”, es decir, un año lleno de milagros Divinos manifiestos que servirán de preparación para los milagros que acompañarán a la futura Redención cuando "Como en los días de tu salida de la tierra de Egipto, les mostraré maravillas". Esto es particularmente evidente en el presente mes, el mes de  Nisan, un mes asociado con milagros de una naturaleza verdaderamente maravillosa.
Hay más factores especiales asociados con este Shabat: a) Es el primer Shabat después de la festividad de Pesaj y por lo tanto, comenzamos a leer Pirkei Avot en la tarde de este Shabat. b) Es el último Shabat del mes de Nisan y de hecho, el día anterior a Rosh Jodesh Iar. c) Hoy también concluye una semana de la Cuenta del Omer. Como se mencionó, este año hay una dimensión adicional de perfección dentro de la mitzvá de la Cuenta del Omer, porque cada semana, la nueva Sefirá comienza el sábado por la noche y concluye en la noche del viernes en Shabat.
Todas estas cuestiones están interconectadas y de manera similar, comparten una conexión con la dimensión especial y maravillosa del año en curso, un año en el que “les mostraré maravillas”.
Nos centraremos primero con mayor profundidad en la expresión "Cuando se lee ocho veces la parshá Shemini, será un año abundante". A primera vista, surge la pregunta: La palabra Shemená, "abundante" comparte la misma raíz que la palabra Shemini. Si es así, ¿por qué solo cuando Shemini se lee ocho veces (Shemoné) será un año abundante? Sin dudas, Shemoné, las ocho veces que leemos esta parshá, brinda una influencia adicional, pero aparentemente la lectura de Shemini en sí misma debería ser suficiente para provocar la influencia de Shemená (abundante).
Explicación: Shemini se refiere al octavo día de entrenamiento para el armado del Mishkán (Santuario), el día en que la Presencia Divina vino a posar en el pueblo judío. El potencial para esto está relacionado con Shemini, "el octavo día". El orden natural está estructurado en ciclos de siete, correspondientes a los siete atributos Divinos denominados midot. En contraste, el número ocho está asociado con la luz Divina que trasciende el orden natural.
Por lo tanto, el servicio realizado durante los primeros siete días de la dedicación del Santuario se asocia con la Divinidad que se manifiesta dentro del orden natural. Por lo tanto, no fue suficiente para lograr la revelación de la Shejiná (Presencia Divina). En el octavo día, este aspecto trascendente de la Divinidad se reveló y posó dentro del pueblo judío.
Esto representa la conexión entre el número ocho y la abundancia. Ocho se refiere a una bondad que trasciende los límites del mundo y por lo tanto produce abundancia.
Sin embargo, la intención final es que la luz que trasciende el orden natural impregne y permee también esta área limitada de la Creación, se revele dentro del mundo mismo y, además, que el mundo tal como existe dentro de su propio contexto, aprecie esta revelación. Esto representa una fusión de dos opuestos, la revelación de la Divinidad trascendente dentro de un mundo de limitación.
En particular, este concepto se revela en la bendición de Moshé al pueblo judío: "Que la Presencia Divina pose en la obra de vuestras manos"; es decir, la obra de las manos del judío, su servicio limitado, se convertirá en un vehículo para el Revelación de las propiedades infinitas de Di-s. Y desde el Santuario, la revelación de esta cualidad se extenderá por todo el mundo.
De manera abierta y manifiesta, esta fusión de lo finito y lo infinito se reveló en el Arca Sagrada. Aunque el Arca tenía un ancho específico de dos codos y medio, cuando se medía todo el espacio del Santuario, "el espacio del arca no estaba reflejado en la medición", el Arca no ocupaba lugar.
Estos conceptos deben reflejarse en el servicio espiritual de cada judío individualmente. Hay ciertos aspectos de nuestro servicio que están asociados con fronteras y limitaciones y otros que trascienden la limitación. Cada uno refleja una cualidad positiva particular. El servicio en el contexto de la limitación es apropiado para nuestras características humanas y, como tal, permite internalizar la revelación de la Divinidad.
El servicio que trasciende el límite humano establece una conexión con aquellas dimensiones de la Divinidad que también son ilimitadas. Por lo tanto, el estado superior del servicio espiritual es la fusión de estas dos cualidades, estableciendo así una conexión con la dimensión infinita de Di-s, y al mismo tiempo, permitiendo que esta conexión sea internalizada en la esfera limitada de nuestra personalidad y en nuestro mundo material.
