Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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El Rebe de Lubavitch en la primera noche de Januca del año 5752 - Transmisión televisiva vía satélite a todo el mundo

Esta es una conferencia del Rebe de Lubavitch luego del encendido de la velas del primer día de Januca del año 5752, en ocasión de la transmisión mundial vía satélite del evento a un público compuesto de niños y niñas de Tzivot Hashem. Seis lugares del mundo se unieron en una transmisión televisiva histórica. En la gigantesca pantalla de París se observaba a un público de Melbourne feliz, pero de una manera moderada y británica; al mismo tiempo, la audiencia de Melbourne percibía el inconfundible fervor que electrificaba a las miles de voces que cantaban al pie de la Torre Eiffel. Los participantes en Hong Kong estaban visiblemente orgullosos de
la cantidad de adultos y niños de la pequeña comunidad judía que se había reunido en un hotel para esta ocasión histórica en las primeras horas de la noche; los diez mil judíos en Moscú que abarrotaban el Palacio de Congresos en el Kremlin estaban visiblemente exultantes por el hecho de haber presenciado tal suceso, en muchos casos por primera vez, en un lugar tan insólito. La multitud al aire libre que se empapó alegremente en el Kotel en Jerusalem sintió un privilegio único de estar a solo unos metros del lugar exacto donde tuvo lugar el milagro de Januca; los miles de niños participantes de una actividad de Januca en el "770" (mientras sus padres miraban lo que sucedía en el mundo en pantallas gigantes, afuera, al aire libre) tuvieron el privilegio de poder observar personalmente al Rebe cuando se dirigía a ellos, y como se unió a ellos en el recitado de las doce citas del Jumash, el Talmud y la Tania, llamados los "12 pesukim".
Sin embargo, a pesar de ser tan diferentes y estar tan distantes, estas seis comunidades se sintieron entusiasmadas por una sensación de unidad que abarcaba el mundo. Todos se sentían como si estuvieran amontonadas juntas en el mismo pequeño y acogedor "shtivel", todos juntos en la mitzvá de encender la primera luz de Januca. Este sentimiento fue compartido incluso por los millones de espectadores adicionales en los canales de televisión por cable y de aire de todo el mundo.Y de hecho, uno de los temas recurrentes en el discurso del Rebe en esta ocasión inolvidable, fue el aprovechamiento de la tecnología sofistica de las comunicaciones para traer al mundo un sentimiento de unidad y fraternidad. El Rebe de Lubavitch comenzó sus palabras de esta manera:
Esta visión, que acabamos de presenciar en seis países de todo el mundo mediante comunicaciones vía satélite, refleja una verdad espiritual fundamental. Cada judío, hombre, mujer o niño, tiene el poder de iluminar el mundo entero. Cada uno puede generar una Luz Divina que puede iluminar incluso aquellas partes de nuestro mundo donde persiste la oscuridad.
¿Cuál es la fuente de este potencial? En su primer versículo, la Torá nos dice: “En el principio, Di-s creó los cielos y la tierra”. Nuestros sabios transmiten que la palabra hebrea traducida como “en el principio”, Bereshit (בראשית) puede dividirse en dos palabras: be reshit (ב - ראשית), que significa "dos primeros". Estos son la Torá y el pueblo judío, cada uno de los cuales se describe en un versículo de la Torá como "primero".
Di-s creó el mundo por el bien de estos dos "primeros". Esto significa que toda la existencia fue creada para que un judío pueda conducir su vida de acuerdo con las pautas de la Torá. Cuando un judío se da cuenta de este potencial y vive su vida en armonía con la Torá, agrega luz a todo el mundo. Para citar un ejemplo de nuestra vida cotidiana: Antes de beber agua, un judío recita una bendición en la que proclama que "todo surgió a través de la palabra de Di-s". Cuando esto es dicho incluso por un niño pequeño, revela que no solo el agua que está bebiendo, sino todo lo que existe, fue creado por Di-s.
¿Cuál es la naturaleza de esta luz? Hay un versículo que dice: “Pues la vela es la mitzvá y la Torá es luz”. Es decir, la Torá y sus mandamientos son los medios que Di-s nos ha otorgado para iluminar el mundo y revelar esta verdad espiritual. En particular, hay ciertas mitzvot que dan expresión física a este concepto; por ejemplo, encender velas en honor a Shabat antes de la puesta del sol todos los viernes, y encender las velas de la festividad de Januca que comienza esta noche. La luz visible que difunden refleja cómo cada mitzvá que realiza un judío aumenta la Luz Divina dentro del mundo.
