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יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Sijot Kodesh - El tiempo de la guerra del Golfo - Shabat Parshat Trumá - 2 de Adar 5751 (1991) #NUEVO

1. Este Shabat cae al comienzo del mes de Adar, un mes cuya naturaleza se caracteriza por la declaración de nuestros sabios: “Cuando ingresa el mes de Adar, aumentamos la alegría”. La alegría es un concepto fundamental en el servicio de Di-s que es apropiado durante todo el año, como está escrito: "Sirvan a Di-s con alegría". Citando a Maimónides: “La alegría con la que una persona debe regocijarse en el cumplimiento de las Mitzvot y el amor de Di-s que las ordenó, es un gran servicio”.
Dado que el servicio a Di-s debe estar presente en cada momento de nuestras vidas, porque “Fui creado solo para servir a mi Creador”, se deduce que en cada momento de nuestras vidas, debemos estar involucrados en la alegría mencionada. Así, el "Ramá", Rabí Moshe Isserles, concluye sus palabras en el Shuljan Aruj, Oraj Jaim: “Una persona de buen corazón siempre está celebrando”.
Más allá de que esta alegría es relevante en todo momento, hay una medida adicional de alegría asociada al mes de Adar. De hecho, esta alegría adicional se siente, “Cuando ingresa el mes de Adar”, al comienzo mismo del mes.
En particular, esto se aplica al día de hoy que es el segundo día de Adar, que junto a los dos días de Rosh Jodesh Adar forman una Jazaká, una secuencia consolidada de tres días de alegría. Además, se hace referencia a Shabat como “los días de regocijo”. Y así hay una dimensión muy especial de alegría asociada con el presente día.
Debemos centrarnos en la expresión de nuestros sabios de “Cuando ingresa el mes de Adar, aumentamos la alegría” con mayor profundidad: En su comentario sobre el Talmud, Rashi explica la razón de nuestro aumento de la alegría: "Estos son días de milagros para el pueblo judío, Purim y Pesaj”. Los comentaristas cuestionan el hecho de que Rashi menciona a Pesaj. Por el contrario, ¿Qué conexión comparten los milagros de Pesaj con el comienzo del mes de Adar? Y también, no encontramos en las fuentes, un énfasis tan grande en la celebración y la alegría en el mes de Nisan. Según el comentario de Rashi, Nisan también debería caracterizarse por la alegría.1
Además, la expresión “aumenta la alegría” implica que la alegría es de la misma naturaleza que la experimentada a lo largo del año y simplemente hay más cantidad. A primera vista, dado que la alegría de Adar está asociada con milagros especiales, debe ser de un tipo totalmente diferente a la alegría que se experimenta a lo largo del año.
La explicación de los conceptos anteriores es la siguiente: La celebración de Purim está asociada con la renovación de nuestro compromiso con la Torá. Por lo tanto, en el versículo, "Los judíos cumplieron y aceptaron...", nuestros sabios explican que "ahora cumplieron lo que ya habían aceptado cuando se entregó la Torá". Aunque el pueblo judío había aceptado voluntariamente la Torá en el Monte Sinaí, no fue afirmada como una parte intrínseca e inalterable de su ser hasta los eventos de Purim. En la entrega de la Torá, “Di-s sostuvo la montaña sobre sus cabezas como una tina”, obligándolos a aceptarla, por así decirlo. En contraste, en la era de Purim, los judíos aceptaron la Torá de buena gana.
Aquí vemos la conexión con Pesaj porque el objetivo final de la salida de Egipto era conducir a la entrega de la Torá como Di-s le prometió a Moshe: “Cuando saques a este pueblo de Egipto, servirás a Di-s en este montaña".
Sin embargo, la declaración de nuestros sabios que explica la singularidad de la aceptación de la Torá de los judíos en Purim es problemática. La deficiencia en la aceptación de la Torá por parte del pueblo judío en el Monte Sinaí, es que estaba asociada con milagros, que la influencia de estos milagros sobre el pueblo judío era tan grande que no tenían libre albedrío. Por lo tanto, se vieron obligados a aceptar la Torá. Sin embargo, como Rashi enfatiza en su comentario al pasaje anterior, los eventos de Purim también estuvieron asociados con milagros. Por lo tanto, surge la pregunta: ¿Por qué los eventos de Purim se consideran más como una aceptación voluntaria de la Torá que el proceso que comenzó con la salida de Egipto y que se completó en el Monte Sinaí?