En base a lo anterior, podemos explicar por qué es la influencia de Shemoné (ocho) y no la de Shemini (octavo) lo que hace que este año sea "abundante" (Shemená). La diferencia entre octavo y ocho es que octavo se refiere a un nivel distinto y separado e independiente de los niveles que lo preceden. En contraste, ocho se refiere a una secuencia en la que no solo se cuenta el número ocho, sino también los siete números que lo preceden.
Como se mencionó con anterioridad, ocho se refiere a una dimensión trascendente de la Divinidad. Así, Shemini se refiere a esta dimensión trascendente tal como está en sí misma, por encima de nuestro mundo material. En contraste, Shemoné indica un vínculo entre esta cualidad infinita y el orden natural que está estructurado en siete, la Divinidad trascendente se inviste y manifiesta dentro de los límites de nuestro mundo.
Por esta razón, la lectura de la parshá Shemini por sí sola, no es suficiente porque se refiere a un nivel que está por encima de los límites de nuestro mundo. Sin embargo, cuando, como en el año en curso, esa porción se lee ocho veces, esta cualidad infinita se refleja en la naturaleza de nuestro mundo, produciendo abundancia.
Hay un concepto adicional implícito: El medio por el cual se revela la octava cualidad, la dimensión trascendente descripta anteriormente, es a través del servicio de las siete cualidades limitadas que lo preceden (uno llega a ocho después de contar siete). Cuando uno completa el servicio en el contexto de la limitación, se vuelve capaz de recibir revelaciones superiores, incluidas las cualidades que trascienden la revelación.
Si nos referimos al ejemplo de la revelación del infinito mencionado anteriormente, sobre que el espacio del arca no estaba reflejado en la medición del espacio del Santuario: ¿Cuándo fue posible revelar esta cualidad infinita? Cuando el arca primero fue formado de acuerdo a su medida precisa. Si no se hubiera completado de acuerdo con sus instrucciones precisas, la Presencia Divina no habría posado sobre ella.
De manera similar, con respecto a la lectura de la parshá Shemini, la dimensión especial expresada este año viene cuando leemos ocho veces la parshá Shemini: La primera lectura revela la calidad trascendente asociada con Shemini, la segunda lectura, un refuerzo de esta calidad, la tercera lectura, una jazaká (consolidación) que revela una dimensión de fortaleza y continuidad. La cuarta lectura está asociada con las cuatro patas de la "Mercabá" (Carroza Divina) que le dan estabilidad y equilibrio, la quinta lectura con "la quinta parte al Faraón", que el Zohar lo explica como una referencia a un nivel donde "se revelan todas las luces". La sexta lectura se asocia con una repetición de la jazaká mencionada antes y también la terminación del mundo que se creó en seis días. La séptima lectura está relacionada con Shabat que infunde la dimensión del descanso en el mundo. Y como se mencionó anteriormente, es la octava lectura la que fusiona la dimensión infinita de la Divinidad con las limitaciones de nuestro mundo material.
2. El potencial para la revelación de esta cualidad trascendente dentro de los límites de nuestro mundo material es generado por Moshe y su plegaria: "Que el deleite de Di-s esté sobre nosotros", que es explicada como "Que la Divina Presencia pose en la obra de vuestras manos".
En su propia persona, Moshé representa la fusión de finitud e infinito y, por lo tanto, tiene el potencial de servir como "un medio que conecta", y así traer la Divinidad infinita de forma revelada dentro de nuestro mundo material.
Este concepto se refleja en la apertura de la Mishná del primer capítulo de Pirkei Avot (que comenzamos a leer esta semana): "Moshe recibió la Torá del Sinai y la entregó ...", Moshe recibió la Torá de Di-s mismo y desde allí hubo una cadena de transmisión hasta llegar a cada judío. Y es a través de la Torá que es la sabiduría y voluntad de Di-s donde "Di-s y la Torá son uno", que la Presencia Divina posa en el pueblo judío. De manera similar, es por medio de la Torá que un judío tiene el potencial de revelar el nivel trascendente de la Divinidad dentro del mundo en general.
