Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Revelando a la Gueulá en la parshá Vaierá - Itzjak (Isaac), el patriarca Sándwich

Iosi, típico hijo del medio (denominado también "hijo sándwich"), vuelve del colegio triste y amargado y le muestra a su padre con manos temblorosas una nota escrita por el maestro. –"El maestro me castigó por no acordarme donde está el Kineret" dijo Iosi llorando…
"Te lo tienes merecido", lo reta el padre mientras se entretenía con el bebé de la casa, "¡la próxima vez pon atención donde dejas las cosas!".
Esta semana leeremos la parshá Vaierá y conoceremos a Itzjak (Isaac) Avinu. La Torá nos cuenta del nacimiento de Itzjak y de las tensas relaciones que reinaban en la casa de Abraham por
dicho acontecimiento. El conflicto por la herencia entre Itzjak e Ishmael (Ismael), la deportación de Hagar de la casa de Abraham y finalmente el sacrificio de Itzjak, el cual leemos cotidianamente.
El síndrome del "niño sándwich" es conocido en casi toda casa judía. El niño (o niños) del medio sienten que reciben menos atención y reconocimiento que el resto. Los niños sándwich buscan sin cesar demostrar su singularidad y el hecho que también ellos tienen mucho que aportar a la gran familia.
¿Pero alguna vez han escuchado del síndrome del "padre sándwich"? Itzjak Avinu es exactamente eso!
Itzjak Avinu es marginado de los relatos de la Tora y prácticamente no hay testimonio de su vida en el
libro del Génesis (Bereshit). Abraham es considerado el "primer judío" – el patriarca de la nación judía.
Iaacob Avinu (Jacobo), comparado con él, es denominado "el Patriarca elegido" estableciendo las 12
tribus (y a través de ellas a todo el pueblo de Israel). ¡¿Y qué con Itzjak?! Aparentemente carece de
virtud alguna. Una especie de "niño sándwich"…
Si consultamos las fuentes talmúdicas descubriremos que en la Gueulá (redención), será justamente él
el patriarca más reconocido e importante.
En una de las profecías de Isaías (63, 16) se refiere a la redención con las siguientes palabras: "Porque tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; Tú, oh Di-s, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre". El profeta le ruega a Di-s y explica por qué solo Él puede sentir compasión por nosotros – porque nuestros patriarcas, Abraham y Iaakov, nos ignoran y por así decirlo, ya no nos conocen más.
Pero, nuestros sabios tenían dificultad para explicar la doble aparición de la palabra "avinu" (nuestro
padre/patriarca) y quiénes son esos misteriosos patriarcas. Finalmente llegaron a la conclusión que el
segundo "avinu" se refiere a Di-s ("Tú, oh Di-s, eres nuestro padre") y que el primero se refiere nada mas ni nada menos que a … ¡Itzjak! Precisamente Itzjak será quien saldrá a la defensa del pueblo de Israel cuando Di-s reclame e indague los pecados de sus hijos y es por eso que en un futuro acudiremos a él y le diremos: "Si bien ¡(precisamente) tú eres nuestro padre!".
La Guemará (Shabat 89,B) cuenta de una futura conversación que entablará Di-s con los tres patriarcas en la Gueulá. "En un próximo futuro le dirá Di-s a Abraham: ¡tus hijos han pecado hacia mí! Dijo ante Él: "Amo del mundo, ¡perecerán ante tu santo Nombre!"
Luego de haber recibido tan severa respuesta de Abraham, buscará Di-s a otra persona que defienda a
sus hijos. Se dirige a Iaakov que sufrió de una dura crianza de sus hijos, con la esperanza que
encuentre algún mérito en el pueblo de Israel y le dice: "¡tus hijos han pecado hacia mí! Dijo ante Él:
Amo del mundo, ¡perecerán ante tu santo Nombre!".
Di-s se da cuenta que no hay con quien hablar… sin mas remedio, se dirige al "Padre sandwich" – Itzjak Avinu y le dice: "¡tus hijos han pecado hacia mí!". Dice Itzjak ante Él: "Amo del mundo! ¡¿Mis hijos y no los tuyos?! Cuando antecedieron el "cumpliremos al escucharemos" los denominaste "mi hijo primogénito" – ¿y ahora son mis hijos y no los tuyos?! ¡¿Y cuánto han pecado?! ¿Cuántos años ya le quedan al hombre? Itzjak comienza a calcular: La edad máxima promedio es de 70 años. Hasta los 20, no se recibe castigo alguno en el Tribunal Divino, así que no los tomaremos en cuenta. La mitad de la vida, se la pasa durmiendo, así que podemos descontar otros 25 años. La mitad de lo que resta, se la pasa comiendo, estudiando y rezando. No quedamos con 12 años y medio… hazte cargo tu de la mitad y yo me haré cargo de la otra. Y si no estas dispuesto a hacer mitad y mitad, cargaré yo solo con todo sobre mis hombros, después de todo, ¡ya me sacrifiqué ante Tí!
El pueblo de Israel, al enterarse de todo esto, alabará a Itzjak y dirá: "si bien Abraham nos ignora, e