Esta pregunta puede resolverse dentro del contexto del tema de que el milagro de Purim involucra la transformación de la oscuridad en luz o usando una expresión de la Meguilá: "El mes que se transformó". El mismo Ajashverosh que ordenó que mataran a los judíos, ordenó a los judíos que hicieran “lo que les parezca bien”. En cambio, durante la salida de Egipto, la naturaleza de los egipcios no se transformó y, por el contrario, fue necesario aniquilarlos por completo a través de los milagros del Mar Rojo.
Hay que explicar el contraste de una manera ligeramente diferente: La esencia de los milagros de Pesaj fue la revelación más allá de los límites de la naturaleza. “El Rey de Reyes, de Reyes, El Santo, Bendito Sea Él, se les reveló y los redimió”. Por lo tanto, fue la intensidad de la revelación lo que anuló las fuerzas opuestas. En Purim, por el contrario, los milagros estaban investidos en las fuerzas de la naturaleza y, por lo tanto, el énfasis esencial estaba en la transformación de la naturaleza del entorno de los judíos dentro del mundo y no en la anulación de las fuerzas enemigas.
Así estos dos enfoques también se reflejan en la relación de los judíos con la Torá. Después de la salida de Egipto, el énfasis estaba en recibir la revelación celestial, "desde Arriba", respondiendo a las indicaciones de Di-s. Por el contrario, la aceptación de la Torá en Purim se caracterizó por un deseo interior del pueblo judío, un despertar proveniente de su propia iniciativa, "desde abajo".
La distintivo de los milagros de Purim alude a una alegría de otra naturaleza, una alegría que sobrepasa todo entendimiento, "ad delo iada", "hasta no saber". La alegría y los milagros están interrelacionados porque "la alegría irrumpe las barreras" y, de manera similar, los milagros representan una ruptura de los límites de la naturaleza.
Aunque en general, todos los milagros representan la ruptura de los límites de la naturaleza, en particular, hay un aspecto de los milagros de Purim que supera a todos los demás milagros en esta cualidad. Romper los límites no representa la anulación total de las fuerzas limitantes. Más bien, implica que existe un límite y, sin embargo, se rompe. Por lo tanto, dado que Pesaj está asociado con la revelación Celestial "desde Arriba", sus milagros involucran la anulación, pero no la ruptura, de los límites de la naturaleza. En contraste, en Purim, los límites de la naturaleza no fueron anulados. Sin embargo, aunque el escenario natural se mantuvo vigente, un milagro por encima de la naturaleza “se abrió paso”.
Dado que los milagros de Pesaj representan una anulación de todas las fuerzas opuestas, la Redención que sigue a esta anulación no es un proceso nuevo de gran magnitud. En contraste, con respecto a los milagros de Purim, incluso después de que ocurrieron los milagros, Ajashverosh permaneció en el poder. Y por lo tanto, el hecho de que en tal escenario, los decretos de Hamán fueron anulados y Mordejai y el pueblo judío en su conjunto recibieron posiciones de poder, refleja cómo el poder de la Redención rompe los límites del exilio.
Por esta razón, la alegría que traspasa fronteras de Purim es mayor que la de otras festividades, trascendiendo todos los límites, "ad delo iada". Dado que la Meguilá asocia la totalidad del mes con el milagro de Purim, describiéndolo como “el mes que se transformó”, la alegría de Purim afecta a todo el mes y por lo tanto, “Cuando ingresa el mes de Adar, aumentamos la alegría”.
Rashi, sin embargo, también menciona los milagros de Pesaj porque la máxima alegría involucra la apreciación de las ventajas y/o virtudes, tanto de los milagros de Pesaj como de los milagros de Purim y la fusión de estos dos servicios.