La expresión "Moshe recibió la Torá de Sinai" también es significativa, y revela la fuente del potencial de Moshe. Aparentemente, la Mishná debería haber dicho "Moshe recibió la Torá de Di-s". ¿Por qué menciona a Sinai? Para enseñarnos que al igual que el Monte Sinaí fue elegido para la entrega de la Torá porque era la más baja que todas las montañas, es la humildad y el "bitul" (la auto-anulación) lo que hace que un judío sea un receptor adecuado para la Torá. Moshé fue el epítome de estas cualidades siendo "el más humilde de los hombres sobre la faz de la tierra". Por lo tanto, él fue quien recibió la Torá, y fue él quien sirvió como el medio para la revelación de la Divinidad trascendente dentro de nuestro mundo limitado.
Ahora, profundicemos en la concepción de Moshe como símbolo de la fusión de la limitación y los niveles de Divinidad que trascienden la limitación: El nombre Moshé en hebreo (משה) es explicado como un acrónimo de los nombres, Moshe, Shamai y Hilel, quienes representan las tres líneas de influencia Divina. Hilel representa la línea de la derecha que se caracteriza por la cualidad de Jesed (bondad) y, por lo tanto, Academia de Hilel es conocida por su enfoque benévolo de la ley de la Torá. Shamai representa la línea izquierda que se caracteriza por la cualidad de Guevurá (poder) y, por lo tanto, la Academia de Shamai es conocida por su estricto enfoque de la ley de la Torá. Moshe simboliza la línea del medio que se asocia con la cualidad de Tiferet (belleza) y que posee una dimensión infinita que puede unir y armonizar los otros dos enfoques.
La fusión de Jesed y Guevurá se explica como una fusión de la limitación y y lo que está por encima de ella. La cualidad de Guevurá está asociada con un proceso de contracción y establecimiento de límites. En contraste, Jesed representa una influencia desde Arriba que trasciende los límites de los llamados "recipientes", los destinatarios.
El potencial de Moshe para lograr esta fusión de opuestos proviene del hecho de que Moshe fue como indica la raíz de su nombre "sacado del agua", es decir, la fuente de su alma eran los niveles de luz Divina que son demasiado trascendentes para ser revelados abiertamente dentro de este mundo. Incluso cuando Moshe fue "sacado del agua" y existió dentro de este mundo limitado, poseía una conexión con su fuente trascendente.
Moshe refleja el máximo nivel de bitul. Por lo tanto, pudo revelar la ventaja que posee el servicio de cada una de las dos líneas y unirlos. Esto a su vez provocó la revelación de la Presencia Divina dentro del mundo.
Moshe otorga el potencial a cada judío para llevar a cabo su tarea espiritual, ya que cada judío posee una chispa de Moshe en su alma. Además, esta chispa afecta la tarea del judío en el mundo en general. Vemos este patrón reflejado en la construcción del Santuario. Moshe recitó la plegaria: "Que la Presencia Divina pose en la obra de vuestras manos", y la Presencia Divina fue revelada. Esto causó que los judíos “ofrecieran alabanza y cayeran sobre sus rostros”, es decir, que expresaran un total y absoluto bitul (auto-anulación).
Desde la generación de Moshe, este potencial se transfirió a todas las generaciones subsiguientes, otorgándoles el potencial para emular la aceptación de la Torá por parte de Moshé desde el Sinai y así establecer un vínculo completo de unidad con Di-s a través del estudio de la Torá.
3. También en este Shabat hay una conexión con la finalización de las dos primeras semanas de la Cuenta del Omer. La primera semana del Omer se asocia con la cualidad de Jesed (bondad) que es caracterizada por la línea derecha. La segunda semana está asociada con Guevurá (poder), la línea izquierda. Por lo tanto, estas dos semanas están en paralelo a las cualidades representadas por las Academias de Shamai y Hilel mencionadas anteriormente.
Además, la Cuenta del Omer correspondiente a hoy es Maljut ShebeGuevurá (Reino en el poder) que está asociado con la máxima expresión de la realeza, la revelación de "Y Di-s reinará por siempre", en la redención final cuando "será para Di-s la soberanía". Además, esta revelación tendrá una naturaleza abrumadora según sea apropiado para el atributo de poder.