En particular, la mitzvá de encender las velas de Januca se destacan por sobre las de Shabat por las siguientes razones:
a) Las velas de Januca conmemoran la victoria milagrosa de los judíos virtualmente desarmados sobre las fuerzas de ocupación seléucidas durante el período del Segundo Templo. Esta victoria reveló cómo el poder espiritual del estudio de la Torá y la observancia de sus preceptos pueden vencer a la oposición armada de la nación más poderosa del mundo.
b) Cada noche de Januca, encendemos una vela adicional. Al igual que una persona, y especialmente un niño, crece día a día, esta vela adicional refleja cómo debemos aumentar continuamente la luz que generamos a través de nuestra práctica de la Torá.
c) Las velas de Januca se encienden "en la parte exterior de la entrada de la casa". De esta manera, un individuo ilumina no solo su propia casa, sino también el espacio público. La vela encendida por un judío brilla también hacia el exterior y puede ser percibida por todos los transeúntes, trayendo luz, bondad y rectitud, a las vidas de los gentiles y de los judíos.
Lo anterior se ve reforzado por la costumbre establecida en los últimos tres años: Dar a conocer el milagro de Januca vinculando las celebraciones de encendido de velas en todo el mundo a través de la comunicación vía satélite. Como hemos presenciado, estas ceremonias de encendido de velas testifican que la forma en que un judío enciende la “Pues la vela es la mitzvá y la Torá es luz” ilumina el mundo entero, emitiendo luz a sus rincones más remotos.
Además, la comunicación por satélite refleja la conexión entre los cielos y la tierra. Una actividad realizada en una parte de la tierra produce un efecto en los cielos, y esto a su vez provoca un cambio adicional en otra parte del mundo.
De esta manera, este enlace por satélite no solo comunica la verdad espiritual, sino que la expresa en sí misma. La comunicación por satélite, como cualquier otra existencia creada por Di-s, tiene un propósito. Como nuestros sabios declaran: “Todo lo que el Santo, Bendito sea, creó en Su mundo, Él lo creó para Su gloria”. En este caso, Di-s reveló la sabiduría para este y otros avances tecnológicos que unen diferentes partes del mundo para que podamos apreciar mejor la Unidad Divina que impregna toda la existencia.
Esta unidad se refleja en el pueblo judío, que está "esparcido y disperso entre las naciones", pero sigue siendo "una nación". Porque a través de su conexión con "una Torá", se forja un vínculo entre ellos y el "uno" de Di-s, su Unicidad.
La unidad lograda a través de la comunicación satelital permite que una persona comparta algo con otra, no solo el campo del pensamiento, sino también de una manera tangible. Por ejemplo, los fondos de beneficencia pueden transferirse de una cuenta a otra independientemente de la distancia geográfica, y de esta manera, una persona necesitada puede recibir puntualmente los medios para cubrir sus necesidades físicas desde otro lugar.
Para enfatizar la importancia de los actos de benevolencia, esta reunión concluirá con la distribución de dinero para que cada uno de ustedes lo obsequie a una causa benéfica que valga la pena. Además, a cada uno se le entregará una moneda como Januke guelt, el regalo de dinero de bolsillo que los niños reciben habitualmente en esta festividad. La ayuda de caridad que cada persona dará, sin duda fortalecerá los lazos de unidad que unen a nuestro pueblo.
Nuestros sabios enseñan que la caridad "acerca la Redención". De hecho, no solo la caridad, sino toda actividad asociada con la Torá y sus preceptos tiene el potencial de lograr la Redención. Como Maimónides escribe: "Una persona siempre debe considerarse a sí misma ... y al mundo entero como equilibrado, ... y con una mitzvá puede inclinar la balanza ... y traer la liberación y la salvación".
Esto es particularmente real en el momento presente, cuando es necesario que abramos los ojos y veamos que la Redención está aquí. Esto será acelerado por nuestra conmemoración del milagro de Januca. Por nuestra celebración de la re-inauguración de los Jashmonaím del Beit HaMikdash, el Templo Sagrado de Jerusalem, se acelerará la llegada de Mashíaj y luego, en el momento de la Redención total, inauguraremos el Tercer y eterno Beit HaMikdash. Que esto tenga lugar de inmediato!

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