Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Un principio de fe en el judaísmo

Los judíos creen en toda la Torá pues ella es toda Divina. De hecho, el octavo de los "Trece Principios de la Fe", de Maimónides, declara: "Creo con fe perfecta que la Torá que nos fue entregada a través de Moisés, por entero, proviene de Di-s". No toda creencia es llamada "Principio de la Fe", sino sólo estos trece que enumera Maimónides. Uno de ellos es la creencia en la llegada del Mashíaj. ¿Por qué? Maimónides define los Trece Principios de la Fe como "cimientos" (Comentario a Sanhedrín, Cap. 10). Es decir, estos principios son los cimientos sobre los cuales se apoya el judaísmo. De lo que resulta que cualquier debilitamiento producido en ellos, daña y amenaza a la totalidad de la estructura. Hay una diferencia básica entre
la no-creencia en un pormenor talmúdico específico y no creer en un Fundamento de la Fe. Por ejemplo, entre tantas otras cosas el Talmud declara que en lo alto hay "siete cielos".Si alguien insistiera en que sólo hay seis, estaría obrando equívocamente al desestimar una declaración del Talmud, pero no por eso diremos que le falta un fundamento del judaísmo.Hay una diferencia práctica entre ambos.Supongamos que alguien simplemente ignorara que el Talmud mencione "siete cielos", e inocentemente supusiera que sólo hay seis.Semejante persona no sería conceptuada como hereje. No por ello hay déficit en su fe, pues creer en los siete cielos no es un Principio de la Fe.Pero supongamos que alguien sencillamente no es consciente de que el judaísmo cree en el Mashíaj. Si bien su carencia es inintencional, no obstante ello su fe sí es defectuosa, y este individuo adolece de uno de los elementos de la esencia de la creencia judía. Porque la creencia en Mashíaj es un principio básico de la fe judia.Es importante estudiar cuidadosamente estos 13 Principios. Algunas congregaciones tienen la costumbre de recitarlos luego de las plegarias matinales.Pero con ello no basta.Maimónides escribe: "Repasa estos principios repetidamente y estúdialos". Veamos ahora este Principio de la Fe a la luz del jasidismo:¿Por qué es considerada la creencia en Mashíaj un "cimiento"? ¿Por qué no verla simplemente como una mitzvá más, como cualquier otra de las 613 mitzvot de la Torá? Literalmente, el "cimiento" sostiene toda la estructura. ¿Por qué sería la creencia en Mashíaj un "cimiento"? ¿Qué otras mitzvot se apoyan en esta premisa, o dependen de ella?Tiene sentido considerar el principio de la creencia en Di-s, por ejemplo, como un "cimiento". Obviamente, sin la creencia en Di-s falta, de manera absoluta, toda base para el estudio de la Torá y la observancia de las mitzvot, elementos que constituyen el servicio a Di-s.Lo mismo es válido para el Octavo Principio, el que toda la Torá es de origen Divino. A menos de que la persona crea en el carácter Divino de la Torá, ésta carece de la más mínima autoridad. Se torna irrelevante. Sácale el cimiento, y otras cosas comenzarán a desmoronarse.Pero, ¿por qué no podemos ser judíos buenos y observantes sin creer que el Mashíaj vendrá? Por el contrario, ¿no son nuestras mitzvot más altruistas si no aguardamos recompensa alguna por ella?A fin de apreciar el centralismo que el concepto de Mashíaj ocupa dentro del judaísmo, debemos examinar primero la idea de Mashíaj propiamente dicho, tal como ésta se explica en la filosofía jasídica.En los profundos escritos del jasidismo se enseña que Mashíaj no es un aspecto circunstancial de la Creación. Más bien, ¡es su objetivo y meta mismos! Todo nuestro estudio de Torá y observancia de mitzvot se dirige en una única dirección y apunta a un único objetivo: la llegada del Mashíaj.El cometido de la Creación es que "Di-s deseó tener una morada en este mundo inferior" (Tania, Cap. 36). Di-s creó todos los diferentes mundos espirituales que se describen en la Cabalá, y este mundo inferior, a fin de que nosotros hagamos para El una morada en este plano físico.¿Qué significa "una morada"?Imaginemos a un monarca en su fastuoso palacio, dotado de salones oficiales, enormes cámaras y habitaciones. Pero, además en adición a todo esto, el rey tiene sus propios lugares privados de residencia en los que realmente vive. El rey se conduce de manera diferente cuando está en su residencia privada que como lo hace cuando se encuentra en las habitaciones públicas de su palacio. Cuando se presenta públicamente, no puede ser realmente "él" mismo; debe vestirse formalmente, ataviarse con los atuendos reales. No es ésta apenas cuestión de indumentaria; toda su conducta debe reflejar su condición de "realeza", conforme cuadra a su posición.El único lugar en el que el rey puede ser verdaderamente "él" mismo es, exclusivamente, en sus aposentos privados. Allí, habla y actúa como él lo desea, de acuerdo a su genuina personalidad.Encontrarse en los "aposentos privados", en su morada, significa la remoción de todas las ocultantes fachadas exteriores, la auténtica revelación de la esencia del ser. Y Di-s desea de nosotros que Le hagamos una morada precisamente aquí, en este mundo material.Di-s no revela Su verdadera esencia, siquiera en los planos superiores. Debe ocultar Su luz infinita y ajustarla a la medida proporción que cada mundo es capaz de admitir sin perder su identidad como tal.Su presencia en los mundos superiores es análoga a la del rey en el momento en