Aunque Guevurá, el poder, se asocia a menudo con el tzimtzum (la contracción y ocultamiento), el proceso de auto-limitación Divina que provocó la existencia de este mundo material, también se asocia con una revelación fuerte del poder Divino. Así, la Resurrección de los Muertos está asociada con esta cualidad como decimos en la plegaria de la Amidá: "Tu, Di-s eres Guivor (poderoso)  ... resucitas a los difuntos". El atributo de Guevurá explicado como revelación de poder y no como límite. Además, esta revelación apabullante, la revelación de la Redención, atraerá a la Divinidad a incluso los aspectos del mundo que se caracterizan por el ocultamiento. Dado que la revelación impregnará y permeará incluso estos niveles, no habrá más oportunidades para el exilio. Será una Redención definitiva que no será seguida por el exilio.
4. Hoy también es el día anterior a Rosh Jodesh y leemos una Haftará que comienza diciendo: “Y Ionatan le dijo (a David ): "Mañana es Rosh Jodesh. Y se te recordará, porque tu lugar estará vacío". Las palabras hebreas "Venifkadta", "Y se te recordará" y "ipaked", "estará vacío" comparten la misma raíz gramática.
Esta relación se refleja en la forma en que se llega a la irradiación de la luna nueva. Primero, la luna se oculta hasta el punto en que no brilla en absoluto y es este ocultamiento ("tu lugar estará vacío") lo que conduce a una renovación de la irradiación de la luna ("Y se te recordará").
De forma similar, el ocultamiento del exilio es la preparación para el resplandor de la Redención que está conectada con el descendiente del rey David, el Mashíaj. Además, la misma raíz de la palabra mencionada antes, se asocia con la Redención, ya que ésta fue la señal que Iaakov y Iosef dieron al pueblo judío sobre que la Redención vendría: "Pakod ifkod", "Y Di-s los recordará a ustedes". Por lo tanto, también comparte una conexión con la Redención final, ya que "como en los días de tu salida de la tierra de Egipto, les mostraré maravillas".
5. Todo lo anterior enfatiza cómo la Redención final debe venir de inmediato, particularmente en este presente año, un año en el que “les mostraré maravillas”. Aunque estamos en la oscuridad del exilio, este mismo hecho, el hecho de que nuestro lugar en la mesa de Di-s en el Beit HaMikdash está vacío, debe hacer que Di-s nos recuerde y dedique su atención a redimirnos.
Además, nuestro servicio es llevado a cabo en la oscuridad y en el ocultamiento del exilio, sin embargo tiene el potencial de llevar a cabo la Redención. Este modelo es paralelo al comentario de nuestros sabios: "Quienquiera que observe la Torá en un estado de pobreza, finalmente merecerá observarlo en un estado de riqueza". A través del servicio en la pobreza del exilio, mereceremos servir a Di-s con la riqueza de la Redención.
La intención no es, Di-s no lo permita, que debemos llevar a cabo nuestro servicio en la pobreza real. Todo lo que fuera necesario para saldar esa cuenta se cumplió en las generaciones anteriores. En cambio, como explicaron nuestros sabios, el verdadero sentido de la pobreza es la falta de conocimiento, y nos falta el conocimiento final que se revelará en la Era de la Redención. En un sentido material, sin embargo, se nos ha otorgado riqueza, y podemos estudiar Torá y observar sus mitzvot con prosperidad. Además, también se nos ha otorgado un atisbo de la riqueza espiritual de la Era de la Redención que se refleja en la impresión de muchos textos de la Torá que no estaban disponibles hasta ahora.
Por lo tanto, corresponde a cada judío trabajar para lograr la Redención final. Una persona no puede quejarse diciendo: “Estoy limitado en mis capacidades y, además, debo dedicar gran parte de mi tiempo a las acciones materiales en este mundo. Apenas tengo la energía suficiente para llevar a cabo una tarea de alcance limitado. Seguramente, no puedo llevar a cabo un servicio tan grande como traer al Mashíaj".
Incluso una persona así, debe darse cuenta de que la llegada del Mashíaj depende de la tarea de todos los judíos y de cada judío. Y si Mashíaj no ha llegado todavía, esta es una clara indicación de que su venida depende de la tarea de nuestra generación. A través de nuestro servicio espiritual dentro de las limitaciones que nos encontramos y del ocultamiento de la Presencia Divina de este exilio, podemos aprovechar las grandes energías que hoy se encuentran, que tienen el potencial de producir la Redención. Además, Maimónides escribe que cada mitzvá que realiza un judío, tiene el potencial de "lograr la salvación para él y para el mundo entero".
