Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Revelando a la Gueulá en la parshá Reé - Las clases de sustitutos

Basado en el Rebe de Lubavitch en su obra Likutei Sijot, Tomo 19, Sijá Reé Alef. La parshá Reé comienza con las palabras: "Mira, Yo pongo frente a ustedes hoy bendición y maldición" (Devarim 11:26). Moshe, nuestro maestro, se dirige a todo el conjunto del pueblo de Israel y les transmite las palabras de Di-s, pero el final del versículo "golpea al oído" la palabra "maldición"! ¿Desde cuándo
El Santo Bendito Sea Él le "suministra" a sus hijos "maldiciones"? ¿Acaso no está escrito de forma explícita en diversas fuentes: "De la boca suprema no salen los males" (Iob 3:38) y "No desciende mal desde Arriba" (Tania, Igueret HaKodesh 11)?
Ionatán ben Uziel, alumno de Hilel HaZaken, también tuvo dificultades en este tema. En su obra de traducción de la Torá, él traduce la palabra "kelalá" (maldición) de una forma interesante, innovadora, despertando la reflexión. La traducción literal al arameo de la palabra hebrea "kelalá (o su plural kelalot) es "lota" (o su plural lotaín), tal como la traduce también el sabio Onkelus.
En contraste a esto, Ionatán ben Uziel traduce el versículo de la siguiente manera: "Mira, yo pongo frente a ustedes bendición y su sustituto". De acuerdo a sus palabras, el verdadero significado de la palabra "kelalá" (maldición) no es maldición, sino sustituto, sustituto de una bendición.
Sin embargo, evidentemente surge una pregunta: "Desde cuando las maldiciones son un sustituto de las bendiciones? Un shnitzel vegetariano puede ser sustituto de un shnitzel de pollo, la leche de soja puede ser un sustituto de la leche de vaca, la leche en polvo puede ser un sustituto de la leche materna, pero, una persona normal, ¿pediría un cúmulo de maldiciones como sustituto de bendiciones de Di-s?
Una maldición no es un sustituto de una bendición, ¡es totalmente lo contrario, lo opuesto al extremo! Entonces, ¿para qué sirve la traducción de Ionatán con su innovadora explicación? La obra de traducción de Ionatán fue escrita a través de la comprensión del área interna de la esencia del mal y del exilio, y con el deseo de explicar y llevar un entendimiento profundo también a las personas más simples de nuestro pueblo. Ionatán, al habitar la tierra de Israel, sintió que los sufrimientos del exilio constituyen una refinación que el pueblo debía atravesar con la finalidad de obtener la Redención que nos prometió el Creador, la Redención verdadera y completa. Él no guardó el secreto para sí mismo: Él se ocupó en escribirlo, en un lenguaje popular destinado a que las personas simples del pueblo puedan comprender esto, ya que no sabían hablar el "Lashon HaKodesh", el lenguaje sagrado. Desde su perspectiva, el exilio (que es una maldición) es solo un "sustituto de una bendición" cuyo objetivo es similar pero con un camino distinto. Tal como el sustituto de la leche vacuna por leche de almendras, cuya finalidad es una alimentación sana para la salud del cuerpo, pero de una forma distinta, más o menos sabrosa, más o menos difícil de digerir, etc.
El sustituto viene a lograr que se cumpla finalmente el mismo objetivo pero de diversas formas. A veces, aquellas formas son agradables y positivas y a veces...lo opuesto.
Hay dos clases de judío. El judío del "galut", un judío real, pensante, que "traduce" lo que sucede tal cual es, lo bueno es bueno y lo malo es temible, de la forma que traduce Onkelus, el converso, donde bendición es bendición y maldición es maldición. Frente a esto, vive un judío completamente distinto, un judío de "Gueulá" (Redención), que observa todo de una manera totalmente opuesta, él "traduce" los sucesos del exilio como "sustitutos de Redención", tal como Ionatán ben Uziel.
Esta "Redención revolucionaria", tiene un fuente muy alta, está enraizada en la esencia Divina. Solo El Santo Bendito Sea Él, en Su Honor y en Su Esencia, está por encima de todos los marcos y regulaciones de revelación y ocultamiento, de limitado e ilimitado, de luz y oscuridad, de bien y mal, sólo Él puede hacer esta clase de "sustitutos"...
Este concepto está aludido también, en la Haftará de la parshá Reé, que la mayoría de los años, comienza con las palabras: "Yo, Yo soy vuestro consuelo" (Ieshaiahu 51:12), que de acuerdo a las palabras del Pesikta, es una respuesta de Di-s a la protesta de los profetas sobre "Una pobre atormentada que no se consuela" (Ieshaiahu 54:11), los hijos de Israel que se niegan a recibir el consuelo limitado de los profetas, ¡ellos exigen más!