Los milagros de Pesaj poseen una ventaja; revelan un nivel superior de Divinidad, una dimensión que trasciende la naturaleza por completo. Sin embargo, esta revelación niega y no se internaliza, dentro de los límites de nuestra existencia mundana. Así, los milagros de Purim son un complemento necesario porque involucran los límites de la naturaleza. Sin embargo, también requieren el complemento de Pesaj porque les falta la dimensión que trasciende la naturaleza.
Podemos explicar el concepto en otros términos: Los milagros de Pesaj representaron la Redención de Egipto. Sin embargo, Egipto fue anulado, no fue transformado en bueno. En contraste, los milagros de Purim reflejaron la transformación de Ajashverosh. Sin embargo, la Redención de Purim no fue completa. Incluso después, seguimos siendo súbditos de Ajashverosh.
Así, la última, nuestra Redención refleja la fusión de Pesaj y Purim, que las fuerzas de la naturaleza se transformen y no sean anuladas, pero que la Redención sea completa y no parcial. Esto se revelará en la Era del Mashíaj cuando “como en los días de tu salida de Egipto, Les mostraré maravillas”; es decir, habrá una revelación Celestial, "desde Arriba" que se parece y de hecho trasciende, a las revelaciones de la salida de Egipto. En simultáneo, esta revelación estará conectada con la transformación del mundo y no con su anulación como lo refleja la profecía: “Transformaré las naciones, en un lenguaje claro”.
En base a lo anterior, también podemos resolver el problema planteado originalmente de que, la expresión de nuestros sabios “Cuando ingresa el mes de Adar, aumentamos la alegría”, implica que la alegría de Adar es meramente un aumento, pero no de naturaleza diferente a la alegría experimentada a lo largo del año.
La alegría de Purim que resulta de la ruptura milagrosa de los límites de la naturaleza [pero haciéndolo dentro del contexto de la naturaleza como se explicó anteriormente] también está relacionada con la reafirmación del pueblo judío de su aceptación de la Torá en Purim. Ambos conceptos comparten un énfasis en internalizar la Divinidad dentro del mundo. La aceptación voluntaria de la Torá por parte de los judíos es paralela a la transformación de los aspectos mundanos de nuestro entorno.
La reafirmación de la aceptación de la Torá en Purim se debe realizar a lo largo de todo el año, afectando la totalidad de nuestro servicio espiritual. Por lo tanto, la alegría de Purim se extiende a lo largo de todo el año, enfatizando cómo la Torá impregna (en lugar de romper) nuestro entorno mundano.2 Por lo tanto, la alegría que está asociada con la aceptación de la Torá es de la misma naturaleza que la alegría de Purim. Purim, sin embargo, representa una intensificación de esta alegría cada año.
2. Existe una conexión entre los conceptos anteriores y la sección de la Torá de esta semana, la Parshá Trumá. Trumá continúa el tema de la entrega de la Torá, que comenzó en la Parshá Itro. La entrega de la Torá enfatiza cómo se entrega la Torá dentro del contexto de nuestro mundo material. La Parshá Trumá desarrolla aún más este tema, revelando cómo se puede establecer un Santuario para Di-s dentro de este mundo material, cómo las entidades físicas pueden convertirse en una morada para Él.
Debemos explicar: Sobre el versículo de apertura de la Parshá Trumá "Y tomarás una ofrenda para Mí", nuestros sabios comentan:
Hay una venta en la cual, el vendedor se vende junto con la mercancía. El Santo, Bendito Sea Él, dijo a Israel: “Te vendí mi Torá a ti, es como si me vendiera con ella... Te di mi Torá, no puedo separarme de ella, ni puedo decirte que no la tomes. Dondequiera que vayas, hazme una morada y Yo habitaré dentro. Esto es lo que significa el mandamientos: “Y me haréis un santuario”3.
De hecho, la construcción del Santuario representa el cumplimiento de la intención de la entrega de la Torá, que la Divinidad sea atraída al mundo tal como éste existe dentro de su propio contexto. Hay dos dimensiones en la revelación de la entrega de la Torá: Los reinos espirituales descienden a los materiales y los reinos materiales ascienden a los espirituales.