A cada judío se le ha dado el poder de llevar a cabo esta tarea y de hacerla de una manera perfecta. No solo puede ayudar a traer la Redención siendo asistente de otra persona en la tarea, sino que él mismo puede llevar a cabo esta tarea y así convertirse en un socio pleno con Di-s en Su obra.
El alma de cada judío es "una parte de Di-s en lo alto, realmente", y por lo tanto su servicio tiene el potencial de tener efectos incalculables. Esto es particularmente evidente en el presente año, un año en el que “les mostraré maravillas”. “Les” se refiere a Di-s y cuando Di-s muestra maravillas, todo se revela. Vemos milagros que trascienden el orden natural y milagros investidos dentro de la naturaleza como hemos visto en los últimos meses, comenzando con el mes de Adar (Los milagros a Israel en la guerra del golfo).
Este patrón de acontecimientos continuó en el mes de Nisan, un mes asociado con milagros sobre-naturales y seguramente continuará en el mes de Iar, cuyo nombre se forma de las iniciales de los nombres: Abraham, Itzjak, Iaakov y Rajel, quienes representan a los cuatro “patas” de la carroza Celestial; y además se forma de las iniciales de las palabras hebreas del versículo: “Yo soy Di-s, tu sanador”. En particular, este fenómeno se ve aumentado por las ocho lecturas de la Parshá Shemini, ya que el número ocho comparte una relación intrínseca con la Era de la Redención.
El poder para que podamos llevar a cabo esta tarea lo genera la extensión de Moshe en nuestra generación, el Rebe anterior. En particular, el potencial se revela aquí en esta residencia que sirvió al Rebe anterior (y continúa sirviendo) como un lugar de plegaria, un lugar de estudio y un lugar de obras de bondad. Desde aquí, la influencia se extiende por todo el mundo desde este lugar, incluso a los rincones del mundo más alejados, tanto geográfica como ideológicamente y este lugar se revelará al nivel que dice le versículo: "Mi casa será llamada una casa de oración para todas las naciones".
Esto se concretará en la Era de la Redención, después de la reunión de las diásporas. De hecho, ya estamos viendo un reflejo de esto, en la reunión de los exiliados que hemos visto en los últimos años, lo que permitió que muchos judíos de Rusia emigraran a Eretz Israel. En años anteriores, habían impedimentos y prohibiciones que impedían tal emigración, pero ahora se les está dando permiso para salir sin ningún obstáculo. Esto es con certeza una de las revelaciones de naturaleza trascendente que corresponde al final del tiempo del exilio.
Para concluir en términos simples: Cada judío, hombres, mujeres y niños tiene la responsabilidad individual de agregar a su tarea la intención de producir la llegada real del Mashíaj. Uno no debe tratar de trasladar la carga de su responsabilidad a los demás, sino, cada persona debe reconocer su responsabilidad individual.
Esta tarea debe incluir un aumento en el estudio de la Torá, tanto Niglé (la parte revelada) como Pnimiut HaTorá (el interior de la Torá) y un aumento en su cumplimiento de las mitzvot con hidur, es decir, de una manera hermosa. En particular, esto debe involucrar la atención a la costumbre de estudiar Pirkei Avot en Shabat por la tarde entre las festividades de Pesaj y Shavuot y durante todo el verano.
En adición a aumentar la tarea personal, uno también debe influir en los demás que crezcan en sus propias tarea. Y todo esto debe estar lleno de anhelo y expectativa de la llegada de Mashíaj.
La Redención de Egipto abrió el camino (también el grifo) y otorgó la fuerza para la libertad y la Redención -de una forma milagrosa- de los hijos de Israel a lo largo de todas las generaciones y todos los tiempos. La Redención de Egipto es la apertura, el inicio e incluye a todas las Redenciones, también la liberación de los sufrimientos personales que vienen sobre nosotros, incluso la Redención verdadera y completa tras la cual no habrá más exilio, sobre la que está escrito: "Como en los días de tu salida de Egipto les mostraré maravillas" .

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