Israel no nos conoce" – Abraham y Iaakov no nos ayudaron, solo tú! Itzjak les responderá: "No es a mi a quien deben alabar sino a Di-s!" y en ese momento el pueblo dirá el fin del versículo que nombramos anteriormente: "nuestro Redentor perpetuo es tu nombre". (Bueno, quizás de todos modos vale la pena tener un "padre sándwich"…)
Este hermoso relato es parte de un enigma cabalístico: ¡¿será justamente Itzjak quien hará despertar
en Di-s misericordia por Israel, que lo que más lo caracteriza es su intransigencia?! ¡¿Dónde está
Abraham que es el más misericordioso?! ¡¿Y qué pasa con Iaakov que se caracteriza por su
compasión?! Por lo visto, precisamente la intransigencia de Itzjak será la que hará que Di-s se
compadezca del pueblo de judío ¡y será esa la virtud que prevalezca en la Gueulá!
El plan original de la creación del mundo, fue crearlo con intransigencia. Pero, al ver Di-s que "el mundo no puede existir", incluyó también la piedad. En simple: Di-s quiere que cada judío este
esterilizadamente limpio de pecados y es por eso que quiso crear un mundo intransigente – no para
castigar a los pecadores sin concesiones y compasión, sino para eliminar totalmente todo tipo de
impureza. No obstante, como los seres humanos por lo general no son aptos para eso, incluyó Di-s a la piedad en la creación. La pura y deseada intransigencia la destinó Di-s a los Tzadikim (justos), los únicos que pueden soportarla. Es por eso que se dice que Di-s es extremadamente estricto con los Tzadikim, porque - como ya lo dijimos – los quiere mantener limpios de toda "suciedad" humana. Ellos, por su parte, son aptos para eso. De hecho, Di-s no desistió de su plan original de la creación del mundo, sino que la adaptó a quien este capacitado.
Así es como funciona el mundo hoy en día. Sin embargo, ya acercándose a la Gueulá (redención) –
cambiarán las reglas del juego. Para poder disfrutar de la intensa revelación de los tiempos del Mashiaj (Mesías), debe cada judío llegar al nivel más alto posible de pureza. En ese entonces necesitaremos el consentimiento de la intransigencia para la Gueulá.
El único que "vivió" la intransigencia, comprendió su más profunda esencia y estableció su vida según sus principios fue… ¡Itzjak!
Justamente por estar tan ligado a ella, supo qué contestarle a Di-s y despertar en Él Su misericordia.
Como toda la existencia de la intransigencia es sólo y únicamente para purificar al judío y acercarlo a
Di-s cada vez más, entonces básicamente, todo su interior es misericordia. Y es más, la misericordia
oculta en la intransigencia es una misericordia mucho mayor que la común. Para fregar a su hijo hasta
hacerle doler para que este limpio, demanda del padre una piedad mucho mayor que para comprarle
un regalo que el hijo desea.
La verdadera virtud de la intransigencia será revelada en un próximo futuro. Ahora, en el exilio, por la oscuridad y la supuesta ausencia de Di-s, no somos capaces de valorarla y nos aferramos y conectamos más a acciones de bondad y compasión. Muchas veces nos es muy difícil y hasta imposible comprender cómo puede existir una bondad total en la intransigencia Divina. Sólo cuando "abramos nuestros ojos" y veamos con ellos la Gueulá verdadera y completa, entonces si comprenderemos todo y con muchísima emoción le diremos a Itzjak: "¡ tú eres nuestro padre!" (o en otras palabras, ¡qué afortunados somos de tener un "padre sándwich"!).
Hasta ese entonces, le rogaremos a Di-s, ¡que todo sea con bondad y compasión!
Culminaremos con un relato que aclara cómo hoy en día todavía no podemos soportar la intransigencia de Di-s y necesitamos que Di-s se comporte con nosotros sólo con bondad y compasión.
Un judío rico, hombre de negocios, se enteró que los barcos que contenían toda su mercadería ¡se
habían hundido en el mar! En tan sólo un momento había perdido todos sus bienes y pasó de ser un
hombre rico a ser un deudor… de tanta pena, el judío se desmayó. Cuando intentaron despertarlo, se
acordó inmediatamente de lo ocurrido y volvió a desmayarse. Lo mismo se repitió una y otra vez. Sin
mas remedio, recurrieron los presentes a uno de los tzadikim del pueblo, uno de los discípulos del Baal Shem Tov.
El Tzadik ordenó susurrarle al oído que el rumor era mentira ¡y nada malo había sucedido! A los
presentes les costó mucho mentirle al pobre hombre, pero "si el tzadik decreta…". Entonces hicieron lo que el Tzadik les indicó y funcionó, ¡el judío reaccionó!
Después de un tiempo resultó ser que el Tzadik tuvo razón – ¡los barcos no se hundieron!
Cuando vinieron a agradecerle al Tzadik por el milagro, les explico que no había hecho milagro alguno, sino que al ver que el judío no podía soportar semejante noticia, comprendió que no podía ser verdad, ya que Di-s no predestina nada a nadie que no pueda sobrellevarlo.

(Gentileza Mashíaj BaParshá, Basado en el libro Likutei Sijot Tomo 1 del Rebe de Lubavitch)

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