Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Descubriendo a la Gueulá en la parshá Vaishlaj - ¡La destrucción de Edom!

¿Por qué al final de la parshá la Torá nos cuenta acerca de la extensa familia de Esav? ¿Y qué le molesta a Rashi del nombre "Magdiel"?
El proceso de Gueulá (Redención) que comenzó con el encuentro entre Iaakov y Esav, llegará a su totalidad por medio de la refinación del Imperio Romano (los descendientes de Esav). Una misión que se lleva a cabo principalmente por la tarea de los "guerim" (conversos).
Iosi, un habitante del centro de Israel, reservó una estadía de unos días en un hotel en Ramat HaGolan.
-"Quiero sentirme como en mi casa" – dijo Iosi a la recepcionista.
-"Como usted lo desee", le prometió la recepcionista.
Cuando Iosi llegó al hotel con su familia e ingresó a al
 habitación, quedó pasmado…la sala desordenada, la cocina sucia, la pileta de utensilios para lavar y el dormitorio como si hubiese pasado un tornado…
Iosi salió a toda velocidad hacia la recepción enfurecido: -"¿Qué es esto? ¿Este es el servicio que ustedes ofrecen? ¿Qué pasó con lo prometido?"
Asombrado, el administrador le contestó: -"¿Qué es lo que pretende? Usted mismo pidió sentirse como en su casa, ¿no?
Nuestra parshá comienza y trata principalmente del encuentro entre Iaakov y Esav, los hermanos mellizos cuyos caminos se separaron 21 años antes. Dicho reencuentro podría haber sido "una guerra mundial". A continuación, leeremos también sobre el sufrimiento de Dina y el relato nada simpático con Shejem, luego lo agridulce del nacimiento de Biniamin y por otro lado el fallecimiento de la matriarca Rajel y al final de la parshá, la Torá nos describe sobre la descendencia de Esav, el malvado. Y no es está cualquier descripción...los últimos 43 versículos de la parshá (que es todo el capítulo 36 de Bereshit) están consagrados nada más ni nada menos que ¡de la familia de Esav!
Y surge la pregunta: ¿A quién le importa eso? ¿A quién le importa saber sobre los hijos bastardos del tío rebelde?
Es más, al final de la parshá, enumera la Tora a los jefes de tribus de Esav, exactamente once, y a las franjas de tierras que habitaron. Rashi, en su explicación, se desentiende de los jefes tribales y decide hablarnos de solo uno (!) de ellos: "El jefe Magdiel es Roma", y de esta forma, sella su comentario sobre la parashá Vaishlaj.

¿Qué es lo que le molesta a Rashi sobre la ciudad llamada Magdiel? Y si hay que explicar cada uno de los sitios que están bajo el dominio de Esav, ¿Dónde lo explicó Rashi en todos los versículos anteriores? Y fundamentalmente, como siempre, ¿Cómo todo esto nos conduce hacia la Redención verdadera y completa?
Para responder a todas estas preguntas, nos detendremos un momento y estudiaremos una importante moraleja relatada en la haftará de la parshá de esta semana. En la parshá Vaishlaj, sucede algo muy peculiar, su haftará ¡es un libro entero! La haftará, conocida también como "Jazón Ovadia", es el cuarto de los doce libros del denominado "Tarei -Asar", el único de todos los libros del Tanaj que consta de un solo capítulo. Desde el principio y hasta el final tiene ¡sólo 21 versículos!
El contenido de la haftará es muy simple: El profeta Ovadia nos transmite la profecía sobre el final definitivo y amargo del reino de Edom ("Esav") y sobre como en la era Mesiánica, Di-s los hará saldar la gran deuda que tienen por todo lo que le hicieron al pueblo de Israel a través de los años, hasta el fin de la haftará en donde el profeta concluye: "Y será la casa de Iaacov fuego y la casa de Iosef será llama y la casa de Esav paja...y no quedará sobreviviente de la casa de Esav, porque Di-s lo ha dicho".
El Radak (Rabi ben Iosef Kimji), en su obra explica que la ciudad europea Roma, la capital de la nación que destruyó el Templo e incendió nuestro santuario, fue fundada principalmente por los descendientes de Esav, que con el paso del tiempo, migraron desde Oriente Medio hacia Europa central. Ovadia fue un "guer tzedek" (justo converso) originario de Edom que alcanzó el nivel de profeta (nada simple en absoluto...), nos transmite la profecía sobre la destrucción total a la que un futuro será sometido el pueblo al que él mismo perteneció!