La Parshá Itro representa el descenso de lo espiritual a lo material, mientras que la construcción del Santuario descrita en la Parshá Trumá refleja cómo el mundo, tal como existe dentro de su propio contexto, se convierte en una morada para Di-s.4 Por lo tanto, la Parshá Trumá es apropiado para el mes de Adar, un mes que, como se explicó anteriormente, está asociado con la transformación del marco de la existencia material dentro de su propio contexto y no con la anulación.5
En particular, hay dos dimensiones en la Parshá Trumá: A) La conexión entre Trumá y la Torá. Trumá (תרומה) se puede dividir en la palabra Torá (תורה) y la letra Mem (מ), la Mem alude a los cuarenta días en los que la Torá fue transmitida a Moshe. Por lo tanto, Trumá se relaciona con la Torá tal como se transmite dentro de este mundo. B) Trumá se refiere a las entidades físicas de las que se hizo el Santuario, el oro, la plata, el bronce y similares que se convirtieron en una morada para Di-s.
Estas dos dimensiones que existen dentro de la Parshá Trumá son paralelas a los dos aspectos de Purim descritos anteriormente. El concepto de la transmisión de la Torá se relaciona con la dimensión de Purim asociada con la reafirmación voluntaria de los judíos de su compromiso con la Torá. Y el concepto de que las entidades físicas del mundo se conviertan en parte de la morada de Di-s es paralelo a la transformación de Ajashverosh y el entorno natural que acompañó al milagro de Purim.
La máxima expresión de este proceso de transformación se realizará en la Era de la Redención. En la actualidad, "somos sirvientes de Ajashverosh" y por lo tanto, nuestros esfuerzos para transformar nuestro entorno mundano son limitados. No será sino hasta la Era de la Redención que este proceso se complete en sentido pleno.
De manera similar, a pesar de cada lugar y de cada era, la Presencia Divina mora dentro del Santuario, en un microcosmos dentro del corazón judío y dentro de cada hogar judío en particular, sin embargo, la máxima expresión de una morada para Di-s será en la Era de Redención, en el Tercer Beit HaMikdash, “el Santuario de Di-s establecido por Tus manos”.
3. Los conceptos anteriores también deben aplicarse dentro de nuestra conducta actual. Así, la reflexión sobre lo anterior debe producir: A) Un aumento en el estudio de la Torá, pues como se explicó anteriormente, la palabra Trumá incluye la palabra Torá. B) Un aumento en dar Tzedaká, dando nuestros recursos económicos para un propósito Divino. La ley judía requiere que uno dé un mínimo del diez por ciento de su capital, y preferiblemente el veinte por ciento. En la actualidad, sin embargo, se debe dar sin ninguna restricción en absoluto.6 C) Hacer de su hogar y su entorno, una morada para Di-s, un Santuario en un microcosmos. D) Influir en los gentiles para que observen las siete leyes universales ordenadas a Noaj y sus descendientes y así preparar el cumplimiento de la profecía, “Transformaré a las naciones en un lenguaje claro”.7 E) Difundir las Mitzvot de Purim a través de la campaña de Purim. No debería haber un solo judío en un rincón remoto del mundo que no tenga la oportunidad de cumplir con todas las Mitzvot de Purim.
Y todo lo anterior debe llevarse a cabo con alegría, la alegría aumentada del mes de Adar, que rompe los límites del mundo, trascendiendo todas las limitaciones.
Estas actividades realzarán la naturaleza maravillosa del presente año, haciendo que Di-s anule todos los elementos indeseables asociados con Hamán y su hogar. Por el contrario, las naciones del mundo, como lo hicieron con Mordejai, elevarán a los judíos y los llevarán a posiciones de poder e influencia.
Estos dos acontecimientos, la anulación de los enemigos del pueblo judío y la ayuda que las naciones gentiles ofrecerán a los judíos, representan un anticipo de la Era de la Redención, cuando seremos testigos del cumplimiento de las profecías, “Y erradicaré el espíritu de impureza de la tierra”, y “Y todos tus hermanos de las naciones traerán una ofrenda para Di-s... en una vasija limpia”.
Que pronto ya no tengamos que contentarnos con un anticipo de la Redención, porque ya habrá llegado realmente. Así, “uniremos Redención con Redención”, e incluso antes de celebrar las Redenciones de Purim y Pesaj, experimentaremos la Redención final y completa. Que sea en un futuro inmediato.

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