“Que Di-s me aumente otro hijo”, es decir, tomar al “otro”, “al que está afuera” y transformarlo en “el que está adentro”, “un hijo”. Este objetivo de transformar “al que está afuera” en “el que está adentro”, se hizo más pronunciado, cuando el Rebe llegó a este hemisferio inferior (análogo y modelo del descenso de Iosef a Egipto). Su llegada aquí facilitó la revelación de las enseñanzas del Jasidismo (junto a la difusión de la Torá y el judaísmo) en todo el mundo, incluso en las regiones más bajas, las más remotas, - espiritualmente- del mundo.
En estos cuarenta años desde su partida de este mundo, hemos experimentado un aumento en estos esfuerzos de revelación y difusión, un aumento que encuentra expresión en el versículo: "paratzta aleja paretz", "has irrumpido una brecha". Nuestros sabios enseñan que después de cuarenta años, la persona tiene la capacidad de "sondear la mente de su maestro" para que luego pueda adquirir "un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar", las enseñanzas aprendidas cuarenta años antes. De manera
similar, la difusión de los manantiales del Jasidismo hacia el exterior se hizo de la forma que expresa el versículo: "y te expandirás hacia el oeste y el este, el norte y el sur", llegando incluso a los rincones más remotos del planeta, rompiendo todas las barreras. Por lo tanto, ya estamos preparados para la llegada de nuestro justo Mashíaj. Significativamente, Mashíaj se identifica con Peretz como comentan nuestros sabios: "Peretz se refiere al Mashíaj, como está escrito: "Quien se abre paso (HaPoretz) ascenderá ante ellos".
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En Iud Tet (el día 19) de Kislev de este año, han transcurrido 192 años de la Redención, del primer Iud Tet Kislev (5559-5751). El significado del número 192 es:
a) Cambiando el orden, las letras hebreas para el número 192 (forman la palabra “Kabetz” (קבץ) (recolectar o reunir). Esto sugiere que ha concluido la tarea espiritual del tiempo del exilio, el proceso de recolectar y reunir las chispas Divinas del mundo entero (razón por la cual, Di-s exilió a Israel entre las naciones). (Esto incluye recopilar y reunir todas las distintas variaciones, representadas por la frase "kabetz shana", ya que la palabra "shana", (año) está relacionada con la palabra "shinui" (cambio), es decir, todos los cambios y variaciones posibles de [chispas Divinas]).
b) La palabra hebrea katzab (cuyo valor numérico es 192) deriva del lenguaje "plazo" y "corte", un plazo de tiempo. Esto implica que se “cortó”, se venció y se culminó el plazo de tiempo para la difusión de los manantiales del Jasidismo hacia afuera (y todos los servicios espirituales que efectuaron durante este tiempo), que comenzó el día de Iud Tet Kislev hace 192 años. Por lo tanto, ya estamos listos para el cumplimiento de la promesa, de que cuando se expandan los manantiales [del Jasidismo] hasta los confines más lejanos, el maestro, el rey Mashíaj, vendrá.
Ésta es una de las razones de la publicación de una edición especial (y ampliada) del libro Tania (la "Torá escrita" de las enseñanzas del Jasidismo de Jabad) y su distribución a todos y cada uno de los hombres, mujeres y niños presentes, en relación con la "festividad de la Redención de Iud Tet Kislev - 192 años", para enfatizar, de manera concreta y visible incluso a los ojos físicos, la culminación del servicio espiritual de difundir los manantiales [del Jasidismo] hasta los extremos más distantes durante estos 192 años.
Este es el tiempo final del exilio, el "fin de los días" (“el final de la izquierda, el fin del exilio), lo que también implica la concreción del otro "fin de los días", es decir, la fecha límite y el comienzo de Redención.
(De las charlas de Shabat Parshat Vaieshev, 21 Kislev, 5751)