¿Por qué justamente un judío converso de raíces edomitas nos trae semejante profecía sobre la destrucción del impero de Roma que es Edom? ¿Ieshaiahu o Iejezkel no hubiesen hecho un trabajo mejor?
El Talmud (Tratado de Sanhedrín 39b) justifica las preguntas con un antiguo refrán popular: "Del mismo bosque vendrá el hacha", o sea, que los árboles del bosque son talados por un hacha que está hecha de acero y también…de madera! La lección que aprendemos: Para realmente vencer al enemigo – ¡hay que utilizar al enemigo mismo! Justamente Ovadia, el converso de Edom, es quien puede visibilizar y producir la destrucción del malvado Imperio Romano. La haftará nos revela el final de la historia que comienza con nuestra parshá: La refinación total de las naciones en la era de la Redención, que se produce gracias a los esfuerzos del pueblo de Israel durante el largo exilio, algo que comenzó con Iaakov en la parshá de la semana. Una refinación de largo alcance que se inició hace más de tres mil años, en el momento que Iaakov envió a los ángeles-emisarios a Esav y siguió con Ovadia, el converso y su profecía sobre Edom. Y culmina en nuestros días, los días del Mashíaj, en los que se cumplirá la profecía de la Redención: "y será la soberanía de Di-s".
¿Y cómo esto contesta la pregunta sobre la explicación de Rashi?
Al comienzo del encuentro con Esav, Iaakov logra aplacar por completo la ira de Esav hasta el perdón absoluto y a cambio Esav le ofrece Iaakov, acompañarlo personalmente: "Pongámonos en marcha y vayámonos; yo iré delante de ti" (Vaishlaj 33:12). Iaakov se niega amablemente y le contesta: "Yo avanzaré sin prisa…hasta que llegue a mi señor a Seir" – le abrió el camino…y cuando avanzará hacia allí? En tiempos de Redención, como se ha dicho (Ovadia 1) "Y subirán salvadores al monte de Tzion para juzgar al monte de Esav".
Iaakov prometió y no cumplió. Él le prometió a Esav que iría al monte Seir, pero en realidad, no hacia allí se dirigía, sino que pretendía quedarse en Eretz Israel junto con su padre Itzjak.
¿Acaso el patriarca Iaakov mintió? Es imposible decir que sí (Di-s no lo permita), ¡qué el Iaakov Avinu, el patriarca elegido mintió!
Dicha sorpresa lo explica Rashi en su obra: Al fin y al cabo, Iaakov irá al monte Seir como le aseguró a Esav. ¿Y cuándo sucederá? En tiempos del Mashíaj, cuando Iaakov y su descendencia eleven todas las chispas sagradas que habían en el monte de Esav, el reino y la "klipá" (cáscara) de Edom.
Pero es justo en este punto en que nos preguntaremos: ¿Cuál es la relación entre la Redención de la era Mesiánica y Esav? ¿Tiene eso que ver con el exilio en el que nos encontramos? Después de todo, el exilio fue provocado por el imperio Romano y no por Esav.
Exactamente por eso, Rashi se vio obligado a explicar que "Magdiel es Roma", para que tengamos claro que esa misma nación que desterró a nuestro pueblo en este último exilio, es parte de la familia de Esav y a través de eso podremos comprender que el testimonio de la profecía de "para juzgar al monte de Esav" - habla de sobre la venganza al Imperio Romano, el reino de Edom.
En conclusión: Desde el principio y hasta el final, la parshá Vaishlaj nos enseña una importante lección para inducir la Gueulá (Redención). Primero nos cuenta de cómo las naciones comienzan a refinarse, a elevarse moralmente, proceso largo y complejo de por sí y que por más que Iaakov Avinu se haya esforzado para completarlo, no se hizo en un solo día ("yo avanzaré sin prisa"). Dicho proceso de refinación nos llevó a nosotros, el pueblo judío, a pasar épocas poco felices bajo el mando del jefe tribal Magdiel, la ciudad romana de Roma europea que fue responsable por todas las tragedias, destrucción y maldad en el mundo y para el pueblo de Israel.
Pero no debemos preocuparnos: Finalmente llega Ovadia, "la madera del hacha" y aniquila firmemente todo tipo de maldad, impureza y "klipá" del mundo. Es el mismo que predice: "Y subirán salvadores al monte de Tzion para juzgar al monte de Esav y será el reinado de Di-s".

Y finalizaremos hoy con un relato sobre un "Ovadia" contemporáneo:
Abraham Sinaí, judío converso, perteneciente al movimiento Jabad y residente de Tzfat. En su pasado fue terrorista, oficial de inteligencia del ejército de Hizbolá y era llamado Ibrahim Iasin.
De manera insólita se introdujo al mundo del judaísmo y quedó encantado con el descubrimiento, hasta tal punto que decidió convertirse. Como se imaginarán, convertirse al judaísmo, desertar y unirse al enemigo siendo un terrorista chiíta – ¡¡¡no es nada fácil!!!
Abraham Sinaí es quien aportó en el pasado y sigue ayudando en el presente a nuestras fuerzas armadas a comprender la forma de pensar y la manera de actuar del enemigo y es así que tuvo el mérito de salvar soldados y civiles de actos terroristas. Así es – "Ovadia" ¡el converso de nuestros tiempos!

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