El pueblo de Israel entiende y siente sobre su carne la oscuridad del exilio, ellos saben que esto es al fin y al cabo un "sustituto", la desgracia y el gran descenso son solo un ocultamiento temporal de grandes bondades, tan grandes, que solo pueden venir del Santo Bendito Sea Él mismo, por ello, se niegan a conformarse con las palabras de consuelo de seres humanos, incluso que sean profetas, pues, "nuestra voluntad es ver a nuestro rey", ellos exigen.
El Santo Bendito Sea promete, no hay que preocuparse, "Yo, Yo soy vuestro consuelo", la revelación absoluta de Su Esencia Bendita Sea está en camino.
¿Y que pasa con nosotros?
Tenemos la opción de ser "judíos de Gueulá". Intentar ver y entender el bien que hay en cada cosa en particular. Estar con alegría también si aparecen todos tipos de "sustitutos" en el camino, pues cuando sabemos que ellos vienen de un origen tan sagrado y supremo, nos parecerán "combinaciones de nombres sagrados" como en la siguiente historia: 
El famoso jasid Reb Zalman Moshe Itzjaki z"l no era conocido públicamente como alguien que hablará un "lenguaje limpio". Sus jugosos farbrenguens estaban entrelazados con un reparto de palabras que una persona normal se alejaba de eso, en el mejor de los casos...
En un Shabat un número de estudiantes no jasídicos se hospedaron en la sinagoga de Jabad en "Najalat Biniamin". Los organizadores le pidieron por favor a Reb Zalman Moshe que tenga a bien, refinar su lenguaje y forma de hablar, con la idea de acercar a estos muchachos a la Torá del Jasidismo, a sus costumbres y caminos. Reb Zalmen Moshe aceptó, pero cuando comenzó el farbrenguen, nada pudo detenerlo...
Expresiones durísimas y palabras subidas de tono en idish salían de su boca una tras otra, los organizadores no sabía donde y como enterrarse a sí mismos de esta vergüenza, ¿qué van a pensar de nosotros?
Motzaei Shabat, cuando estos estudiantes fueron consultados sobre la experiencia de su primer encuentro con Jabad, ellos dijeron que se deleitaron e impresionaron mucho del estilo de vida jasídico y fundamentalmente del farbrenguen!
Cuando uno de los organizadores pregunto: "Y que pensaron de las expresiones fuertes de Zalman Moshe? Ellos contestaron con simpleza: ¿Expresiones fuertes? ¿Qué expresiones fuertes? Pensamos que cuando un hombre tan santo dice este tipo de palabras, son seguramente, combinaciones de nombres Divinos sagrados de la Cabala".
Y terminaremos con otra historia sobre un famoso dirigente judío.
Tzirl la comerciante, tenía un único hijo, un niño dulce y sabio que le nació cuando ella ya era un mujer mayor. Un día, el hijo se enfermó gravemente y estaba acostado en su cama con fiebre y quejidos débiles. Su pobre madre, con mucha dificultad tuvo éxito de conseguir un médico que venga rápido a hacer un diagnóstico. El médico recetó un medicamento muy caro, cuyo valor era aproximadamente el sueldo de seis meses de la madre y le dijo que era la única chance de tal vez salvar a su hijo.
La madre no dudó, sacó todos los ahorros de abajo del colchón, empeñó todas sus joyas y utensilios de Shabat, tomó préstamos y luego de muchas súplicas pudo convencer al farmacéutico de preparar el medicamento a cambio de esta alta suma de dinero que logro reunir. Luego de un rato, recibió en sus mano un pequeño frasco de vidrio envuelto en un papel caliente. Corrió por las calles velozmente, hasta que de pronto, hasta que se chocó con un transeúnte inesperado y cayó de sus manos el frasco rompiéndose en decenas de pedazos y destruyendo todas las esperanzas del mujer. Dinero no podía conseguir de nuevo, pero con osadía decidió que no iba a abandonar a su hijo, juntó todos los pedazos y se dirigió de nuevo a la farmacia.
En el mostrador estaba el farmacéutico principal. La mujer se dirigió a él con súplicas y con la voz quebrada por el llanto para que salve a su hijo. El farmacéutico examinó los vidrios rotos y su cara empalideció. De una sola mirada, pudo darse cuenta que su asistente se equivocó mal en los componentes y una sola gota de este remedio podría haber matado incluso a una persona sana. Él no le pidió ningún pago y le preparó a la mujer un nuevo medicamento. "La mujer valiente es mi madre", concluyó su relato, el dirigente. "Así la rotura del frasco que parecía una desgracia enorme, se transformó en el gran auxilio que me salvó la vida".

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