que éste se reúne con sus asesores. Si bien no viste las prendas formales que utiliza al presentarse públicamente, con todo, tampoco se muestra a sus consejeros genuinamente tal como él es. Continúa ajustándose a las circunstancias.Ahora bien, este rey, tal como sus asesores, son humanos. Cuando se trata de Di-s, sin embargo, la relación y distancia entre los mundos superiores y la esencia de Di-s es mucho más disímil. No hay punto de comparación. En consecuencia, claro está, Di-s no puede manifestarse en los mundos superiores con Su verdadera esencia natural. Por el contrario, debe condensar y ocultar Su luz con "cubiertas y cortinas".No obstante ello, es precisamente aquí, en nuestro mundo físico y material, donde Di-s quiere revelar plenamente Su esencia, sin ocultamiento alguno.La esencia de Di-s se materializará cuando llegue el Mashíaj. Entonces El Se revelará aquí en Su esencia, sin ocultamiento. Como está escrito: "Tu maestro no se ocultará más" (Isaías 30), cosa que el Alter Rebe --Rabí Shneur Zalman de Liadí, el fundador de Jabad-- interpreta como "El ya no se verá ocultado por vestimentas". La esencia de Di-s se revelará a pleno.Esto no sucederá por sí solo. Di-s pretende que seamos nosotros quienes hacen que suceda, a través de nuestra observancia de las mitzvot en este mundo físico. A ello se debe que la Torá y las mitzvot hayan sido entregadas a nosotros, seres mortales en la Tierra, en lugar de darlas a los ángeles celestiales que tanto imploraron por tenerlas, como refiere el Talmud en el Tratado de Shabat. El objetivo de la Torá y las mitzvot es revelar la esencia de Di-s en este mundo material. Ello puede lograrse únicamente a través de individuos físicos en este mundo físico. La Torá y las mitzvot atraen a Di-s a este plano inferior para revelarse a todos, con la venida del Mashíaj.Nada nuevo se creará cuando venga el Mashíaj. El momento de crear y producir es éste, el presente. Cuando venga el Mashíaj, todo esto se revelará a cada uno de nosotros. Hoy, cuando el judío cumple una mitzvá, atrae esencia Divina a este mundo físico. Pero nadie la puede ver. Cuando venga el Mashíaj, el ojo de todo ser vivo verá a Di-s en toda la plenitud de Su gloria y esencia porque El Se revelará en este mundo que ha sido convertido en Su "morada". Esto nos brinda una superior comprensión de la "recompensa" prometida a quienes estudian la Torá y observan las mitzvot.En palabras del Alter Rebe:"`La recompensa de una mitzvá es la mitzvá´ -- esto significa que la recompensa por una mitzvá es el `producto´ y resultado de la mitzvá" (Tania, Cap. 37).Esta recompensa difiere de la concepción que habitualmente damos a este término. Cuando una persona es remunerada por su trabajo, la recompensa es algo intrínseco en mérito propio, algo diferente de su trabajo. El hombre sembró, y es recompensado con dinero. El dinero no creció de la tierra sembrada. La recompensa no es parte de su trabajo. Es algo externo que se entrega como recompensa por el trabajo.Cuando estudiamos Torá y cumplimos mitzvot, no estamos haciendo una cosa y recibiendo otra a cambio. La recompensa es la revelación Divina misma que fue creada con la ejecución de la mitzvá.Las mitzvot traen la esencia Divina dentro de este mundo físico. Atraen y hacen descender a Di-s, introduciéndolo en este mundo físico -- Di-s, en toda Su gloria y esencia. Si la persona pudiera verlo al instante, la Torá y sus mitzvot no serían considerados "trabajo", sino el máximo placer posible. Como no podemos verlo, aparenta ser el mayor y más duro trabajo y esfuerzo.Cuando venga el Mashíaj, empero, todo este ocultamiento que impide ver el producto de las mitzvot será suprimido. La persona verá qué creó a través de su estudio de la Torá y observancia de las mitzvot. ¿Qué podría constituir una mayor recompensa que la revelación de Su Divina esencia natural? Este es el significado de "La recompensa de una mitzvá es la mitzvá": la mitzvá misma.Mashíaj es la máxima plenitud de la Creación. Hasta su venida, el mundo no es todavía una "morada" en el pleno sentido de la palabra, en vista de que la Divinidad, cuya revelación produce una mitzvá, continúa oculta. Pero todo esto se revelará cuando nuestro mundo físico se convierta en una morada para Di-s.Esto explica por qué Mashíaj es un cimiento de nuestra fe.Mashíaj no es apenas un elemento circunstancial de la Torá y las mitzvot. Es la meta principal hacia la que todo apunta y conduce. Sin Mashíaj, carecemos del objetivo de "hacer de este mundo una morada para Di-s".Cuando el judío estudia Torá y cumple mitzvot, ha de saber que al hacerlo está construyendo una "morada" para la esencia de Di-s.En el presente parecería que nuestro mundo físico no se viera afectado por la Torá y las mitzvot. Pero Mashíaj aún no está aquí. Cuando venga, todo lo que se creó gracias a nuestra Torá y nuestras mitzvot habrá de revelarse en todo su esplendor. La persona podrá ver entonces, con sus propios ojos materiales, la revelación de la esencia de Di-s.Sin la creencia en Mashíaj nos acosa la orfandad en cuanto a todo el concepto de cómo la Torá y las mitzvot afectan nuestro mundo. La persona debe saber qué logra con la Torá: que con cada mitzvá que ejecuta produce un efecto positivo y acumulativo sobre éste, nuestro mundo.Así, la fe en Mashíaj es el fundamento básico de todo el judaísmo.
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